Ni perezosos ni improductivos
La solidez de la econom¨ªa espa?ola es mayor de lo que pretenden los analistas superficiales, los catastrofistas natos y los especuladores que apuestan al desastre. Los t¨®picos de nuestro poco trabajo y baja productividad son err¨®neos
La gran recesi¨®n mundial, que no previeron ni la Comisi¨®n Europea, ni la OCDE -todav¨ªa a mediados de 2008 vaticinaba para Espa?a un crecimiento positivo del 1,1%, cuando la realidad result¨® una ca¨ªda de 3,7%-, fue afrontada por casi todos los pa¨ªses con est¨ªmulos de car¨¢cter keynesiano que amortiguaron sensiblemente el batacazo.
La ca¨ªda del PIB en Espa?a fue la segunda menor despu¨¦s de Francia, pero se compens¨®, en negativo desgraciadamente, con una brutal ca¨ªda del empleo, a causa, como en Irlanda, de los excesos cometidos en la construcci¨®n.
En el a?o 2010 los pa¨ªses menos lastrados por el desplome de la construcci¨®n y del empleo tuvieron unos rebotes considerables, como resultado de los est¨ªmulos del a?o anterior y de la primera mitad del a?o: Alemania creci¨® un 3,6%, Estados Unidos un 2,7%, Francia un 1,6% e Italia un 1%.
Estereotipos extranjeros y nuestra autoflagelaci¨®n llevan a an¨¢lisis demasiado pesimistas
Quiz¨¢ el pr¨®ximo Gobierno no necesite dos a?os para sacarnos de la crisis, sino solo uno
Espa?a no toc¨® fondo en 2009, ya que el Gobierno comenz¨® el ajuste con un recorte del consumo p¨²blico, en el ¨²ltimo trimestre de 2008, reduciendo el PIB, a costa de retrasar el fondo de la crisis hasta el primer trimestre de 2010.
En el pasado a?o, Espa?a tuvo una ca¨ªda m¨ªnima del PIB, del -0,1% interanual, aunque los m¨¢s serios analistas hab¨ªan augurado ca¨ªdas del -0,7% (Funcas) y del -0,6% (BBVA). En t¨¦rminos interanuales, el cuarto trimestre de 2010 dio ya un crecimiento positivo del 0,6% pese a las medidas de ajuste.
Para el presente a?o se espera una desaceleraci¨®n sensible de tres de los cuatro grandes pa¨ªses que modulan la econom¨ªa mundial. Estados Unidos pasar¨¢ de crecer un 2,7% a un 2,4%, Alemania del 3,6% al 2,3% y Jap¨®n del 3,8% al 1,5%. Todo ello porque de los est¨ªmulos keynesianos, positivos en 2009 y en la primera mitad de 2010, al faltar en 2011, dar¨¢n lugar a una ralentizaci¨®n. En el caso de Alemania, esta se deber¨¢ a una ca¨ªda de las demandas interna y externa, siendo esta ¨²ltima su mejor est¨ªmulo, puesto que sus exportaciones representan un 46% del PIB, frente al 26% de Francia, Italia y Espa?a.
La econom¨ªa espa?ola acelerar¨¢ su ritmo de crecimiento unas 9 d¨¦cimas, al pasar de -0,1% anterior al entorno del 0,8%. Y, en 2012, seg¨²n el promedio de las previsiones de la OCDE, el FMI y la Comisi¨®n Europea, alcanzar¨¢ una tasa, ya aceptable, del 1,7%, entre el 1,9% de Francia y el 1,4 de Italia. En las previsiones del FMI -hechas en noviembre pasado- para el a?o 2013, Espa?a, con un crecimiento en torno al 2%, estar¨ªa en la zona m¨¢s alta de los ritmos del PIB, y recuperar¨¢ -junto a Italia- el PIB de antes de la crisis. Quiz¨¢ el pr¨®ximo Gobierno no necesite dos a?os para "sacarnos" de la crisis como se ha dicho, sino solo uno. Sin embargo, hasta que se alcancen esas tasas pr¨®ximas al 2%, es improbable que se produzca una creaci¨®n neta de empleo, tanto por la lenta recuperaci¨®n de la construcci¨®n, como por el crecimiento de la poblaci¨®n activa. De los 2.700.000 trabajadores que llegaron a encontrar ocupaci¨®n en el "ladrillo" y la construcci¨®n civil, un n¨²mero cercano a 700.000 no volver¨¢n a encontrar puestos de trabajo en Espa?a en los a?os pr¨®ximos. Ello mantendr¨¢, por largo tiempo, un alto nivel de paro estructural.
La reforma laboral, en su vertiente del nuevo contrato de fomento del empleo, est¨¢ dirigida a que los contratos que se generen sean estables en vez de temporales. Pero no puede sustituir al impulso de la demanda en la creaci¨®n de empleo. Los detractores de la reforma intentan denigrarla "porque no crea empleo", pero esa no es su funci¨®n. Sin embargo, se est¨¢ iniciando lo que esper¨¢bamos de ella: los contratos indefinidos aumentaron entre agosto y diciembre y el porcentaje de los de fomento del empleo tambi¨¦n.
