Da?o
Si ustedes quieren asomarse a los rigores de los medios de comunicaci¨®n, esta semana no se aburrir¨¢n. El domingo, el escritor Javier Cercas publicaba un art¨ªculo en EL PA?S con el contundente t¨ªtulo de Rico, al pared¨®n. Se refer¨ªa a una cr¨ªtica desatada del profesor Francisco Rico contra la ley antitabaco del Ministerio de Sanidad, que este terminaba con una declaraci¨®n: "Yo no he fumado un cigarrillo en toda mi vida". Algunos lectores, alertaron, por fotos, del profesor Rico fumando. Al parecer, el profesor Rico es un fumador compulsivo y la frase final de su art¨ªculo era un gui?o. Para Cercas, la reacci¨®n a esa broma para ¨ªntimos hab¨ªa puesto de relieve el clima de intransigencia en el que se mueve hoy d¨ªa la opini¨®n p¨²blica. La broma, tomada en serio, hab¨ªa dejado fuera de combate todas las argumentaciones del art¨ªculo y las reacciones se centraron en dar caza al mentiroso.
Como Cercas y Arcadi Espada andan enzarzados en una pol¨¦mica sobre la verdad period¨ªstica y la verdad literaria, el segundo, quiz¨¢ d¨¢ndose por aludido o aprovechando una oportunidad de oro, public¨® un art¨ªculo en El Mundo donde aseguraba que Cercas hab¨ªa sido detenido durante la redada de un prost¨ªbulo en Arganzuela. Seg¨²n el art¨ªculo, el nombre de Cercas estaba siendo citado en tertulias televisivas y eso a Arcadi no le parec¨ªa bien.
Inmediatamente los peri¨®dicos digitales se hac¨ªan eco del art¨ªculo de Espada y expand¨ªan la noticia de la detenci¨®n de Cercas. Noticia falsa, pero que comenz¨® a dejar el reguero de mierda que cualquier acusaci¨®n de este tipo genera. Puede que la intenci¨®n de Arcadi Espada fuera mantener una esgrima dial¨¦ctica sobre los artificios de la escritura, pero el trasvase de la batalla intelectual a las cloacas de la infamia suena a desmesurado. Es como si para ense?ar a un ni?o los peligros del fuego, quemamos a su profesora en mitad del aula. No hay que olvidar que Rico se coloc¨® de protagonista de la broma y la mentira. Colocar a otro el fardo de la broma, inventarle una mentira, aunque sea con fines de pedagog¨ªa period¨ªstica, quiz¨¢ es un atrevimiento que las ganas de hacer da?o de los medios reciban con demasiada alegr¨ªa. No ser¨¢ tanto una contribuci¨®n al humor como una oportunidad bien aprovechada para hacer da?o al otro.
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