La guerra civil de los 'telecos'

La polic¨ªa lo sabe bien: la mayor parte de los casos de violencia se dan en el ¨¢mbito dom¨¦stico. Peque?as rencillas acumuladas acaban un d¨ªa en cualquier cosa. Algo as¨ª ha pasado entre los ingenieros de telecomunicaciones. El pasado viernes, unos cerrajeros cambiaron las llaves de la puerta, de modo que cuando el decano del Colegio de Catalu?a, Miquel Ram¨ªrez, fue a entrar, se llev¨® un chasco. No s¨®lo su llave era in¨²til: en el interior hab¨ªa unos guardias de seguridad que le notificaron que no estaba autorizado a usar unas instalaciones donde por la ma?ana ten¨ªa su despacho. La cosa acab¨® en un juzgado que, provisionalmente, ha decidido que el Colegio espa?ol d¨¦ una llave a la organizaci¨®n catalana para que pueda seguir utilizando el local. Ambas partes dicen que las cosas se arreglar¨¢n y que la culpa es de los otros.

"No hay que ver voluntad separatista en el conflicto", dice el colegio catal¨¢n

El Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de Catalu?a naci¨® oficialmente el pasado octubre, por un decreto del Gobierno catal¨¢n. Hasta entonces, la organizaci¨®n colegial era ¨²nica para toda Espa?a y la demarcaci¨®n de Barcelona, junto a la Asociaci¨®n de Ingenieros de Telecomunicaciones de Catalu?a, utilizaba un local que pertenece al Colegio espa?ol sin pago alguno. "Como hab¨ªa sido siempre, porque siempre hemos tenido muy buenas relaciones", explica Eugenio Font¨¢n, decano de la organizaci¨®n espa?ola. El 1 de enero naci¨® formalmente el Colegio de Catalu?a, de modo que los ingenieros de esta especialidad no ten¨ªan por qu¨¦ mantener la doble colegiaci¨®n, salvo que as¨ª lo deseasen. La norma catalana establece que los profesionales pertenezcan al colegio donde residen. En total hay unos 12.000 ingenieros de telecomunicaciones en toda Espa?a, de los que unos 1.500 ejercen en Catalu?a. Estos ya no ten¨ªan que pagar la cuota espa?ola, pero vieron que les era cargada a mediados de enero. Aqu¨ª las versiones difieren. La organizaci¨®n colegial catalana sostiene que hasta ese momento el pago se hac¨ªa en octubre y que la cuota de enero s¨®lo se carg¨® a los colegiados catalanes. Font¨¢n afirma que el cobro en enero se aplica en toda Espa?a desde hace dos a?os, "porque la colegiaci¨®n lleva aparejado, entre otras cosas, el visado y un seguro y, seguramente por la crisis, no hab¨ªamos encontrado con casos en los que el colegiado usaba los servicios en la primera mitad del a?o y luego no pagaba".

Carles Mart¨ªn, vicedecano del Colegio de Catalu?a sostiene que la discrepancia real es hist¨®rica: "Cada a?o el Colegio reservaba una cantidad desmesurada para gastos generales, relacionados con la sede en Madrid, y poco para las organizaciones territoriales", de modo que la escisi¨®n ("no hay que ver aqu¨ª voluntad separatista alguna", a?ade) responde a la voluntad de administrar los propios fondos.

La tensi¨®n fue subiendo de tono hasta el viernes, cuando el Colegio Espa?ol cambi¨® las cerraduras, aduciendo una ruptura del pacto por el que ced¨ªan los locales a las organizaciones catalanas. ?stas llevaron el caso al juez, quien orden¨® que se permitira a los catalanes usar las instalaciones. La resoluci¨®n judicial noera clara, de modo que los propietarios del edificio entendieron que deb¨ªan permitir la entrada a los empleados, pero no a los colegiados, lo que oblig¨® a pedir al juez una segunda disposici¨®n. En este caso obligaba a ceder una llave a los usuarios de siempre que desde ayer han recuperado el acceso a la sede.

En la escalada, un ejecutivo que compaginaba su labor para ambas entidades ha sido despedido. La organizaci¨®n espa?ola sostiene que hab¨ªa pedido la baja del Colegio espa?ol para trabajar en el catal¨¢n. La entidad catalana lo niega y dice que se trata de una guerra de nervios. Tanto Font¨¢n como Mart¨ªn sostienen que la cosa acabar¨¢ en entendimiento... alg¨²n d¨ªa.