La otra vertiente de la reforma -en discusi¨®n entre los sindicatos y la CEOE- es la referente a la adaptaci¨®n de las negociaciones salariales a las situaciones de las empresas, relajando la rigidez inadecuada de los convenios de rama, provinciales, etc¨¦tera. Esta parte de la reforma es vital para crear empleo y, si llega a buen puerto, ser¨¢ un ¨¦xito enormemente ¨²til.
Un elemento fundamental para crear empleo ha salido a la palestra en los ¨²ltimos d¨ªas, toscamente, por boca de la canciller Merkel. La clave no es la relaci¨®n entre los salarios y la inflaci¨®n, sino la relaci¨®n entre la productividad por trabajador y el salario real, esto es, el salario dividido por el deflactor del PIB. La teor¨ªa econ¨®mica y una amplia experiencia de la econom¨ªa espa?ola demuestran que cuando la productividad es superior al salario real crece el empleo, y si es inferior, el empleo se estanca o decrece.
Aunque son grandes las dificultades econ¨®micas que estamos soportando, por el desplome de la construcci¨®n, su repercusi¨®n financiera y la ca¨ªda del empleo, mi perspectiva es optimista. La solidez de la econom¨ªa espa?ola es mucho mayor de la que presentan los analistas superficiales, los catastrofistas natos y especuladores que apuestan al desastre. Es inaudito que un premio Nobel como Robert Lucas -cabeza de la escuela antikeynesiana de Estados Unidos-, visite Madrid y, en una entrevista, afirme que Espa?a tiene un PIB per c¨¢pita un 20% menor que la media de la Uni¨®n Europea, y que los espa?oles trabajamos pocas horas. Solo con tomarse la molestia de echar un vistazo al Statistical Annex del Eurostat o las series temporales del Conference Board, se habr¨ªa enterado de que el PIB per c¨¢pita espa?ol est¨¢ por encima no solo de la media de la Uni¨®n Europea, sino incluso del de Italia. Respecto a lo segundo, un ocupado espa?ol trabaja un promedio de 1.654 horas al a?o, pr¨¢cticamente igual al promedio americano, y m¨¢s que Francia (1.554), Reino Unido (1.647) y Alemania (1.390).
Las ideas preconcebidas de los extranjeros que nos colgaron la denigrante sigla de "PIGS" y la tendencia castiza al pesimismo y a la autoflagelaci¨®n, dan por supuesto que el Gobierno espa?ol no ha hecho los deberes y, adem¨¢s, que los ciudadanos somos poco productivos. Pero la realidad fue que tuvimos super¨¢vit de las cuentas p¨²blicas antes de la crisis, cuando la media de la eurozona estaba en negativo. Entramos en la crisis con la menor deuda p¨²blica (53%), frente al 73% de Alemania, el 78% de Francia y el 116% de Italia. Gracias a esa menor deuda, a pesar de la injusta subida de las primas de riesgo, el coste que pagamos en 2010 fue solo el 2% del PIB, frente al 2,4% de Alemania, el 2,6% de Francia y el 4,6% de Italia.
El t¨®pico de la baja productividad de los trabajadores espa?oles es una generalizaci¨®n err¨®nea del estancamiento que esta tuvo en el periodo entre 1996 y 2002, dominado por la inmigraci¨®n masiva y la ocupaci¨®n en el inmobiliario. Pero el crecimiento del PIB por ocupado espa?ol fue m¨¢s r¨¢pido que el de Alemania y el de Italia entre 1982-1993 y, de nuevo, entre 2004 y 2009. Y, en 2009, la productividad por ocupado espa?ola, estaba entre el de Alemania y el de Italia. En 2010, la productividad por asalariado fue del 2,4% en el conjunto de la econom¨ªa y del 6,6% en la industria.
Si no fuera as¨ª, habr¨ªa sido imposible el notable crecimiento de nuestras exportaciones, que fue en promedio del 5,4% entre 19981-1990 (igual que el de Alemania), del 10% en 1991-2000 (Alemania 6,4), y del 2,5% en 2001-2010, inferior al de Alemania (5,2%), pero superior a la media de la Eurozona (2,2%).
Es cierto que el hundimiento de la construcci¨®n es una losa que nos hace lento y penoso el camino, pero cuando en 2013 se recupere el nivel del PIB de 2008, comenzar¨¢ un impulso nuevo y m¨¢s sano, que demostrar¨¢ que el dinamismo de la econom¨ªa espa?ola no descansaba tanto como se cre¨ªa en el ladrillo, sino en los servicios y la industria.
Miguel Boyer fue ministro de Econom¨ªa y Hacienda entre 1982 y 1985.
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