Construyendo libros como quien construye edificios

Irma Boom (Lochem, Holanda, 1960) supo a qu¨¦ se dedicar¨ªa de mayor el d¨ªa que un profesor entr¨® en la clase con una maleta llena de libros. Estudiaba pintura, pero vio claro que har¨ªa libros. El profesor regres¨® todos los mi¨¦rcoles. Y ella trabaj¨® en la imprenta del Estado para aprender encuadernaci¨®n. "Era na?ve, ten¨ªa muchas ideas locas pero me faltaba el conocimiento". Tras cinco a?os, un volumen sobre sellos le report¨® fama. Y mont¨® estudio propio. Hoy asegura que "construye libros", como si fueran edificios. Por eso ha venido a contar su experiencia a los alumnos de arquitectura del Instituto Empresa en un curso que analiza nuevas salidas profesionales para arquitectos del futuro.

En 1995, y tras cuatro a?os, Boom culmin¨® el encargo de un volumen para el centenario de la asociaci¨®n holandesa de empresas del carb¨®n SHV que sali¨® de imprenta tres meses despu¨¦s del m¨ªtico S,M,L,XL en el que Rem Koolhaas explicaba los ingredientes de la nueva arquitectura. Como el libro de Boom, el de Koolhaas era un "ladrillo". Ambos mezclaban estad¨ªsticas con c¨®digos de barras. La dise?adora lament¨® la coincidencia, pero Koolhaas asegur¨® que revelaba "id¨¦ntico nivel espiritual". El arquitecto dise?¨® el logo del estudio de Boom y hoy trabajan juntos.

?Qu¨¦ hace que un libro est¨¦ bien dise?ado? "Que sea espec¨ªfico, ajustado. No se trata de hacer un libro sobre un tema. El asunto es hacer el libro sobre ese tema". Y para eso no basta el contenido. Boom considera que los vol¨²menes que descuidan el continente no son libros sino informaci¨®n. ?Tanto cuidado por el contenedor no restar¨¢ importancia al contenido? "Es un peligro. Pero, salvando las distancias, ?los retratos de Vel¨¢zquez son m¨¢s el retratado o Vel¨¢zquez? Deber¨ªan ser los dos. Procuro ser fiel a los encargos. Rechazo bastantes. A muchos clientes les digo que es demasiado pronto. Que cuelguen la informaci¨®n en Internet".

?Los libros con presencia f¨ªsica son la herramienta para luchar contra las pantallas? "?Qui¨¦n habla de lucha? El iPad es una herramienta valiosa. Absorber¨¢ libros que no necesitamos en las estanter¨ªas. Los de consulta se ir¨¢n. Los que apetezca tocar se quedar¨¢n", vaticina. "No hay competencia con Internet. Son mundos diferentes. El libro es un medio lento, congelado. Internet es r¨¢pido y ef¨ªmero. Pero la convivencia nos har¨¢ pensar dos veces antes de imprimir un libro innecesario. Solo merecer¨¢ la pena imprimir y cuidar lo que realmente aporte".

Ha sido Internet lo que ha empujado a dise?adores como ella a arriesgar m¨¢s en el dise?o de los vol¨²menes que ha firmado para el Rijksmuseum, Ferrari o la empresa Vitra. "Hoy el libro es un objeto tridimensional y como tal puede desarrollarse, alcanzar otra vitalidad. Si solo ambicionamos mantener su statu quo nos quedaremos sin ellos. La pantalla, la miremos como la miremos, es plana. El libro, no".

Reivindica la coautor¨ªa, de autor y grafista, y dice que, aunque no siempre necesita los cuatro a?os que dedic¨® a SHV, "si se corre demasiado tu trabajo se convierte en rutina. Y de ella no sale nada especial". Sus favoritos son los libros peque?os "porque guardan una relaci¨®n con el cuerpo humano". Y nunca har¨ªa libros gigantes para decorar. No tiene estilo, pero es dif¨ªcil de imitar. "No sigo modas. Mi estilo es impredecible porque es una actitud".