Reformas
La ¨²ltima reforma acordada sobre el sistema de pensiones en Espa?a, al igual que la que se produjo anteriormente en el mercado de trabajo, o la que afectar¨¢ a las cajas de ahorro en los pr¨®ximos meses, tienen una gran importancia para el presente y futuro econ¨®mico de este pa¨ªs. Eso nadie lo duda. Pero causa asombro observar con qu¨¦ desverg¨¹enza determinados voceros pol¨ªticos y medi¨¢ticos del principal partido de la oposici¨®n se pasan el d¨ªa denunciando la lentitud, cuando no la incompetencia, que ha mostrado el Gobierno en acometer dichas reformas, olvid¨¢ndose, los muy ladinos, que puesto que todas ellas tienen car¨¢cter estructural, son, por definici¨®n, tan necesarias ahora, como lo eran en el a?o 2000 cuando ellos gobernaban.
Si fueran sinceros (que no lo son) debieran aceptar que en el terreno econ¨®mico ellos se limitaron a hacer exactamente lo mismo que aquellos que les sucedieron en las tareas de gobierno; o sea, dejarse llevar en volandas por la intensa onda expansiva provocada por la exuberante expansi¨®n de la oferta inmobiliaria y en el recurso al cr¨¦dito sin fin. Ni los ¨²ltimos Gobiernos de Aznar ni los primeros de Zapatero tuvieron el m¨¢s m¨ªnimo inter¨¦s en mirar debajo de las alfombras para saber si los cimientos sobre los que se sustentaba el artificioso decorado de la econom¨ªa espa?ola se encontraba, o no, aquejado de aluminosis aguda.
Mientras tanto, ahora lo sabemos, aqu¨ª todo el mundo tiraba con p¨®lvora de rey, empezando por bancos y cajas de ahorro empe?ados como estaban en otorgar cr¨¦ditos al por mayor sin observar los m¨ªnimos criterios de prudencia que el negocio financiero exig¨ªa; y siguiendo por el lamentable comportamiento de muchas comunidades aut¨®nomas e infinidad de Ayuntamientos embarcados en proyectos cada vez m¨¢s innecesarios y m¨¢s imposibles de mantener. Por no mencionar a esos entes tan costosos como prescindibles que son las Diputaciones provinciales que tanto juego dan a los partidos para recolocar el excedente sobrante de las listas electorales.
?Claro que existe retraso en las reformas estructurales!; pero ¨¦ste no es ni mucho menos responsabilidad exclusiva de Zapatero, aunque ahora todos necesitemos se?alar un culpable para lavar nuestra mala conciencia. El tan mentado retraso abarca un largo periodo de tiempo que va m¨¢s all¨¢ de una d¨¦cada, se?alando tambi¨¦n, para su desgracia y la nuestra, a los sucesivos gobiernos del PP. O sea, que no me vengan ahora con urgencias quienes en su momento actuaron de manera, al menos, igual de negligente.
Y por ¨²ltimo, un aviso para evitar que dentro de unos a?os no nos vuelva a pasar lo mismo. La alta tasa de desempleo, como la viabilidad futura de las pensiones, no se solucionar¨¢ ¨²nicamente mejorando la eficiencia del mercado de trabajo o alargando la edad de jubilaci¨®n, sino, fundamentalmente, creando m¨¢s empresas, aumentando el valor a?adido de ¨¦stas y extendiendo la base productiva hacia nuevos sectores y actividades. O sea, que las reformas estructurales que de verdad pueden cambiar el curso de los acontecimientos, me temo, a¨²n estar por llegar.
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