Sin noticias de Feij009

Dos a?os despu¨¦s de las elecciones auton¨®micas que permitieron la restauraci¨®n conservadora, el Gobierno gallego certifica la defunci¨®n de su "contrato con Galicia" y entierra sus compromisos electorales. El superh¨¦roe Feij009 borra su promesa de priorizar el empleo, resolver la crisis, bajar las listas de espera y atender a todos los dependientes, y olvida su prisa por tomar el bast¨®n de mando, gobernar y cambiar el rumbo de la econom¨ªa.

Hoy ya sabemos que este Gobierno no tiene mas rumbo ni objetivo que desaparecer de la foto de la crisis. Feijoo defend¨ªa desde la oposici¨®n, medir el fracaso de la pol¨ªtica econ¨®mica en las cifras del Inem. Con el mayor volumen de parados de nuestra historia, el primer puesto en el ranking de la destrucci¨®n de empleo en Espa?a y 75.400 ocupados menos que hace dos a?os, aplicando su receta, hemos de calificar de fracaso absoluto una gesti¨®n que empeora notoriamente la posici¨®n relativa de Galicia en empleo y actividad, a pesar de la celebraci¨®n del Xacobeo 2010.

Este Gobierno parece resignarse a una econom¨ªa d¨¦bil, que compite en salarios bajos

El abandono de las pol¨ªticas de desarrollo industrial y apoyo empresarial, el deterioro de los servicios p¨²blicos, la paralizaci¨®n de proyectos o la ca¨ªda de la obra p¨²blica, est¨¢n cambiando la senda de convergencia iniciada en 2006 gracias al esfuerzo de las empresas y trabajadores gallegos y a la implicaci¨®n del Gobierno la pasada legislatura. De hecho, mientras el presidente afirma no tener capacidad para activar el empleo y evita explicar por qu¨¦ empeora nuestra posici¨®n relativa, las previsiones sit¨²an a Galicia a la cola del crecimiento de todas las comunidades aut¨®nomas y muestran que el incremento del 37,55% de la deuda p¨²blica, en estos dos ¨²ltimos a?os, no ha tenido el destino adecuado.

En este contexto, la crisis est¨¢ sirviendo de excusa al presidente para aplicar sin pudor las recetas conservadoras. Permanecer de brazos cruzados confiando en la bondad del mercado, privatizar servicios, perder calidad democr¨¢tica o confundir derechos con caridad, no es consecuencia de la crisis sino de quien nos gobierna. Esta forma de concebir la pol¨ªtica est¨¢ detr¨¢s de que 40.000 dependientes sigan esperando, se retire la ayuda a los centros de acogida de enfermos de sida, se elimine el plan de pensiones para las mariscadoras, desaparezca el Noiteb¨²s, caiga el programa contra la infravivienda o se elimine el 79% de las pol¨ªticas de igualdad. En lugar de la prometida regeneraci¨®n democr¨¢tica, vuelve la pol¨ªtica clientelar, con ejemplos diversos, desde programas de cooperaci¨®n que proporcionan tres veces m¨¢s recursos a luchar contra el paro en ayuntamientos gobernados por el PP a situar el urbanismo al servicio de los intereses del partido.

La Xunta camina sin rumbo mientras el presidente afirma que con m¨¢s formaci¨®n solo lograremos tener "parados mejor formados". Con este argumento de fondo, se entiende la eliminaci¨®n de libros de texto gratuitos, la reducci¨®n al 50% de las ayudas a la formaci¨®n o la reducci¨®n del programa de lucha contra el fracaso escolar. Este Gobierno, en lugar de realizar una apuesta seria por un cambio de paradigma que permita aprovechar la crisis para reforzar nuestras capacidades y potenciar el empleo, parece resignarse a una econom¨ªa d¨¦bil, de segunda, que compite en salarios bajos y baja cualificaci¨®n. Desafortunadamente, la crisis econ¨®mica que nos sacude no est¨¢ encontrando ni capacidad, ni proyecto por parte de un Gobierno que basa toda su estrategia en la b¨²squeda de culpables ajenos, ya sea el Ejecutivo anterior o el de Zapatero. Culpables que le sirven, tambi¨¦n, para apoyar la campa?a de su partido hacia La Moncloa y para demonizar los Gobiernos de coalici¨®n de cara a las municipales.

Mientras tanto, somos los gallegos y gallegas los que pagamos los platos rotos de la ausencia de iniciativa y talento, tanto en lo econ¨®mico como en lo pol¨ªtico. As¨ª, en pleno proceso de reforma del sistema financiero puede incluso que terminemos siendo la ¨²nica comunidad hist¨®rica que se queda sin caja de ahorro, algo que, de producirse, requerir¨¢ explicaciones pol¨ªticas y empresariales claras, m¨¢s all¨¢ de la falaz teor¨ªa de la conspiraci¨®n.

Transcurrida la mitad de la legislatura, con el disfraz de superh¨¦roe olvidado desde el d¨ªa posterior a las elecciones, la ¨²nica garant¨ªa de futuro son los gallegos y gallegas, su capacidad para adaptarse a los actuales cambios estructurales y la calidad de su trabajo. Sin duda las oportunidades de ¨¦xito ser¨ªan mayores con un Gobierno gallego que se comprometiera e implicara en la soluci¨®n de la crisis, terreno en el que lamentablemente el de Feij¨®o no est¨¢ ni se le espera.