El silencio: otra c¨¢rcel del maltrato

M¨¢s de un 12% de los procedimientos judiciales abiertos por violencia de g¨¦nero no pueden seguir su curso porque la v¨ªctima decide no declarar contra su agresor. Para ello, la mujer se acoge al art¨ªculo 416 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, el conocido como la dispensa, que exonera a "los parientes del procesado en l¨ªnea directa ascendente y descendente [padres e hijos], su c¨®nyuge o persona unida por relaci¨®n de hecho an¨¢loga a la matrimonial (...)" de prestar declaraci¨®n contra ¨¦l. El precepto, que data del siglo XIX, fue ideado para que personas tan cercanas al acusado no se vieran en la tesitura de tener que declarar algo que pudiera incriminarle. El art¨ªculo, pensado para casos de estafa, robo o asesinato, se aplica ahora tambi¨¦n a las propias testigos-v¨ªctimas de violencia machista que, en la mayor¨ªa de los casos, son quienes han iniciado el procedimiento judicial del que despu¨¦s se retiran.

La cifra de mujeres que han parado un proceso ha crecido un 46,4% desde 2007

"La dispensa", dice una abogada, "puede significar impunidad para el agresor"

Lorente: "Ning¨²n agresor com¨²n tiene el privilegio de que no se le acuse"

El CGPJ propone que baste lo dicho ante la polic¨ªa o el juez instructor

La dispensa se ha convertido para algunos expertos, en los casos de violencia de g¨¦nero, en un mecanismo perverso. Esas voces, entre las que se encuentran jueces, fiscales y asociaciones de mujeres, sostienen que puede ser utilizada por la parte contraria para presionar a la mujer -muchas veces ya psicol¨®gicamente muy da?ada- para que no declare en el juicio. La advertencia no es balad¨ª ya que en gran parte de los casos de violencia machista las ¨²nicas pruebas que hay para sustentar el procedimiento son los testimonios de la v¨ªctima y del supuesto agresor. Sin el primero, es probable que el caso no pueda seguir su curso. Consciente de esa realidad, el Consejo General del Poder Judicial plantea ahora eliminar esa dispensa en los casos de violencia machista. Una propuesta largamente debatida en los c¨ªrculos judiciales, que tambi¨¦n reclama, y desde hace tiempo la Fiscal¨ªa General del Estado.

Pero, ?qu¨¦ hacer y c¨®mo? ?Se puede (y debe) obligar a una v¨ªctima de malos tratos a declarar? Es una opci¨®n que algunos expertos estiman aberrante. Otros, sin embargo, consideran que no hacerlo crea una situaci¨®n de desprotecci¨®n mayor hacia la v¨ªctima.

Mientras, el problema se vive d¨ªa a d¨ªa en los juzgados de violencia de g¨¦nero de toda Espa?a. Y es grave. El n¨²mero de mujeres que inici¨® un proceso judicial por malos tratos y que ha renunciado a seguir adelante con ¨¦l ha crecido un 46,4% desde 2007, seg¨²n datos del Observatorio de Violencia de G¨¦nero del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El ¨²ltimo informe de este organismo apunta que los sobreseimientos de los procedimientos dictados en los juzgados especializados en estos delitos han aumentado un 137%. La presidenta del Observatorio, la magistrada Inmaculada Montalb¨¢n, achaca ese incremento sobre todo al uso de la dispensa.

"El juez tiene la obligaci¨®n de informar a la mujer de que si no quiere prestar declaraci¨®n contra su agresor est¨¢ dispensada de hacerlo. Si no hace este aviso, el proceso no es v¨¢lido. Y es en ese momento cuando a la mujer, que despu¨¦s de pens¨¢rselo mucho ha logrado dar el paso y poner una denuncia, le vuelven a aparecer los fantasmas, las dudas", sostiene Montalb¨¢n, que opina que en los casos de violencia de g¨¦nero la dispensa puede suponer para la mujer un elemento disuasorio de seguir adelante con la acusaci¨®n.

?Qu¨¦ lleva a una mujer a retirar -en muchos casos una y otra vez- las denuncias contra su agresor? ?Por qu¨¦ deciden no seguir adelante con el proceso? "El problema es que aunque haya conseguido vencer sus miedos y dar el paso, la mujer no suele estar preparada para denunciar", explica Ana Bella Est¨¦vez, superviviente de malos tratos durante 11 a?os y miembro de la asociaci¨®n de ayuda que lleva su nombre. "Para las mujeres es dif¨ªcil declarar contra una persona a la que quieren y que las tiene en esa c¨¢rcel que es el maltrato", explica. El v¨ªnculo, la dependencia emocional, el miedo, los hijos... pesan para muchas como una losa. Y en su balanza personal, desajustada por a?os de golpes e insultos, lo hacen m¨¢s que la protecci¨®n que ofrece el estado.

Est¨¦vez cree que no deber¨ªa obligarse a la mujer a declarar contra su agresor. Tampoco los expertos del CGPJ, que consideran que la dispensa deber¨ªa eliminarse en los casos de violencia de g¨¦nero pero que si finalmente la mujer decide no declarar no deber¨ªa caer sobre ella el peso de la ley. "Se trata de eliminar obst¨¢culos para las v¨ªctimas pero estas no pueden sufrir un perjuicio a?adido", incide Montalb¨¢n.

