Cuando ¨¦ramos honrados mercenarios
En un art¨ªculo de este libro, Arturo P¨¦rez-Reverte recuerda los a?os en que era un joven imberbe y recorr¨ªa el mundo con una mochila al hombro. Entre viaje y viaje, paraba a veces en Par¨ªs y all¨ª siempre se encontraba entre los buquinistas a una muchacha de cabellos rojizos, junto al Sena. La historia que cuenta de ella refleja bien uno de los temas que aparece en varias p¨¢ginas del libro: la p¨¦rdida de la inocencia y la fatiga del tiempo.
Los personajes m¨¢s interesantes de la literatura de P¨¦rez-Reverte son los h¨¦roes cansados, los que regresan de Troya -ha explicado ¨¦l mismo- despu¨¦s de haber visto incendios y muertos y sangre. "Todo h¨¦roe que regresa est¨¢ fatigado", dijo en una entrevista con Juan Cruz en este peri¨®dico; y a?ad¨ªa: "Yo mismo me he sentido as¨ª montones de veces". De esos sentimientos es de donde nacen sus libros. Su literatura est¨¢ hecha de recuerdos, de vida, de experiencias personales. Pero si eso es as¨ª en las novelas, donde se refleja de un modo absoluto es en sus libros de art¨ªculos. El t¨ªtulo de ¨¦ste tiene ecos de su propia vida: Cuando ¨¦ramos honrados mercenarios.
Durante diecisiete a?os P¨¦rez-Reverte ha escrito en los art¨ªculos literarios la cr¨®nica de este tiempo confuso y a veces desquiciado. P¨¢ginas que son un espejo de la realidad. Cuando alguien quiera ver el mapa de nuestro tiempo, con las pol¨¦micas, las preocupaciones, los fiascos hist¨®ricos, los tipos, costumbres y escenarios de la vida contempor¨¢nea, tendr¨¢ que acudir a estas p¨¢ginas.
Porque P¨¦rez-Reverte es el Larra de nuestros d¨ªas. Se inserta en la mejor tradici¨®n del periodismo literario: aquella que nace en el costumbrismo rom¨¢ntico, contin¨²a con el pesimismo hist¨®rico de los autores del 98 y pervive en la denuncia de los escritores realistas del Medio Siglo. ?l reformula todo eso en estos art¨ªculos, renov¨¢ndolo con recursos ling¨¹¨ªsticos actuales. ?sta es su aportaci¨®n a la historia del art¨ªculo literario espa?ol.
En este libro encontramos una amplia variedad de registros. En primer lugar, la indignaci¨®n ante la mediocridad, la vileza y la corrupci¨®n impune. A veces entre esos sentimientos se cuela la esperanza: la solidaridad de La mujer del ch¨¢ndal gris; o comportamientos en los que se aprecian el valor, la lealtad, la honestidad y el trabajo bien hecho, como en La chica del blindado y en Un h¨¦roe de nuestro tiempo. Tambi¨¦n, el humor y la ternura: El psic¨®logo de la Mutua, Atraco en C¨¢diz, El caballo de cart¨®n. En este art¨ªculo leemos: "Tengo canas en la barba y fantasmas en la memoria, he visto arder ciudades y bibliotecas (...) He tenido unas cosas y perdido otras. S¨¦ que perder¨¦ m¨¢s, de golpe o poco a poco, hasta que un d¨ªa acabe perdi¨¦ndolo todo".
En este libro se habla tambi¨¦n de la pasi¨®n; y de la locura que lleva a unos personajes a apostarlo todo por un empe?o: Otti es una finlandesa rubia y escultural; Paco un malague?o simp¨¢tico y golfete. Se conocen en Marbella. Ella regresa a Helsinki. ?l se da cuenta de que est¨¢ enamorado como un becerro. Consigue dinero para un billete de avi¨®n y se planta a la puerta de su casa de madera en Hyvinkaa. La historia la cuenta en Amor bajo cero.
Pero al final, despu¨¦s de leer estas p¨¢ginas y cerrar el libro, queda en la memoria la nostalgia de recordar aquellos tiempos en los que alguna vez fuimos "honrados mercenarios". El sentimiento de los h¨¦roes cansados.
Ma?ana, viernes, por solo 7, 95 euros con EL PA?S, Cuando ¨¦ramos honrados mercenarios.
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