Camps, contra reloj

La Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n ha desbaratado la que podr¨ªa ser la ¨²ltima argucia del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, antes de sentarse en el banquillo de los acusados en relaci¨®n con el caso G¨¹rtel. En un intento de dilatar la apertura del juicio oral, el abogado de Camps solicit¨® nuevas diligencias que rechazaron tanto el juez instructor, Jos¨¦ Flors, como el Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Resuelta la solicitud, la fiscal¨ªa ha pedido el procesamiento de Camps por un delito de cohecho continuado. El castigo fijado por el C¨®digo Penal vigente cuando el presidente valenciano cometi¨® presuntamente el delito es una multa. Tras la reforma aprobada gracias al pacto entre socialistas y populares, los mismos hechos habr¨ªan sido castigados con hasta seis meses de c¨¢rcel.

Camps parece empe?ado en una carrera contra reloj con la justicia, intentando retrasar la apertura del juicio oral hasta despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas de mayo. De este modo, tendr¨ªa pr¨¢cticamente asegurado repetir como candidato de los populares y mantener su situaci¨®n de aforado durante el posterior desarrollo del juicio. La direcci¨®n nacional del PP contempla estas maniobras como si se tratase de un asunto ajeno, en el que no estuviera implicado uno de sus m¨¢s destacados dirigentes y, adem¨¢s, principal representante electo de la Comunidad Valenciana. Desde la sede central en la calle de G¨¦nova se contin¨²a apoyando a Camps y dejando en sus manos la decisi¨®n de abandonar o no. El PP valenciano, por su parte, intenta jugar a la confusi¨®n mostr¨¢ndose satisfecho de que Camps no haya sido condenado por un delito de cohecho propio, al tiempo que ha asegurado que no existen indicios de financiaci¨®n irregular del partido. Lo cierto es, por el contrario, que la investigaci¨®n policial ha encontrado esos indicios y que lo ¨²nico que sucede es que el tribunal no se ha pronunciado a¨²n sobre si le corresponde investigarlos.

La falta de respuesta del PP a los problemas de Camps con la justicia no solo est¨¢ provocando un grave deterioro institucional en Valencia. Adem¨¢s, ha propiciado la par¨¢lisis de una de las mayores Administraciones auton¨®micas, pendiente desde hace dos a?os de la suerte judicial de su presidente. La direcci¨®n nacional de los populares no muestra preocupaci¨®n, convencida de que ganar¨¢ las elecciones en la Comunidad Valenciana sea cual sea el candidato que presente. Justo por ello es por lo que su apoyo a Camps resulta a¨²n m¨¢s sospechoso, y hace suponer que busca retribuir al dirigente valenciano por los servicios prestados. Por el momento no es f¨¢cil saber a ciencia cierta cu¨¢les han sido esos servicios, aunque no resulta dif¨ªcil suponerlo. Sobre todo cuando la polic¨ªa ha encontrado indicios de financiaci¨®n ilegal sobre los que acabar¨¢ pronunci¨¢ndose el Tribunal Superior de Valencia. Quiz¨¢ para entonces Camps ya haya perdido su carrera contra la justicia, pero el PP se habr¨¢ ahorrado dar una respuesta pol¨ªtica a la sombra de la corrupci¨®n que pesa sobre ¨¦l.