Aviso para navegantes
En el ya famoso tim¨®n que Artur Mas se llev¨® a su despacho de la plaza de Sant Jaume, figuran una serie de consejos que su abuelo consideraba esenciales para una buena navegaci¨®n. Lo que no nos aclaran es la direcci¨®n hacia la que queremos navegar. En estas primeras semanas han ido perfil¨¢ndose algunos elementos que indican rumbo: la declaraci¨®n de principios sobre el talante business friendly del nuevo Gobierno, los cambios en los r¨®tulos de las consejer¨ªas, la combinaci¨®n de especializaci¨®n t¨¦cnica de buena parte de los titulares de las consejer¨ªas y la fuerte centralizaci¨®n pol¨ªtica que asumen sin paliativos el presidente y su equipo m¨¢s cercano. Artur Mas no se ha significado en exceso en este periodo. Todo apunta a que sus visitas a Madrid van en la direcci¨®n de reforzar el papel de CiU en momentos especialmente complicados en la gobernaci¨®n general del Estado, sin olvidar los esfuerzos por recomponer la tambaleante situaci¨®n econ¨®mica, tanto la de la propia Generalitat como la que afecta en especial al sector financiero.
Tengo la sensaci¨®n de que el nuevo Gobierno catal¨¢n avanza sin cartas de navegaci¨®n demasiado precisas
Los primeros pasos de los flamantes consejeros apuntan a vacilaciones y a cierta biso?ez en algunos casos, mientras que en otros quiz¨¢s se han pasado de frenada. No puede afirmarse con alegr¨ªa que "Nissan marca el camino" para apuntar por d¨®nde pueden venir la recuperaci¨®n y el alcanzar la promesa de reducir a la mitad las abultadas cifras de paro en esta legislatura. La se?al que se da al sistema productivo y a los trabajadores es que solo con el deterioro de las actuales condiciones laborales, ya de por s¨ª muy erosionadas, podremos recuperar empleo. Por otro lado, mal empezamos si consolidamos la idea de que lo mejor es que todo el mundo vaya a la escuela a la que fueron sus padres o madres. El hecho de dar puntos en caso de desempate para el acceso al sistema p¨²blico en base a ese factor hist¨®rico apuntala la continuidad en los itinerarios formativos y puede reducir la necesaria y conveniente movilidad y mixticidad en el sistema educativo. La gesti¨®n de la supresi¨®n de los 80 kil¨®metros por hora ha estado plagada de contradicciones e improvisaciones. Me parece que hacer publicidad de las mutuas privadas o cargar contra el personal sanitario por no cumplir sus obligaciones tampoco es una buena manera de enfocar el espinoso tema de la sanidad y del gasto p¨²blico que implica.
En general, tengo la sensaci¨®n de que se avanza sin cartas de navegaci¨®n demasiado precisas. Tambi¨¦n es cierto que no es f¨¢cil orientarse en un escenario en el que las viejas certezas no funcionan y a¨²n no sabemos con qu¨¦ sustituirlas. Pero, en ese caso, es mejor apuntalar lo que uno argumenta y las decisiones que postula. La falta de datos y de an¨¢lisis sobre lo que sucede hace mucho m¨¢s vulnerables y aventuradas las afirmaciones que uno lanza. El d¨¦ficit de evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas en Catalu?a es tremendo. Es cierto que en algunos sectores, como la sanidad y la investigaci¨®n, se ha avanzado notablemente, pero la falta de valent¨ªa para hacer transparente lo que se sabe y someterlo a debate dificulta la toma de decisiones con suficiente legitimidad. En otros casos, como educaci¨®n (perd¨®n, ense?anza), servicios sociales o cultura, el sistema dispone de algunos datos, pero desconectados, coleccionados sin pensar en que sirvan para los que deben decidir. En pol¨ªtica las evidencias no son necesariamente el ¨²nico elemento a tener en cuenta para elaborar pol¨ªticas y programas de actuaci¨®n. Junto a las evidencias conviene disponer de argumentos convincentes, y en el fondo lo decisivo es la capacidad de persuasi¨®n para construir mayor¨ªas que sustenten lo que uno quiere hacer. Pero a medida que se va avanzando y las evidencias son pocas; los argumentos, variables, y solo queda la capacidad de persuadir, los riesgos de caer en la demagogia o en el accidentalismo del d¨ªa a d¨ªa crecen enormemente. En fin, la nave va, pero conviene estar atento al rumbo.
Joan Subirats es director del Instituto de Pol¨ªticas P¨²blicas de la UAB.
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