La ca¨ªda del 'rais' abre una nueva etapa en Oriente Pr¨®ximo
El cambio en Egipto es aceptado con temor por pa¨ªses como Israel o Arabia Saud¨ª, mientras que los islamistas de Ir¨¢n, Gaza y L¨ªbano lo ven como una oportunidad
La revoluci¨®n popular egipcia no s¨®lo ha derribado al rais, tambi¨¦n ha inspirado a millones de j¨®venes de todo el mundo ¨¢rabe que viven bajo reg¨ªmenes que les asfixian y ha abierto un sinf¨ªn de interrogantes acerca de c¨®mo se redibujar¨¢ el entramado de alianzas, enemistades y tratados de paz en Oriente Pr¨®ximo. El cambio en Egipto, el gran pa¨ªs del mundo ¨¢rabe y pieza clave del puzzle regional, ha despertado una oleada de temores y esperanzas en los pa¨ªses de la zona.
"Estamos en un momento clave. No s¨®lo para la historia de Egipto, sino para todo Oriente Pr¨®ximo", indica un alto responsable israel¨ª. "Esperamos que el gobierno que tome el poder en El Cairo entienda que es necesario preservar el acuerdo de paz con Israel, que resulta fundamental para la estabilidad de toda la regi¨®n", a?ade la misma fuente.
Ham¨¢s ya ha pedido a los nuevos l¨ªderes que abran el paso de Rafah
Teher¨¢n celebra que el 'rais' cayera el mismo d¨ªa de la revoluci¨®n de 1979
Israel es de los pa¨ªses que albergan m¨¢s temores que esperanzas. La ca¨ªda de Mubarak supone para Israel el fin de un estatu quo que dura m¨¢s de 30 a?os y que, para empezar, le ha permitido a los sucesivos Gobiernos israel¨ªes despreocuparse de la seguridad en su frontera sur. Pero, sobre todo, le ha permitido a Israel contar con un mediador en el conflicto de Oriente Pr¨®ximo del que se f¨ªa y que ha estado dispuesto a ser c¨®mplice en iniciativas israel¨ªes como el bloqueo de la franja de Gaza.
Fue en 1979 cuando Egipto e Israel firmaron el tratado que dar¨ªa lugar a la llamada "paz fr¨ªa", que hace alusi¨®n a la escasa calidez que se profesan las poblaciones de ambos pa¨ªses al margen de los acuerdos tejidos por los l¨ªderes pol¨ªticos. Israel teme ahora que un nuevo Gobierno egipcio nacido de las urnas y que refleje el sentir popular no est¨¦ dispuesto a mantener el tratado de paz en los t¨¦rminos actuales.
En la franja de Gaza, por el contrario, todo era j¨²bilo anoche. La suerte del mill¨®n y medio de ciudadanos que viven desde hace m¨¢s de tres a?os encerrados en Gaza podr¨ªa cambiar radicalmente en la era pos-Mubarak. Porque el embargo israel¨ª solo ha sido posible gracias a la connivencia de los egipcios que mantienen pr¨¢cticamente cerrado el paso de Rafah en el extremo sur de la franja. Y porque calculan los islamistas de Ham¨¢s que gobiernan en Gaza que la ascensi¨®n a la superficie pol¨ªtica de sus padres espirituales, los Hermanos Musulmanes egipcios, no puede ser m¨¢s que una buena noticia.
Sami Abu Zuhri, un portavoz de Ham¨¢s, pidi¨® ayer "a los nuevos l¨ªderes egipcios que levanten el bloqueo de Gaza inmediatamente y que abran el paso de Rafah para permitir el libre movimiento de las personas y para que pueda empezar el proceso de reconstrucci¨®n
[tras la destrucci¨®n causada durante la guerra de 2008]", seg¨²n declaraciones recogidas por la agencia Reuters. El centro de la ciudad de Gaza se colaps¨® anoche de coches, motos y manifestantes, que dispararon al aire y ondearon banderas egipcias para celebrar la marcha de Mubarak.
Para la familia real de Arabia Saud¨ª, sin embargo, el cambio de r¨¦gimen egipcio supone una evidente fuente de preocupaci¨®n, ante la perspectiva de perder un aliado frente a Ir¨¢n. Mientras, en las calles del reino, los ecos de las revueltas populares empiezan a sentirse. Los activistas m¨¢s j¨®venes exigen reformas pol¨ªticas a trav¨¦s de Facebook, un grupo de intelectuales ha fundado un partido pol¨ªtico y pedido al rey que autorice su funcionamiento. La decisi¨®n supone una primicia en el conservador reino, donde toda actividad pol¨ªtica est¨¢ prohibida desde mediados de los cincuenta del siglo pasado, cuando la familia real temi¨® el contagio de las ideas panarabistas de Nasser.
"Estamos todos pegados a la televisi¨®n. No estoy seguro de que pueda ocurrir lo mismo aqu¨ª, pero la gente esperaba expectante la ca¨ªda de Hosni Mubarak", conf¨ªa desde Riad un profesor universitario. "La mayor¨ªa ve con buenos ojos los cambios en el mundo ¨¢rabe con la esperanza de que afecte a la situaci¨®n en Arabia Saud¨ª y otros lugares", a?ade. "El tsunami del cambio en Oriente Pr¨®ximo va a seguir de una forma o de otra y Arabia Saud¨ª no est¨¢ aislada del resto", estima el profesor, un activista chi¨ª de la regi¨®n de Qatif, al este del pa¨ªs.
En Ir¨¢n, los dirigentes est¨¢n convencidos de que los cambios desatados por las revueltas ¨¢rabes van a reducir el peso de Estados Unidos, su archirrival durante las tres ¨²ltimas d¨¦cadas por la influencia en la regi¨®n. El presidente iran¨ª, Mahumud Ahmadineyad, apenas pod¨ªa ocultar la satisfacci¨®n que le produce ver en apuros a Mubarak, un l¨ªder que ha rechazado todos sus gestos de acercamiento y que, como han revelado las filtraciones de Wikileaks, considera a los gobernantes iran¨ªes "mentirosos" y "poco dignos de fiar".
Ayer, decenas de miles de iran¨ªes desafiaron la nieve y la lluvia para celebrar el 32? aniversario de la revoluci¨®n isl¨¢mica. Ahmadineyad aprovech¨® para reiterar la posici¨®n oficial de que las actuales revueltas son un eco de lo sucedido en su pa¨ªs en 1979 y poner a Ir¨¢n como ejemplo para la regi¨®n. "Pronto veremos el surgimiento de un nuevo Oriente Pr¨®ximo... un Oriente Pr¨®ximo en el que no hay lugar para las potencias arrogantes", declar¨®. "Muerte a Am¨¦rica, muerte a Israel", le respondi¨® entregada la multitud.
En L¨ªbano, el partido-milicia chi¨ª Hezbol¨¢ felicit¨® al "gran pueblo egipcio" por su "glorioso triunfo", seg¨²n indic¨® en un comunicado. Para Hezbol¨¢, fuerza ascendente en la vida pol¨ªtica libanesa, el fin de la era Mubarak es tambi¨¦n una buena noticia. A los enemigos de Israel por excelencia les agrada la posibilidad de que un nuevo Gobierno egipcio no se preste a colaborar con los israel¨ªes tanto como los anteriores. Ven adem¨¢s con buenos ojos un hipot¨¦tico resurgir islamista en Egipto.
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