El plan oculto

El dirigente de CiU Josep Antoni Duran Lleida acus¨® ayer a la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n, de utilizar su cargo para hacerse autobombo porque tiene un plan oculto para relevar al presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. A lo mejor Duran tiene raz¨®n. Y tambi¨¦n informaci¨®n privilegiada. Lo que s¨ª es verdad es que estos d¨ªas en el PSOE hay mucho nerviosismo, inquietud y varios planes ocultos con respecto a la sucesi¨®n, a¨²n sin solventar, de Zapatero. Pero no solo por parte de Chac¨®n, premeditadamente ambigua en sus declaraciones y exposiciones p¨²blicas desde hace tiempo. No es la ¨²nica.

Chac¨®n cuida mucho sus ambiciones. Como otros aspirantes que tampoco est¨¢n jugando esta partida a pecho descubierto. Y ayer llevaba las frases de las respuestas sobre sus aspiraciones perfectamente calculadas. Muy meditadas. Lo primero de todo era dejar claro que sus preferencias de futuro solo pasan por la continuidad de Zapatero. Y solo si no es as¨ª se abonar¨ªa a la doctrina Felipe, en referencia a Felipe Gonz¨¢lez, que a¨²n influye mucho en el PSOE, porque es la senda que quiere seguir en esta disputa. La de las bases. La de que hablen los militantes frente a los aparatos, algo siempre con mucho ¨¦xito entre los socialistas cuando se les da la oportunidad. La de no asumir las decisiones impuestas desde arriba. La de rechazar para dirigir el PSOE los candidatos a dedo. Eso s¨ª, con sus contradicciones. Chac¨®n, auspiciada en sus distintos cargos por Zapatero, siempre se ha querido distinguir de otros dirigentes o aspirantes en que ella s¨ª dispone de un gran aparato de partido detr¨¢s, el PSC. Y ayer, adem¨¢s, cuando ense?¨® un poquito otra vez sus pretensiones, simplemente no descart¨¢ndose, lo hizo en los salones del poder de Madrid. En una comparecencia bien rodeada de ministros, cargos org¨¢nicos y alg¨²n desencantado del zapaterismo.

La pregunta que muchos se hac¨ªan ayer en el Gobierno y el PSOE es: "?Por qu¨¦ ahora?, ?Qu¨¦ quiere en estos momentos?". Parece claro. Quiere situarse. Como muchos otros. Para lo que tenga que venir, que puede ser en breve o tras una derrota en 2012, en un terreno de juego mucho m¨¢s abierto e incierto.

Lo que quiere hacer el propio Zapatero con su futuro y con el de Chac¨®n sigue siendo una inc¨®gnita que el presidente se empe?a en regular con escaso ¨¦xito. Porque las especulaciones est¨¢n desatadas y para alimentarlas vale todo, desde las presencias y ausencias en un desayuno, una frase ?ir¨®nica? de Rubalcaba en un mitin o los titulares de una entrevista a un bar¨®n agobiado. Y nada se puede descartar.