Resiste el Almer¨ªa

Despu¨¦s de toda una primera vuelta sin ganar en casa, el Almer¨ªa ha conseguido dos triunfos consecutivos en su estadio en la segunda. Lo ha logrado el conjunto andaluz, adem¨¢s, en dos encuentros cuyo guion ha calcado. Toma ventaja r¨¢pidamente en el marcador y luego ve c¨®mo el rival, hace dos semanas Osasuna, ayer el Espanyol, se le sube a las barbas y est¨¢ a punto de conseguir el empate. Su victoria, a fin de cuentas, pone al rojo vivo la zona de descenso y deja tocado a un Espanyol que pierde pujanza en su af¨¢n por acercarse a la zona de la Champions.

Al conjunto catal¨¢n le cost¨® entrar en el partido. Especialmente, a Kameni, quien fall¨® de forma clara en los dos primeros goles del Almer¨ªa. En 20 minutos en los que cada acercamiento rojiblanco acababa en gol, se vio el Espanyol con un contundente 3-0 en contra. Entonces, con todo aparentemente perdido, se puso a jugar como sabe. M¨¢rquez y Verd¨² se hicieron due?os del bal¨®n ante un Almer¨ªa al que los partidos se le hacen largos. Poco a poco, su dominio se hizo abrumador, hasta el punto de que Verd¨² acort¨® distancias.

Tocado, el Almer¨ªa se limit¨® a esperar al Espanyol en su propio campo, aferrado siempre al recurso de las carreras de Piatti y Crusat. Cuando los veloces extremos no est¨¢n en su mejor momento, como se demostr¨® ayer, el Almer¨ªa sufre, pues se parte por el centro y apenas es capaz de mantener la posesi¨®n del bal¨®n. Esa debilidad, ante un equipo como el Espanyol, se paga.

Pochettino, al que la baja de Osvaldo le ha alborotado los esquemas, realiz¨® un cambio inteligente al mandar a la banda derecha a Sergio Garc¨ªa y colocar a ?lvaro como delantero centro. El canterano, de movimientos r¨¢pidos y desmarques certeros, hizo el segundo gol del Espanyol y abri¨® una fase del partido angustiosa para el Almer¨ªa. Cascado por un enero en el que altern¨® la Liga y la Copa, vio c¨®mo el dominio blanquiazul se hizo atosigante. El propio ?lvaro tuvo la oportunidad de empatar al quedarse solo ante Alves, pero su disparo se march¨® al lateral de la red.

Respir¨® Oltra en la banda y dio entrada a Vargas para reforzar un centro del campo donde Bernardello y M'Bami hab¨ªan mostrado la bandera blanca. Sin aliento, atrincherado en su ¨¢rea, el Almer¨ªa resisti¨® y, con ello, alimenta su fe en la salvaci¨®n.