El vecino que tumb¨® a la alcaldesa
El denunciante que ha logrado la inhabilitaci¨®n de la regidora de Zamudio cree un "milagro" haber ganado el pleito - Aiarza dej¨® su cargo el lunes
"Estoy satisfecho porque la justicia ha hecho honor a la verdad, pero tambi¨¦n triste porque con esto pierde el pueblo. Estas cosas no pueden suceder". Jos¨¦ Mar¨ªa Zarate, un vecino de Zamudio de 50 a?os, ha podido con su alcaldesa, la peneuvista Sorkunde Aiarza, quien el pasado lunes ha tenido que abandonar su cargo condenada en firme por la justicia. Aiarza se queda sin poder optar durante los pr¨®ximos nueve a?os a la reelecci¨®n que pretend¨ªa ni a ning¨²n otro cargo p¨²blico -figuraba tambi¨¦n en las listas peneuvistas a las Juntas de Vizcaya en los comicios de mayo-. La Audiencia vizca¨ªna le ha condenado por prevaricaci¨®n (dictar a sabiendas una resoluci¨®n injusta) por derribar una obra.
"Esto pasa en muchos pueblos, pero no se denuncia", asegura Zarate
La lucha de un vecino contra el poder ha ca¨ªdo del lado menos habitual. "Que se gane contra un Ayuntamiento es un milagro", apunta Zarate, en la puerta de su caser¨ªo en Zamudio. Este vecino ya irrit¨® a la Diputaci¨®n de Vizcaya en la d¨¦cada de los noventa al revelar la existencia de unos restos hist¨®ricos en el trazado previsto para el corredor del Txorierri, la carretera de circunvalaci¨®n en torno a Bilbao abierta en 2003. Esos restos formaban parte de la ruta juradera del Camino de Santiago. El trayecto tuvo que variarse con un sobrecoste de seis millones de euros. "Cuando ahora he tenido este problema, te pasan la factura", opina, tras recordar que entonces el alcalde era el padre de Sorkunde Aiarza.
El litigio que ha supuesto la inhabilitaci¨®n de la alcaldesa tiene su origen en el uso del camino rural del barrio donde reside Zarate, debido al paso de camiones de gran tonelaje. "Tuve seis entrevistas entre 2004 y 2006 con el aparejador Javier Argatxa y el concejal de Urbanismo, Juan Mari Lekerika, siempre con buenas palabras pero sin nada concreto. En 2006, les ped¨ª una soluci¨®n y el aparejador me dijo que pod¨ªa delimitar el terreno con estacas".
El vecino solicit¨® la licencia de obras para ello el 3 de octubre de 2006. Ante la falta de respuesta, y ampar¨¢ndose en el silencio administrativo positivo, instal¨® 43 estacas en mayo de 2007. "La alcaldesa, que era la primera vez que daba la cara, apareci¨® el primer d¨ªa en la obra diciendo que no pod¨ªa hacer nada. Despu¨¦s de dos horas, me dijo: 'Pues vale", rememora.
Cuando estaba a punto de finalizar la obra, la actual parlamentaria del PNV Arantza Aurrekoetxea, "que es la que que corta el bacalao en Zamudio", le dijo que "parara inmediatamente". "Vino a acojonarme, pero se fue como vino", a?ade Zarate.
Luego lleg¨® el decreto de alcald¨ªa y la orden de tirar las estacas, que llevaron a Zarate a presentar la denuncia en los juzgados. La junta municipal del PNV buzone¨® dos veces por todo el pueblo octavillas defendiendo a la alcaldesa frente al vecino. "Ha sido muy duro, y todo porque el Ayuntamiento no actu¨® de oficio y ha querido favorecer a otro vecino", asegura Zarate, se?alando a un hombre que labra la tierra en el terreno colindante, ?ngel Aurre, "que tiene mucho peso aqu¨ª".
Zarate, quien adem¨¢s de lograr que se le repongan las estacas ha recibido una indemnizaci¨®n de 2.000 euros y 3.000 m¨¢s por las costas procesales, cree que estos conflictos "pasan en muchos pueblos, pero no se denuncian". "Espero que con esto que me ha pasado se animen m¨¢s", concluye.
En su sentencia firme que inhabilita a la alcaldesa hasta el 4 de febrero de 2020, la Audiencia desestima que haya sido un tema menor, porque se "tiene derecho a demandar que la actuaci¨®n [p¨²blica] se ajuste a la legalidad".
Un largo litigio
- El conflicto se inicia en 2001 por el tr¨¢fico pesado que discurre por el camino vecinal junto al caser¨ªo de Zarate y que invade sus terrenos por la estrechez de la calzada. Entre 2004 y 2006 se re¨²ne hasta seis veces con el Ayuntamiento para buscar una soluci¨®n. El aparejador municipla le asegura que puede delimitar sus tierras con unas estacas.
- El 3 de octubre de 2006 pide licencia de obras, pero no obtiene respuesta en ocho meses. Acogi¨¦ndose al silencio administrativo positivo, realiza las obras entre el 21 y el 23 de mayo.
- La alcaldesa ordena por decreto el derribo de 43 estacas sin ning¨²n informe y sin esperar a que el juzgado al que hab¨ªa recurrido Zarate se pronunciase.
- El 31 de mayo de 2010, un juzgado condena por prevaricaci¨®n a Sorkunde Aiarza, fallo confirmado por la Audiencia de Vizcaya el 29 de noviembre que supone inhabilitarle nueve a?os. Aiarza dej¨® su cargo el lunes.
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