Irlanda vota para decidir si cambia de pol¨ªtica o solo de pol¨ªticos
La diferencia entre los dos grandes partidos es m¨¢s hist¨®rica que ideol¨®gica
Irlanda fue ayer a las urnas y todo indica que el Fine Gael (FG) sustituir¨¢ al Fianna F¨¢il (FF) al frente del Gobierno. Pero ?significa ese cambio de pol¨ªticos un cambio tambi¨¦n de pol¨ªticas? Solo tangencialmente, dada la similitud ideol¨®gica de ambos partidos, aunque ese cambio puede ser m¨¢s acentuado si el Fine Gael se ve obligado a depender de los laboristas para gobernar. Eso no se sabr¨¢ hasta ma?ana, o quiz¨¢ el lunes, dada la lentitud del escrutinio en Irlanda.
Tanto el Fianna F¨¢il como el Fine Gael ser¨ªan definidos como de centro-derecha en la Europa continental. Sus similitudes se reflejan en los aspectos centrales de sus programas electorales. Ambos coinciden en el objetivo de reducir el d¨¦ficit p¨²blico al 3% para 2014, en contraste con la posici¨®n laborista de hacerlo en 2016. Sus posiciones son algo diferentes en la manera de aplicar el ajuste: el FG cree que el 75% ha de llegar a trav¨¦s de recortes de gasto p¨²blico y el 25% por subidas fiscales; el FF defiende una proporci¨®n de 2 a 1, y los laboristas, 50/50.
Tanto el Fianna F¨¢il como el Fine Gael son partidos de centro-derecha
Aunque el Fine Gael pide a gritos renegociar los acuerdos del rescate de Irlanda, en realidad su objetivo es una reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s que paga el pa¨ªs por el dinero que le prestan, algo que tambi¨¦n ser¨ªa bienvenido por el Gobierno saliente. En la reforma pol¨ªtica coinciden en defender la abolici¨®n del Senado, aunque difieren en otros puntos.
Las diferencias entre ambos partidos se remontan a la guerra civil de 1922, cuando tras la guerra de independencia un sector pol¨ªtico liderado por Michael Collins acept¨® la propuesta de Reino Unido de crear un Estado libre de Irlanda que seguir¨ªa dentro de la corona brit¨¢nica. "No es lo que queremos, pero es la libertad para conseguir la libertad", seg¨²n la famosa frase de Collins. El Fine Gael hered¨® esa posici¨®n.
La otra parte, liderada por ?amon de Valera, consider¨® ese acuerdo una traici¨®n, porque se manten¨ªa el v¨ªnculo brit¨¢nico y porque se consagraba la partici¨®n de la isla entre norte y sur.
"Yo dir¨ªa que esas diferencias persistieron con fuerza hasta finales de los a?os cincuenta y empezaron a cambiar en los sesenta, cuando empez¨® la apertura del pa¨ªs al libre comercio, algo que no era congruente con el nacionalismo tradicional", explica el profesor Richard Sinnott, del University College Dublin.
El estallido de los disturbios en Irlanda del Norte "volvi¨® a poner en primer plano los compromisos tradicionales y el sentimiento nacional respecto a la partici¨®n. (...) A largo plazo, sin embargo, los disturbios llevaron a una atenuaci¨®n del nacionalismo porque qued¨® asociado a aquellos actos atroces".
Cuando el componente nacionalista se fue debilitando, "lo que lo sustituye son grandes dosis de flexibilidad respecto a la ideolog¨ªa pol¨ªtica". El Fine Gael pas¨® de ser un partido muy conservador en los a?os cincuenta a la socialdemocracia en los setenta y el centro-derecha a partir de los noventa. El FF "siempre ha tendido a ser un partido no ideol¨®gico", explica Sinnott.La divisi¨®n Fianna F¨¢il-Fine Gael ha sido especialmente acentuada en las zonas rurales, donde las simpat¨ªas hacia uno u otro bando se transmit¨ªan de padres a hijos. "Es algo que a¨²n estaba ah¨ª en los cincuenta, cuando la gente en el campo se?alaba hacia las casas diciendo esa es Fine Gael, esa otra es Fianna F¨¢il. Pero la gente ya no hereda la lealtad a un partido tanto como antes. Y eso se debe en parte al hecho de que se han difuminado las diferencias entre los partidos. Solo perdura, quiz¨¢, en las familias que participaron en la guerra civil", afirma el profesor.
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