Encontronazo de Facebook y Google

Google y Facebook libran una pelea de gigantes. Y no se ahorran los pu?etazos.... sin guantes. Los ¨²ltimos movimientos de ambas compa?¨ªas dejan bien claro que se vigilan e intentan evitar los adelantamientos.

Google ha anunciado que los m¨®viles con su sistema operativo, Android, no sincronizar¨¢n la lista de contactos de Facebook. De momento afecta a los modelos Nexus, pero el bloqueo ir¨¢ extendi¨¦ndose al resto de m¨®viles. Google denuncia que Facebook simula que ofrece la posibilidad de una verdadera sincronizaci¨®n, pero esta es falsa porque los datos provenientes de Facebook no pueden exportarse al tel¨¦fono, solo consultarlos sin guardarlos. Ello seg¨²n Google crea una sensaci¨®n falsa de "portabilidad de los datos". Google ya hab¨ªa bloqueado el pasado a?o la exportaci¨®n de sus datos del servicio de correo Gmail a Facebook por la falta de reciprocidad de la red social.

La pugna se extiende al sistema de identificaci¨®n y al correo

Los dos imperios han protagonizado demandas sobre la privacidad

Pero Facebook tampoco se est¨¢ quieto. A partir del 28 de febrero no permitir¨¢ a las aplicaciones de su red emplear los gestores publicitarios de Google, AdSense y DoubleClick. Facebook public¨® una serie de criterios sobre los compromisos que deb¨ªan adquirir los gestores publicitarios. D¨ªas despu¨¦s public¨® la lista de compa?¨ªas aceptadas... y no estaban las de Google.

Estos episodios son los ¨²ltimos de una pelea a largo plazo. El a?o pasado, Facebook, con cerca de 600 millones de miembros, super¨® en visitas a Google en Estados Unidos.

Aunque el poder¨ªo de Google, con un valor de mercado que sobrepasa los 150.000 millones de d¨®lares, supera largamente al de Facebook (evaluado en unos 50.000 millones), hay algunos indicios de que las distancias podr¨ªan acortarse.

Detr¨¢s de esta pelea de gallos se esconde el dinero. La principal fuente de ingresos de ambos es la publicidad. En el caso del buscador el 96% proceden de ah¨ª, nada menos que 20.000 millones de euros el ¨²ltimo a?o (Facebook unos 1.000). Si la gente pasa m¨¢s tiempo en Facebook que en Google (ya es as¨ª) y las aplicaciones de la red social no pueden llevar sus gestores publicitarios, el buscador va a perder audiencia y eficacia.

Adem¨¢s, las redes sociales tienen unas herramientas para la publicidad personalizada superiores a la de los buscadores. Estos pueden sacar conclusiones del historial de navegaci¨®n del internauta, pero las redes sociales saben el santo y se?a (sexo, gustos, estudios...) de estos y pueden afinar m¨¢s en este tipo de oferta publicitaria. De ah¨ª que peri¨®dicamente Facebook protagonice pol¨¦micas sobre la dudosa salvaguardia de la privacidad de sus miembros. De hecho, todas las protecciones que ha ido introduciendo y la simplificaci¨®n de los m¨¦todos de configuraci¨®n de los perfiles, para que el internauta tenga un control m¨¢s f¨¢cil de sus datos en esta red social, se han ofrecido como respuesta a campa?as proprivacidad.

La empresa que dirige Eric Schmidt tampoco es ajena a estos problemas. Las demandas sobre violaci¨®n de la intimidad de Buzz, su propia red social, de escaso ¨¦xito, se han saldado pagando 8,5 millones de d¨®lares.

Facebook est¨¢ introduciendo servicios que compiten directamente con Google y otros. Por ejemplo, la mensajer¨ªa. El a?o pasado, cuando el patr¨®n de Facebook, Mark Zuckerberg, present¨® su servicio de mensajer¨ªa que integraba correo, SMS y chat, se apresur¨® a decir que no nac¨ªa para asesinar los servicios de correo. E hizo una menci¨®n expresa al servicio de Google, Gmail, asegurando que es un gran producto, pero a?adi¨® que quiz¨¢ con los a?os la gente piense que los servicios de mensajer¨ªa tienen que ser m¨¢s simples e integrados, como el de Facebook. La realidad es que la comunicaci¨®n a trav¨¦s de las redes est¨¢ reduciendo la cantidad de correos electr¨®nicos, especialmente entre j¨®venes.

Facebook tambi¨¦n ofrecer¨¢ un servicio de preguntas y respuestas, similar al de Quora, con la ventaja de que habr¨¢ muchos amigos y conocidos intentando darle una respuesta al miembro de la red que quiere saber algo y lo pregunta. Este tipo de servicios no elimina las b¨²squedas tradicionales, pero debilita el papel de los buscadores cl¨¢sicos como tambi¨¦n lo hace la propia red social donde los miembros prescriben enlaces, m¨¢s fiables porque los recomienda un amigo.

Tambi¨¦n hay una pugna para conseguir que la identidad empleada en Google o en Facebook sirva en otros sitios de Internet y ahorre al internauta una nueva acreditaci¨®n en cada sitio. Google ha optado por un modelo abierto, Open ID. Facebook propone Facebook Connect. Quien imponga su acreditaci¨®n se convertir¨¢ en el portero de la red.