Paisajes mentales
En la obra de Ibon Aranberri (Itziar, 1969) el dispositivo lo es (casi) todo, algo as¨ª como la tela en el caballete, que ofrece una pintura de la vista a trav¨¦s de la ventana, y esa "figura" encaja exactamente en la vista; y as¨ª, el artista guipuzcoano es capaz de aseverar que, en el mundo de ah¨ª afuera, el paisaje no es m¨¢s que una construcci¨®n cultural, y a veces hasta mental. Con todo, su trabajo no se limita a la sorpresa del display; de ser as¨ª, hubiera tenido una vida exang¨¹e, desde su exhibici¨®n en importantes museos europeos y documentas, como la de Kassel de 2007, la Manifesta de 2002 o la Bienal de Sidney de 2008. Los proyectos de Aranberri nunca est¨¢n concluidos: cada exposici¨®n es susceptible de ser transformada, un espejo presentando la naturaleza. Su formalismo -de procedimiento- va m¨¢s all¨¢: sin hedonismos ni autoexpresi¨®n, observa la manera en que se relacionan cultura y naturaleza y c¨®mo ¨¦sta se ata a la memoria colectiva, la proyecci¨®n ideol¨®gica sobre el paisaje, la configuraci¨®n de lo social, las periferias, las dimensiones econ¨®micas y territoriales de local, los s¨ªmbolos, la historicidad, la modernidad. La revisi¨®n de la obra de Aranberri, ahora en la Fundaci¨®n T¨¤pies, es una declaraci¨®n de alianzas entre escultura y escritura, forma e informaci¨®n, figuraci¨®n y abstracci¨®n, retrospectiva y prospecci¨®n, objetos e im¨¢genes, m¨®dulos y estructuras abiertas. Encuentra ricas fuentes en archivos de empresas que realizaron la construcci¨®n de grandes infraestructuras en el territorio espa?ol: mapas, planos topogr¨¢ficos, notas geogr¨¢ficas, documentos administrativos y fotograf¨ªas a¨¦reas. Un s¨®lido conjunto discursivo donde, pese a algunas debilidades de escala, el espectador encuentra una sensaci¨®n de verdad. Gram¨¢tica de la Meseta (2010), Pol¨ªtica Hidr¨¢ulica (2004) y Mar del Pirineo (2006) invitan a reflexionar sobre las profundas alteraciones f¨ªsicas que las obras de ingenier¨ªa ocasionan en el paisaje. En Found and Dead (2007), el artista establece una relaci¨®n entre escultura y ruina, en la materia primordial de una piedra procedente de un obelisco, un elemento conmemorativo utilizado profusamente durante la ¨¦poca franquista. En la sala del museo, vemos la piedra en su estado originario, como informaci¨®n y como singularidad; es heroica como escultura minimalista y a la vez falso detrito de un evento singular y ¨²nico. R¨ªa y acantilado (2000-2005) parte del proyecto de la central de Lem¨®niz, una gran fantasmagor¨ªa que podr¨ªa ser el reverso del Museo Guggenheim, convertido ahora en una instalaci¨®n compuesta por un diaporama de 35 mil¨ªmetros, una pancarta y dos maquetas arquitect¨®nicas que dan juego a ideas y destinos arbitrarios. Una ¨²ltima serie de trabajos se aproxima a elementos naturales como la monta?a, la nieve y la cueva. Prescindibles son las vitrinas que exhiben los restos arqueol¨®gicos extra¨ªdos de la cueva donde el artista intervino en 2003 para cerrar su acceso mediante una estructura de metal negro. Y conveniente la pel¨ªcula rodada en 16 mil¨ªmetros dentro de la instalaci¨®n Exercises on the North Side y que se enmarca en la tradici¨®n del cine documental de monta?a, donde movimiento y contemplaci¨®n hacen inevitable sobrevolar el territorio del romanticismo y, por qu¨¦ no, del esteticismo.
Ibon Aranberri
Fundaci¨®n Antoni T¨¤pies
Carrer Arag¨®, 255. Barcelona
Hasta el 15 de mayo
![Una parte del proyecto <i>Pol¨ªtica hidr¨¢ulica</i> (2004-2010), de Ibon Aranberri.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/K6C2W3RWLL5HCMLPZHY5GOHV2U.jpg?auth=7b354a0cdb8bc1b40ebe9dd8ec870bb5351cac9f9c38b1ff3ccd32af0b531a4b&width=414)
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