"En el Parlamento se deber¨ªa hablar solo dos minutos"

No hab¨ªa un sitio m¨¢s castellano para quedar. Carles Bonet, senador de Esquerra Republicana de Catalunya, decide que, puestos a explayarse sobre catalanismo, le apetece una raci¨®n de cochinillo segoviano, con un vino tinto de Valladolid y el fr¨ªo ¨¢spero del Madrid de los Austrias en invierno. Elige un asador, enfrente del Senado, que es una especie de hemiciclo bis donde las enmiendas a los Presupuestos se ablandan como si fueran cuartos de cordero lechal.

Se?ala hacia un rinc¨®n del sal¨®n y comienza el relato del d¨ªa m¨¢s duro de su vida pol¨ªtica. La tarde del 10 de mayo de 2006, en la que el Senado aprob¨® el Estatuto de Catalu?a. "Ah¨ª, en esa mesa, est¨¢bamos comiendo aquel d¨ªa Josep Llu¨ªs Carod, Joan Puigcerc¨®s, Ernest Benach y yo. Ya sab¨ªamos entonces que Pasqual Maragall iba a echar a ERC del Gobierno por hacer campa?a contra el Estatuto. A pesar de ello, los senadores nos abstuvimos".

El senador de ERC se va de la pol¨ªtica con el reconocimiento p¨²blico de Zapatero

Bonet pas¨® d¨ªas de "angustia personal". "Solo me apoyaban Carod y Benach", confiesa. En el Congreso, ERC hab¨ªa votado no. Pero en el Senado, Bonet permiti¨® (sus votos m¨¢s los del PP habr¨ªan tumbado el Estatuto) que se aprobara. Se la jug¨® por su cuenta en contra de la mayor¨ªa del partido, que reclamaba el no hasta el final. "?ramos los representantes del Gobierno de Catalu?a. Habr¨ªa sido una victoria para el PP que no se merec¨ªa, y habr¨ªa ca¨ªdo como una maldici¨®n sobre nuestros descendientes".

"Independentista, de izquierdas y republicano" que se come hasta la piel del cochinillo, Bonet dice creer en "una Espa?a de uni¨®n, no de unidad". Es La Espa?a de los otros espa?oles, como se titula su ¨²ltimo libro, en el que documenta en qu¨¦ pa¨ªs pensaban los pol¨ªticos catalanes, en distintas ¨¦pocas, cuando pensaban en Espa?a. Cree en "la tradici¨®n de la izquierda catalana, una tradici¨®n federal en la que primero decidimos qu¨¦ somos y luego nos juntamos".

El pasado 19 de enero recibi¨® un reconocimiento p¨²blico inesperado. Desde la tribuna, el presidente del Gobierno dio las gracias a Bonet, estupefacto en su esca?o. "Es usted un dem¨®crata y un caballero", le dijo Zapatero, del que tiene una buena opini¨®n. No se conocen personalmente. "Una vez, hace dos a?os, me cit¨® para tomar un caf¨¦, pero nunca se concret¨®".

Era su ¨²ltimo debate, tras 11 a?os en los que se ha dado cuenta de que "los primeros siete minutos de la intervenci¨®n de un portavoz son lugares comunes". Para que se centraran en lo importante, "tendr¨ªan que hablar solo dos minutos" y luego responderse con cierto orden. "No se trata de hacer discursos, sino de hacer debates".

Leridano de 56 a?os, Bonet es profesor de matem¨¢tica aplicada en la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a y especialista en teor¨ªa del caos. Dej¨® el esca?o ayer, cuando el Parlamento de Catalu?a nombr¨® a sus nuevos senadores, y volver¨¢ a la docencia. A¨²n sabe explicar que "en un sistema ca¨®tico, cosas que est¨¢n ¨ªntimamente ligadas, casi pegadas, al cabo del tiempo no tienen nada que ver unas con otras". Evita hacer comparaciones f¨¢ciles entre los sistemas ca¨®ticos y la pol¨ªtica. "Como matem¨¢tico, veo que [en pol¨ªtica] hay que aceptar la complejidad. Las recetas f¨¢ciles no funcionan cuando afectan a la vida de la gente".