Soledad Cazorla, Fiscal Delegada de Violencia de G¨¦nero, se muestra tambi¨¦n partidaria de que el art¨ªculo 416 no se pueda emplear en los casos de violencia machista cuando sea la mujer quien haya denunciado. Sin embargo, cree que, como en cualquier otro delito p¨²blico -como es el de malos tratos, en el que no es posible que la v¨ªctima perdone al agresor y el caso se sigue de oficio-, el testigo debe prestar declaraci¨®n. "La dispensa se est¨¢ usando como una f¨®rmula para mediatizar a la mujer. En muchos casos el maltratador o las familias la coaccionan para que no contin¨²e con su decisi¨®n", explica Cazorla, que se encuentra a diario con casos que no pueden seguir su curso porque la mujer se retira del proceso.

La fiscal cuenta que hay mujeres que llegan a decir que han mentido al acusar, incrimin¨¢ndose, para que su agresor no sea condenado. "Si la mujer ha denunciado, desde el momento en que ha puesto en conocimiento de la justicia un hecho criminal, debe declarar. Es un exceso de garantismo que no lo haga", dice. Y a?ade tajante: "?No estamos persiguiendo un delito p¨²blico que afecta a la sociedad? ?Y luego estamos dispensando de declarar? La mujer no es una incapaz, tiene derechos y obligaciones. ?Solidaridad familiar [punto en que se sustenta el 416] cuando has denunciado a tu maltratador?".

Hace unos meses la Audiencia Provincial de Tarragona se encontr¨® con un caso que ilustra la preocupaci¨®n de jueces y fiscales por el uso de la dispensa. En esa ocasi¨®n el juez se vio obligado a absolver a un acusado de un delito de malos tratos porque su esposa se acogi¨® al art¨ªculo 416 para no declarar contra ¨¦l, y su testimonio era la prueba fundamental del caso. En cualquier otra ocasi¨®n el procedimiento se habr¨ªa terminado. Sin embargo, finalmente, el juez conden¨® al procesado por un delito de agresi¨®n en la que el hijo com¨²n del matrimonio -que s¨ª declar¨®- estuvo presente.

"La no colaboraci¨®n de las mujeres agredidas significa muchas veces la impunidad del agresor", analiza la abogada de familia y miembro de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n de Malos Tratos Consuelo Abril. "?No puedes defender en un en un juicio a alguien atentando contra ti misma!", clama.

El delegado del Gobierno contra la Violencia de G¨¦nero, Miguel Lorente, pide que para entender la necesidad de eliminar la dispensa en los casos de violencia de g¨¦nero se ponga el foco sobre el agresor en lugar de sobre la v¨ªctima. "Si lo hacemos podr¨ªamos preguntarnos qu¨¦ derecho tiene un maltratador de verse beneficiado por la renuncia de la mujer a la que ha maltratado. Es una lectura distorsionada usar ese elemento legal, que nunca estuvo pensado para ello, para proteger a su agresor", dice. Sostiene que la dispensa, en esos casos, es una "incongruencia normativa". "Ning¨²n delincuente de un delito p¨²blico, como es el de lesiones, tiene el privilegio de que la v¨ªctima no declare contra ¨¦l", a?ade.

?C¨®mo reformar la ley? Los expertos del CGPJ proponen una medida alternativa que no suponga obligar a la mujer a declarar, pero que permita que el procedimiento siga su curso si la mujer se niega a hablar. Piden que sean v¨¢lidas en el juicio oral las declaraciones que la v¨ªctima hace en la instrucci¨®n del caso. Una medida que tanto Estevez como Lorente ven acertada, pero que Cazorla no comparte. La fiscal no est¨¢ de acuerdo con que solo esa declaraci¨®n pueda usarse como prueba.

Pero el delegado del Gobierno va m¨¢s all¨¢: "Habr¨ªa que investigar por qu¨¦ la mujer se retira del proceso. Puede que tras de esa decisi¨®n, adem¨¢s del miedo y el enganche emocional con el agresor, haya tambi¨¦n amenazas", dice. Cree, adem¨¢s, que el que la maltratada no quiera declarar debe ser considerado como una consecuencia de la violencia a la que es sometida y que por tanto no se las puede obligar a prestar de nuevo testimonio. "Una opci¨®n ser¨ªa darle tiempo a la mujer para que se recupere, se restablezca y salga de esa situaci¨®n de la violencia. Y que luego declare", propone.

Est¨¦vez, desde la experiencia de a?os de malos tratos y peregrinaje para salir de ellos, cree que lo que es perverso es el sistema. Si no se cambia, dice, las mujeres se seguir¨¢n retirando del proceso: "Debe haber mecanismos para que la mujer se enfrente al juicio y a la denuncia cuando haya salido de la violencia y se haya reconstruido como persona. Si no, aunque haya decidido un d¨ªa dar el paso, lo m¨¢s probable es que el siguiente se eche atr¨¢s, porque sigue en la c¨¢rcel del maltrato".