La Diputaci¨®n de Ourense emplea a cientos de familiares de ediles del PP

La Diputaci¨®n Provincial de Ourense es, por n¨²mero de trabajadores, la segunda empresa de la provincia. Tiene 950 empleados y casi la mitad, unos 400, son concejales del PP o familiares directos de los 485 ediles que el partido tiene repartidos en los distintos ayuntamientos de Ourense, seg¨²n ha comprobado este peri¨®dico. La otra mitad son militantes del partido, excepto algunos funcionarios que desembarcaron en la diputaci¨®n antes que su presidente, el popular Jos¨¦ Luis Baltar, que lleva dos d¨¦cadas al frente de la instituci¨®n. En su feudo provincial no se inmiscuyen ni el presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, ni el presidente del PP, Mariano Rajoy, quien proclama en las campa?as electorales en las que necesita los votos de Ourense que "Baltar es el PP".

Y eso a pesar del pulso que hace un a?o Baltar ech¨® a Feij¨®o y Rajoy proponiendo para sucederle en la direcci¨®n del partido en Ourense a su hijo, frente al candidato del presidente de la Xunta. Antes del congreso que deb¨ªa decidir entre los dos candidatos, Baltar coloc¨® a m¨¢s de 200 trabajadores eventuales (por tres o seis meses) que despu¨¦s fueron a votar, seg¨²n una denuncia del PSOE a la Fiscal¨ªa de Ourense y del sector cr¨ªtico del propio PP en la campa?a del congreso. El hijo que le sucedi¨® en el cargo barri¨® al candidato de Feij¨®o y Rajoy.

La pr¨¢ctica contratadora de Baltar se repite en las citas electorales. En sus v¨ªsperas se disparan las oposiciones aprobadas por familiares o cargos del PP y las contrataciones masivas -tambi¨¦n de afines al partido- por periodos peque?os de tiempo, que en muchos casos el presidente acaba renovando. Entre 2007 y 2009, Baltar emple¨® en la diputaci¨®n, con contratos temporales, a 106 personas que integraron listas del PP en los 92 Ayuntamientos de la provincia; a 79 concejales (algunos alcaldes o exalcaldes) y a unos 120 parientes de estos. El recuento de enchufados corresponde solo a la instituci¨®n. Pero, con sus dependencias abarrotadas de personal con escasa tarea -en un edificio cultural hay 33 bedeles para tres puertas, y sigue creando plazas-, el presidente reparte a algunos contratados por Ayuntamientos gobernados por el PP en la provincia.

Ahora comienza a tener problemas con los jurados de las oposiciones: llegan las segundas generaciones y se dan casos en los que un padre puede examinar a su propia hija. En estas pruebas la presencia de opositores ajenos al partido es simb¨®lica. La batalla por entrar en la diputaci¨®n la libran ya solo los propios militantes, aseguran los grupos de oposici¨®n. A pesar del m¨¢s de medio centenar de plazas convocadas desde hace un mes, las academias reconocen que no tienen demanda de alumnos para oposiciones a la diputaci¨®n.