Zurbar¨¢n, 'el anglicano'
La Iglesia de Inglaterra planea vender 12 obras del pintor espa?ol, consideradas un s¨ªmbolo moral de la instituci¨®n
En el silencio de las galer¨ªas del castillo de Auckland, sede episcopal de Durham, en el noreste de Inglaterra, se cuece una pol¨¦mica que viene de antiguo, y dejar¨ªa perplejos a algunos de sus protagonistas, si no llevaran muertos m¨¢s de 300 a?os. Una pol¨¦mica que enfrenta a la comunidad anglicana por el futuro de la serie de pinturas Las doce tribus de Israel. Jacob y sus hijos, del espa?ol Francisco de Zurbar¨¢n (Fuente de Cantos, Badajoz, 1598-Madrid 1664), que decoran una de las salas del castillo desde mediados del siglo XVIII.
Se trata de 12 lienzos (el decimotercero es una copia) que los administradores anglicanos quieren vender en subasta p¨²blica, convencidos de que obtendr¨¢n unos 18 millones de euros por el lote. La idea de deshacerse de los cuadros, que se remonta a 2001 y que se materializar¨¢ este verano, ha provocado una oleada de protestas. Anglicanos tan influyentes como el director del Museo Brit¨¢nico, Neil MacGregor, o el ex obispo de Durham, Tom Wright, han hablado p¨²blicamente en contra de la venta de unas pinturas que consideran s¨ªmbolo de las virtudes anglicanas. ?Zurbar¨¢n, el pintor de la Contrarreforma, el retratista de monjes y santos, convertido en palad¨ªn de las virtudes de una iglesia reformada? S¨ª, argumenta el ex obispo Tom Wright, por las razones que llevaron a la compra de la serie. Fue el obispo de Durham, Richard Trevor, el que la adquiri¨® por 124 libras al morir su due?o, un riqu¨ªsimo comerciante jud¨ªo llamado James M¨¦ndez, en 1756. "Trevor fue un defensor de los derechos civiles de los jud¨ªos en Inglaterra, contra los sentimientos fuertemente antisemitas del pueblo", cuenta Wright por correo electr¨®nico. "Colg¨® las pinturas en el Long Dining Room, en el castillo de Auckland, para dejar constancia ante sus muchos invitados de que los jud¨ªos eran una comunidad valiosa y con un lugar importante en la sociedad brit¨¢nica".
La venta de la serie, en subasta p¨²blica, puede reportar 18 millones de euros
Los expertos creen que el barco con los cuadros fue atacado por piratas ingleses
Eran tiempos dif¨ªciles para los jud¨ªos en Inglaterra y los esfuerzos de los legisladores por darles acceso a una ciudadan¨ªa plena tropez¨® con la oposici¨®n frontal del pueblo. El gesto del obispo anglicano ha pasado a la historia como un s¨ªmbolo de tolerancia. Neil MacGregor, antiguo director de la National Gallery de Londres, que exhibi¨® por primera vez la serie de Los hijos de Jacob en 1994 (al a?o siguiente la muestra lleg¨® al Museo del Prado), defiende el valor moral de estas obras. "No hay pinturas, en mi opini¨®n, que hablen de una manera tan poderosa del compromiso de la Iglesia de Inglaterra con la sociedad", declar¨® la semana pasada al diario The Times.
Pero no era la sede episcopal de Durham el destino inicial de los cuadros. Zurbar¨¢n pint¨® la serie en torno a 1640 y su destino era Am¨¦rica. Muchos estudiosos del artista barroco creen que el barco que transportaba los cuadros fue atacado por piratas ingleses que se hicieron con ellos y los vendieron luego al mejor postor. Enrique Valdivieso, catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, ciudad en la que se form¨® Zurbar¨¢n, ve plausible la hip¨®tesis puesta en circulaci¨®n hace d¨¦cadas por el estudioso C¨¦sar Pem¨¢n. Eso explicar¨ªa la presencia de estos zurbar¨¢n en Inglaterra, "pa¨ªs con el que en el siglo XVIII no hab¨ªa comercio art¨ªstico", dice. En la web del castillo de Auckland se informa de que los cuadros "presumiblemente" pasaron por Sudam¨¦rica, "antes de llegar a Inglaterra".
Para Valdivieso, no son de lo mejor en la extensa producci¨®n del artista. "Est¨¢n realizados con gran participaci¨®n del obrador del pintor. Se percibe en ellos el trazo de alguno de sus disc¨ªpulos. Entonces trabajaban casi en serie. Y del obrador de Zurbar¨¢n, que adem¨¢s ten¨ªa f¨¢brica y tienda propia, sal¨ªan centenares de cuadros", explica. Otro experto, Benito Navarrete Prieto, profesor de Historia del Arte de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, considera en un extenso art¨ªculo incluido en el cat¨¢logo de la exposici¨®n que se vio en el Prado, en 1995, que son cuadros de la m¨¢xima calidad, solo comparables a los que pintara Zurbar¨¢n para la Cartuja de Jerez, en 1639, hoy en el Museo de Grenoble.
Las obras de este pintor barroco est¨¢n de moda. Su Santa Dorotea con un cesto de manzanas y rosas, fechado en 1648, se vendi¨® el a?o pasado por tres millones de euros, en una subasta en Nueva York. M¨¢s de un responsable financiero de la Iglesia de Inglaterra habr¨¢ tomado buena nota. Para el ex obispo Wright, lo grave es, precisamente, el peso que parecen tener en la iglesia anglicana los responsables econ¨®micos. "Creen que pueden dirigir la pol¨ªtica de la iglesia, cuando esta deber¨ªa ser la tarea de los obispos. Adem¨¢s, cuentan con muchos bienes financieros y, aunque est¨¢ claro que hasta el ¨²ltimo c¨¦ntimo es importante, lo que puedan conseguir con la venta de esos cuadros es poca cosa en relaci¨®n con los presupuestos que manejan". Wright se refiere a los llamados Church Commissioners, un organismo integrado por 33 personalidades religiosas y laicas que maneja las propiedades y acciones de la Iglesia de Inglaterra, que ascienden a 4.800 millones de libras (5.684 millones de euros) seg¨²n datos oficiales.
"El dinero de la venta de los cuadros, una vez invertido, podr¨ªa sufragar los gastos de hasta 10 parroquias anualmente", explica un portavoz de la instituci¨®n. Quien alega, adem¨¢s, que los cuadros de Zurbar¨¢n, "no forman parte del patrimonio ni de la naci¨®n ni de la Iglesia de Inglaterra". Su tarea como administradores, recalca la misma fuente, es cuidar los bienes hist¨®ricos y, "optimizar los beneficios que de ellos proceden para la iglesia hoy".
Aunque la decisi¨®n final est¨¢ en manos del s¨ªnodo de obispos que se re¨²ne este mes en Londres, todo apunta a que la serie b¨ªblica de Zurbar¨¢n, tan estimada, saldr¨¢ a subasta este verano. Y ah¨ª terminar¨¢ la aventura anglicana del pintor.
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