Universidad: principios, estrategias y t¨¢cticas
Un buen enfoque de los problemas universitarios debe partir siempre del respeto al fundamento que Giner de los R¨ªos se?al¨®, con acierto: "La Universidad es la conciencia ¨¦tica de la vida".
Los principios de la ¨¦tica p¨²blica, los valores democr¨¢ticos y la libertad deben estar en la ra¨ªz de las pol¨ªticas universitarias y de los comportamientos de las autoridades acad¨¦micas, y expresar el esp¨ªritu fundante de alma m¨¢ter. Es necesario subrayarlo ante los pragmatismos estrechos, y ante la mediocridad axiol¨®gica enmascarada en las t¨¦cnicas modernas que nos vienen, en parte de una admiraci¨®n beata y acr¨ªtica al sistema norteamericano. ?ltimamente en estas p¨¢ginas el profesor Daniel Pe?a ha presentado el panorama universitario desde esos moldes.
?tica p¨²blica, valores democr¨¢ticos y libertad son la base de las pol¨ªticas universitarias
El espacio europeo de educaci¨®n superior, iniciativa interesante y positiva, puede caer en esos abismos y, adem¨¢s, en el intento de unificar en un solo modelo la pluralidad de las culturas acad¨¦micas que enriquecen a nuestro sistema docente superior. Recu¨¦rdese que en algunos pa¨ªses europeos, para la ense?anza del Derecho la t¨¦cnica de los grados no se ha considerado adecuada y se ha excluido. Es cierto que es muy ajustada y pertinente para otras tradiciones acad¨¦micas, como las de los ingenieros y los de las ciencias experimentales. Por otra parte, en la tradici¨®n docente de la carrera de Derecho, desde siempre han sido muy importantes las pr¨¢cticas y la ense?anza por cursos, siendo un Bolonia avant la lettre.
Enmarcados en esos principios que garantizan la superioridad de los criterios morales, sobre cualquier otro, en el dise?o de los ¨²ltimos fundamentos de las universidades se sit¨²an las estrategias y las t¨¢cticas que deben impulsar las pol¨ªticas universitarias.
En ese sentido iniciamos en 1989 una importante experiencia con la creaci¨®n por el Gobierno socialista de la Universidad Carlos III de Madrid. Por halago de la fortuna fui encargado como rector-comisario, y despu¨¦s varias veces como rector elegido de llevar adelante el proceso, con una colaboraci¨®n imprescindible de profesores, de personal de administraci¨®n y servicios y de los propios estudiantes. Estos ¨²ltimos se desdoblaron y actuaron como usuarios de un servicio p¨²blico y al tiempo como entusiastas impulsores del mismo.
En 18 a?os construimos todas las infraestructuras, todos los servicios, y todas las unidades administrativas necesarias para prestar un servicio p¨²blico de calidad, y marcamos un estilo de comportamiento de todos los ¨®rganos rectores uniforme, que exclu¨ªa la posibilidad de que el rector y las restantes autoridades acad¨¦micas pudieran beneficiarse de proyectos, de premios o de subvenciones, lo cual contribu¨ªa a su neutralidad en los repartos y en las concesiones. Despu¨¦s de ese periodo han cambiado las reglas de juego y se ha abierto la posibilidad de que el rector y los vicerrectores sean beneficiados con esos diversos tipos de ingresos extraordinarios. Ha sido una puerta abierta que se ha utilizado con profusi¨®n y que incluso ha favorecido a alg¨²n joven catedr¨¢tico y vicerrector frente al Instituto de Derechos Humanos Bartolom¨¦ de las Casas que presido y que tiene una larga historia en docencia, en investigaci¨®n y en publicaciones. Por otro lado, la pol¨ªtica del nuevo rector ha favorecido un centralismo democr¨¢tico que ha perjudicado seriamente la autonom¨ªa de los centros y de los departamentos y ha desconsiderado y despreciado al campus de Colmenarejo.
Ahora tenemos elecciones a rector y, aunque he mantenido una neutralidad total, como era mi obligaci¨®n, por mis reflexiones en este art¨ªculo aparece claro que no soy partidario de la continuidad, sino del cambio.
Afortunadamente hay dos candidatos alternativos, ambos cient¨ªficamente notables y con gran capacidad de gesti¨®n. Estamos ante la dificultad de elegir entre ellos, entre Marcell¨¢n y Parejo a la hora de depositar el voto. Ah¨ª s¨ª acabar¨¦ decidiendo apoyar a aquel que tenga m¨¢s capacidad de universalidad, de comprender y amparar a todas las alternativas acad¨¦micas, sin optar por ninguna, que respete la autonom¨ªa de los centros y de los departamentos y que afronte los problemas desde la moderaci¨®n y el sentido com¨²n y de la justicia. Espero que as¨ª recuperemos el impulso de excelencia y de progreso que nunca debimos perder.
Las estrategias deben dejar autonom¨ªa para la promoci¨®n del profesorado a los departamentos, y para la creaci¨®n y el contenido de las titulaciones a los centros. Tambi¨¦n deben, en mi opini¨®n, convertir en centro al campus de Colmenarejo y cerrar el grifo de apoyos econ¨®micos extraordinarios al rector y a sus vicerrectores. El rector tendr¨¢ la gran oportunidad, de ser una cabeza abierta a todos y protector de todos y de todo lo valioso.
Gregorio Peces-Barba Mart¨ªnez es fundador y exrector de la Universidad Carlos III de Madrid.
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