Respuesta a De la Cuadra

Ayer Bonifacio de la Cuadra me acusaba de cometer tres errores en Anatom¨ªa de un instante. Como todos, mi libro contendr¨¢ errores, pero ninguno de los que aduce De la Cuadra lo es. Los dos primeros apenas requieren explicaci¨®n. Contra lo que dice De la Cuadra, en las p¨¢ginas 8, 34 y 127 de mi libro no se llama diputado a Guti¨¦rrez Mellado (no era diputado electo, pues no hab¨ªa ganado su acta de diputado en las elecciones); la 8 no existe, y en la 127 no se le menciona siquiera, pero en la 34 se le llama parlamentario, que es como se llama en castellano a quien ocupa un esca?o en el Parlamento. Y, contra lo que parece creer De la Cuadra, es casi seguro que las dos ¨²ltimas c¨¢maras de televisi¨®n que grabaron el golpe no se apagaron por orden de los golpistas, sino por casualidad (eso ocurri¨® sin duda con la ¨²ltima, que recibi¨® el golpe involuntario de un guardia civil; en mi libro, p¨¢gina 251, dejo entrever mis dudas de que ocurriera tambi¨¦n con la pen¨²ltima). Pero mi error m¨¢s grave es al parecer otro: afirmar que algunos de los periodistas que en 1981 publicaron el libro Todos al suelo -entre ellos el propio De la Cuadra- han acabado retract¨¢ndose de unas acusaciones seg¨²n las cuales determinados prohombres de la ultraderecha del momento constitu¨ªan la llamada trama civil del golpe; m¨¢s a¨²n: De la Cuadra me acusa de faltar a la verdad cuando, para demostrar mi aserto, remito a las p¨¢ginas 225-228 de 23-F. La conjura de los necios, libro publicado en 2001 por uno de aquellos periodistas: Fernando J¨¢uregui (y tambi¨¦n por Pilar Cernuda y Manuel ?ngel Men¨¦ndez). Pues bien, en la p¨¢gina 226, tras recordar que algunos de los ultraderechistas acusados se querellaron contra ¨¦l y sus compa?eros de entonces, escribe J¨¢uregui: "Veinte a?os despu¨¦s, puede que haya que darles la raz¨®n". Y en la p¨¢gina 227 remacha: "Lo m¨¢s tremendo de todo es que, 20 a?os despu¨¦s, los autores no se atrever¨ªan a repetir la acusaci¨®n de que aquella lista aparecida en Todos al suelo agotaba, y ni siquiera compon¨ªa, la trama civil del golpe". ?Es posible una retractaci¨®n m¨¢s clara?

De la Cuadra parece considerar que los tres falsos errores que me atribuye bastan para desacreditar mi libro; jam¨¢s se me ocurrir¨ªa decir que los errores indudables que ¨¦l comete bastan para desacreditar su periodismo.