Juan Luis Dalda, un urbanista comprometido

Aunque escribo desde el dolor y la perplejidad ante una muerte que parece incre¨ªble, no me resulta penoso porque Juan Luis Dalda, el profesional y el amigo, ha sido una referencia asidua siempre que se habla de planeamiento hasta su fallecimiento el pasado martes a los 65 a?os.

Juan Luis Dalda es una figura relevante en el urbanismo espa?ol. Formado en las Escuelas de Arquitectura de Madrid y Berl¨ªn, desde el grupo estudiantil del entorno de Tierno llega al PCE y, al dejar la militancia, traslada su compromiso pol¨ªtico al trabajo sobre la ciudad y el territorio y la mejora de las condiciones de vida de la poblaci¨®n.

Su trayectoria intelectual le confer¨ªa una visi¨®n hol¨ªstica de las cosas, capaz de incorporar lo que acontec¨ªa en el mundo junto a los nuevos lenguajes de la disciplina. Pensaba permanentemente, y necesitaba de la comunicaci¨®n con el otro para pulir su discurso te¨®rico y profesional. Hablaba con claridad y contundencia a pol¨ªticos y t¨¦cnicos sobre el trabajo urban¨ªstico, exigi¨¦ndoles un compromiso, porque sab¨ªa que nada sucede por casualidad. Se necesita imaginaci¨®n, tenacidad y preparaci¨®n para desarrollar un proceso intelectivo que de la casa pasa a la calle, al barrio, a la ciudad, a la metr¨®poli, a la regi¨®n, y retorna otra vez al principio.

Intervino de forma decisiva sobre el centro de Santiago de Compostela

En Galicia, el buen urbanismo va siempre asociado a la firma Oficina de Planeamiento, la consultora que Juan Luis Dalda y ?nxel Vi?a mantienen en A Coru?a desde su fundaci¨®n con Carlos de la Guardia y Jos¨¦ Ram¨®n Fern¨¢ndez Antonio en 1978. Planes generales y especiales de ciudades, villas y centros hist¨®ricos, que han ayudado a ordenar bien el pa¨ªs contraponiendo la racionalidad al desorden que invade ciertos lugares de la costa o al abandono en el que languidecen algunos conjuntos monumentales.

Creo que su predilecci¨®n ha sido Santiago de Compostela, porque en esta ciudad se desarroll¨® plenamente su apuesta rigurosa por la b¨²squeda del equilibrio entre conservar y transformar, entre tradici¨®n e innovaci¨®n. Compostela era como la bella durmiente, suspendida en el tiempo por una historia densa y un rico patrimonio adorado sin reflexi¨®n. Estrangulada en sus bordes, con la llegada de la democracia despierta y opta por el planeamiento. Cu¨¢ntas horas de reuni¨®n y de intenso debate para revisar el plan general de ordenaci¨®n y redactar el plan especial del centro hist¨®rico, en el que realizamos la delicada haza?a de introducir la arquitectura contempor¨¢nea reuniendo a grandes profesionales europeos para contribuir a un proyecto comedido de ciudad. Alcanza as¨ª la culminaci¨®n de su trayectoria, con el premio europeo de urbanismo que en 1998 conceden al plan la Comisi¨®n Europea y el Consejo Europeo de Urbanistas.

En un ejercicio complejo de equilibrio intelectual, desde 1995 hace compatible ese itinerario con su cargo de titular de Urban¨ªstica y Ordenaci¨®n del Territorio en la Escuela de Arquitectura de A Coru?a, donde llega a ser, sin duda, uno de los docentes m¨¢s apreciados. La relaci¨®n entre el profesor y los alumnos es de t¨² a t¨², dialogante y exigente al mismo tiempo, en una visi¨®n de la dimensi¨®n total del aprendizaje.

En la figura de Juan Luis Dalda se reivindica el concepto de urbanista, un t¨¦rmino que hoy, tras un largo per¨ªodo de agitaci¨®n inmobiliaria y descr¨¦dito del planeamiento, debemos recuperar porque, sin plan, el presente es un c¨²mulo de intereses en disputa y al futuro se lo enga?a con la tentaci¨®n de lo inmediato.

En ¨²ltima instancia, los planes urban¨ªsticos y los proyectos arquitect¨®nicos no son solo dibujos que transforman el espacio abstracto en esos lugares concretos en los que vivimos, gozamos o sufrimos. Son tambi¨¦n palabras, ideas que, frente a la desmoralizaci¨®n y la confusi¨®n, buscan la convivencia y la cultura.

Echaremos de menos su inteligencia cr¨ªtica, su ir¨®nica elegancia y su cultura human¨ªstica, pero al recorrer los territorios donde Oficina de Planeamiento ha intervenido resurgiremos de la tristeza al comprobar que vale la pena esforzarse en el buen hacer urban¨ªstico.

Xerardo Est¨¦vez es arquitecto y exalcalde de Santiago de Compostela