Fatiga de materiales

?De verdad tiene tanto inter¨¦s ocuparse semana tras semana de Camps, Blasco, Cotino y compa?¨ªa, sin olvidar al Bigotes y a Correa? ?Qu¨¦ m¨¢s puede decirse? Pues todo. Pero a veces uno tiene la sensaci¨®n de remedar a la temible Alaska: "A qui¨¦n le importa lo que yo haga, a qui¨¦n le importa lo que yo diga, yo soy as¨ª, y nunca cambiar¨¦". Y sin embargo, todos han cambiado, seg¨²n su edad y condici¨®n. Sin ir m¨¢s lejos, cuando Camps era consejero de Cultura, lo ignoraba todo sobre un muy importante personaje de Moli¨¨re, si es que ten¨ªa noticias de Poquel¨ªn, sin saber tampoco que estaba condenado a emular sus trapacer¨ªas. Lo cierto es que ser columnista en Valencia es llorar, tan escasos son los est¨ªmulos que a uno le interesan. Se repetir¨¢ mil veces el desd¨¦n hacia Rita Barber¨¢ y mil veces ganar¨¢ esa se?ora las elecciones. Y no ser¨¢ por su carisma, digo yo, aunque tal vez s¨ª por su energ¨ªa. Y en cuanto a Camps, el pol¨ªtico que m¨¢s votos ha conseguido del mundo mundial, seg¨²n afirmaci¨®n propia, supongo que no creer¨¢ que eso, caso de ser ver¨ªdico y no una entusiasta afirmaci¨®n exagerada, es as¨ª por su cara bonita, una tanto sauria, todo hay que decirlo, sin faltar a la evidencia.

Escribir de teatro se ha vuelto casi imposible, pero ah¨ª est¨¢ Pepe Sancho, siempre a las maduras y a las maduras, para echar la bronca a una profesi¨®n valenciana siempre en trance de consolidarse sin coronar nunca el Alpe d'Huez. En cuanto al cine, para qu¨¦ vamos a hablar. El director de una llamada escuela de guionistas, o algo as¨ª, que despu¨¦s se reconvirti¨® en Fundaci¨®n Internacional del Audiovisual, nada menos, fracasando en cierto modo en ambos menesteres, anda ahora seg¨²n dicen en Suecia como director del Instituto Cervantes de Estocolmo. Pobre Instituto, pobre Cervantes, pobre Estocolmo tambi¨¦n, que ninguna culpa tiene. Todo esto, y muchas cosas m¨¢s, tienen responsables con nombres y apellidos, que en ocasiones se hacen pasar por buenos chicos de izquierda para salir en la foto o en la pole position, a condici¨®n de no arriesgar demasiado en la jugada y persuadidos de que se les debe toda clase de reconocimientos. Por lo menos Fernando Alonso se juega el tipo en cada recorrido, y a Leo Messi no le han partido cien veces las rodillas porque parece carecer de ellas.

La fatiga de materiales se debe tanto a la negra espalda del tiempo como a negligencias en su conservaci¨®n. Y antes o despu¨¦s habr¨¢ que revisar las fatigas de la izquierda valenciana, desde la palmerizaci¨®n de este pa¨ªs, en t¨¦rminos del soci¨®logo Rafa Ninyoles, hasta desastres posteriores que auspiciaron el triunfo de personajes como Eduardo Zaplana, quien tampoco era el peor de esta pandilla de amiguetes que ahora nos gobierna y que aspira a hacerlo en los pr¨®ximos mil a?os. Menos mal que no viviremos para verlo. Pero estaremos atentos desde los cielos.