Verg¨¹enza
Ha sucedido en tantas ocasiones que no vamos a escandalizarnos por una m¨¢s. Recordemos los Balcanes o Ruanda. Nunca m¨¢s. En cada ocasi¨®n hemos recorrido los mismos penosos caminos. En cada ocasi¨®n los europeos hemos dado un bochornoso espect¨¢culo de inhibici¨®n e indiferencia y luego, cuando ya no ten¨ªa remedio, entonado el mea culpa. Y, como si nada, de vuelta a las andadas. Ahora mismo. Justo cuando los pueblos del sur del Mediterr¨¢neo se levantan, nuestros gobiernos, la Uni¨®n Europea, el conjunto de las instituciones internacionales, demuestran que est¨¢n en otras cosas. Aquella fosa mediterr¨¢nea que nos separaba en desarrollo, rentas y demograf¨ªa se hace estos d¨ªas m¨¢s ancha y m¨¢s profunda. Ahora es un abismo de ignorancia y desinter¨¦s.
?Nadie convocar¨¢ en la UE una reuni¨®n de urgencia para evitar que Gadafi siga atacando a la poblaci¨®n libia?
En todos y cada uno de los pasos, zancadas m¨¢s bien, que est¨¢ dando la revoluci¨®n democr¨¢tica en el mundo ¨¢rabe, hemos reaccionado tarde y mal. Lastrados al principio por nuestras estrechas relaciones con los dictadores y reyezuelos. Despu¨¦s, por las malas excusas sobre la estabilidad y los peligros del islamismo. Y, finalmente, por una pol¨ªtica exterior europea ya difunta. El colmo insoportable lo han facilitado los ¨²ltimos acontecimientos de Libia, donde corre la sangre a raudales, vertida criminalmente por un protegido de occidente.
Navegar por las p¨¢ginas en Internet de las instituciones internacionales y europeas es un ejercicio aleccionador sobre esta fosa y sobre la parsimonia con que unos y otros reaccionan ante la matanza que est¨¢ perpetrando el coronel Gadafi entre su poblaci¨®n. La presidencia semestral de la UE, a cargo ahora de Hungr¨ªa, se ocupa de cualquier cosa menos de la revuelta ¨¢rabe y de los centenares de v¨ªctimas de la represi¨®n que se est¨¢n produciendo. El presidente del Consejo Herman van Rompuy todav¨ªa tiene el reloj en la hora en que Mubarak estaba tambale¨¢ndose. La representante europea para Asuntos Exteriores, Catherine Ashton, va un poco m¨¢s adelantada: le pide a las autoridades de Bahrein que hagan el favor de evitar actuaciones violentas y viaja esta semana pr¨®xima a El Cairo.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se ha quedado en el voto mayoritario y el veto estadounidense sobre los asentamientos israel¨ªes en territorio palestino. Fue el viernes por la noche y estamos en fin de semana. La diplomacia tiene naturalmente derecho al descanso. No entremos en las comedidas reacciones de la Conferencia Isl¨¢mica y de la Liga Arabe. ?Y nuestra querida Uni¨®n para el Mediterr¨¢neo, con sede en Barcelona, presidida todav¨ªa por el depuesto Mubarak y por Nicolas Sarkozy? Sin secretario general, dimitido, y con esta copresidencia sonrojante, lleva dos a?os largos desde su fundaci¨®n sin hacer nada. ?No hay nadie en Bruselas o en Pedralbes para hacer un simple comunicado que tape un poco nuestra verg¨¹enza? ?Nadie en ning¨²n organismo internacional que convoque una reuni¨®n de urgencia para evitar que siga la matanza?
Los ministros de Exteriores de los 27 que se re¨²nen hoy en Bruselas en su consejo mensual tienen la oportunidad de demostrar que por una vez saben estar a la altura de las circunstancias. ?Har¨¢n algo m¨¢s que encargar a sus funcionarios la redacci¨®n de un sentido e in¨²til comunicado sobre la sangrienta represi¨®n en Libia? La UE debiera convocar una cumbre extrarodinaria para frenar la matanza y preparar los planes de ayuda a las transiciones democr¨¢ticas. Estamos dirigidos por lo que se ve por cansinos comentaristas de la actualidad (que no aciertan ni siquiera a llegar a tiempo en sus comentarios) y no por personas dispuestas a tomar decisiones, auxiliar a las poblaciones y enfrentarse a las dificultades que plantea el mayor acontecimiento hist¨®rico que se produce a nuestras puertas desde 1989.
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