Apretarse el cintur¨®n
La demagogia no debe desvirtuar las propuestas de reducir gastos en las dos C¨¢maras
Los grupos parlamentarios han empezado a hacer p¨²blicas sus propuestas de recorte en los gastos de funcionamiento de las C¨¢maras en respuesta a una invitaci¨®n del presidente del Congreso que coincidi¨® con el debate social previo a la reforma de las pensiones. La regulaci¨®n que rige para diputados y senadores es distinta de la aplicada al resto de los ciudadanos, y su mantenimiento pod¨ªa transmitir la impresi¨®n de que los parlamentarios se autoconceden privilegios dif¨ªciles de justificar, sobre todo en tiempos de crisis. La iniciativa a la que est¨¢n respondiendo los diferentes grupos se enmarca en el deseo de corregir el creciente desapego de los ciudadanos hacia la pol¨ªtica, intentando cubrir uno de los flancos m¨¢s t¨®picos, pero tambi¨¦n con mayor capacidad de desgaste.
Aunque con matices, la mayor parte de las propuestas que han llegado hasta el presidente del Congreso abundan en la idea de incrementar la transparencia para conocer los bienes de diputados y senadores. Mientras que el Partido Socialista y los grupos minoritarios de la oposici¨®n abogan por la publicaci¨®n del patrimonio de los parlamentarios, incluyendo la participaci¨®n en sociedades o, tambi¨¦n, los bienes de c¨®nyuges y descendientes, el Partido Popular pone el acento en las medidas de control para detectar los incrementos de riqueza injustificados. Para los populares, no se tratar¨ªa tanto de conocer una foto fija del patrimonio de los parlamentarios -que, en su perspectiva, solo contribuir¨ªa al sensacionalismo-, como de dotar a las C¨¢maras y, por tanto, a los ciudadanos, de instrumentos para prevenir comportamientos irregulares.
Las propuestas de algunos grupos minoritarios, como Izquierda Unida, abogan, adem¨¢s, por endurecer el r¨¦gimen de incompatibilidades de los parlamentarios, una medida en la que coincide el PNV y que ha resumido en la alternativa "o esca?o o despacho". Populares y socialistas lo rechazan. Otras medidas que tambi¨¦n proceden de IU, como la de que los parlamentarios viajen en clase turista cuando lo hagan a cargo de las C¨¢maras, no han provocado reacciones en contra ni a favor.
El efecto que buscaba el presidente del Congreso con esta iniciativa ten¨ªa que ver m¨¢s con la pedagog¨ªa ciudadana y con la necesidad de restaurar la imagen de la pol¨ªtica y de quienes se consagran a ella, que con la b¨²squeda de un ahorro significativo para las cuentas del Estado. Es importante, por ello, que los grupos parlamentarios sigan como hasta ahora evitando enzarzarse en una espiral de demagogia que arruinar¨ªa por completo el sentido ¨²ltimo del ejercicio. Pero tambi¨¦n deber¨ªan ser conscientes de que la desafecci¨®n hacia la pol¨ªtica tiene causas diferentes y seguramente m¨¢s profundas.
Si el Parlamento no recupera el papel central que le corresponde en la vida pol¨ªtica, habr¨¢ sectores sociales que considerar¨¢n siempre un malgasto los recursos que se dediquen a su mantenimiento y al de sus miembros. Tanto si se aprietan el cintur¨®n, como si no lo hacen.
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