Y la estrella fue... Tamgho
El espectacular franc¨¦s logra el t¨ªtulo de triple salto con 17,92 metros y, de paso, bate su r¨¦cord mundial por un cent¨ªmetro
"?Teeeddy! ?Teeeddy!...". Ca¨ªda la noche en el Sena, un solo nombre fue coreado entusi¨¢sticamente en el pabell¨®n de Bercy, donde acababan de terminar los Campeonatos de Europa de atletismo en pista cubierta. Un solo h¨¦roe fue proclamado a gritos. Los lanzaba sobre todo desde uno de los anfiteatros m¨¢s elevados, en una esquina, lejos de los mejores asientos, un grupo de chavales con aire de barrio. Con el mismo aire que su h¨¦roe, Teddy Tamgho, quien acababa de recibir una medalla de oro y escuchado La Marsellesa sin abrir los labios comm'il faut y sin siquiera quitarse una irreverente, para el sagrado momento, gorra de los Yankees de Nueva York.
Cada vez m¨¢s parecido en sus gestos -y en su compromiso, al menos est¨¦tico, con la gente del barrio y su cultura, el rap, el break, el dance hall- a Usain Bolt, la gran estrella mundial; cada vez m¨¢s alejado de lo que el establishment quiere de sus figuras, de sus deportistas; cada vez, tambi¨¦n, mejor atleta, Teddy Tamgho, mal que les pese a tantos que pronosticaban un fracaso rotundo, fue la gran estrella de unos campeonatos a los que don¨®, adem¨¢s de su presencia impagable -su cinta blanca a la manera chulapa, torcida sobre la oreja, sus aspavientos, su hiperactividad de 21 a?os-, uno de los mejores concursos de triple salto que se recuerdan, rubricado con un r¨¦cord del mundo en pista cubierta (17,92 metros; ¨¦l mismo ten¨ªa los anteriores: 17,90 en 2010; 17,91 hace dos semanas. Al aire libre tiene 17,98, la tercera marca de la historia) en dos saltos diferentes, ante la mirada, m¨¢s ofendida que divertida de san Jonathan Edwards, el blanquito brit¨¢nico que con 18,29m a¨²n es el recordman mundial al aire libre.
Asfixiado por la presi¨®n que sufre en Francia, se entrena en Alicante con Pedroso
Tamgho, dicen sus cr¨ªticos y sus admiradores, en ello coinciden, es hiperreactivo: cuanto m¨¢s se le provoca, mejor responde; cuanto m¨¢s se pone a prueba su control mental, con m¨¢s serenidad reacciona. Provocaron a Tamgho en la pista (pasillo suspendido, poco del gusto de Tamgho, que no encuentra feeling en este tipo de pistas donde las pisadas rebotan), motivados por el espectacular franc¨¦s, tambi¨¦n, oblig¨¢ndolo a dar lo mejor de s¨ª mismo, dos veteranos triplistas, Fabrizio Donato, que lleg¨® a 17,73m, r¨¦cord de Italia, y el rumano Marian Oprea, 17,62m desde el primer salto. Le provoc¨® en la prensa Edwards en la v¨ªspera declarando a L'?quipe, la biblia del establishment, el peri¨®dico l¨ªder del frente anti-Tamgho, que su decisi¨®n de disputar salto y triple en Par¨ªs era un error.
En el fondo, las cr¨ªticas no iban dirigidas tanto al atleta como a sus decisiones. Mejor dicho, a quien consideran responsable de sus decisiones, a su entrenador desde el pasado verano, el excampe¨®n del mundo y ol¨ªmpico Iv¨¢n Pedroso. Tamgho, asfixiado por la presi¨®n que sufre en Francia, anunci¨®, para sorpresa de todos, que desea ir a entrenarse a Espa?a, a Alicante, a las ¨®rdenes del gran saltador de longitud cubano, que comenzaba as¨ª su carrera de t¨¦cnico. Solo el apoyo del director t¨¦cnico del atletismo franc¨¦s, Ghani Yalouz, quien no proviene del atletismo, sino de la lucha libre -nacido en Casablanca, fue subcampe¨®n ol¨ªmpico en Atlanta y mentor de los hermanos Gu¨¦not, triunfadores en Pek¨ªn-, le dio a Tamgho la libertad que buscaba. Fue, de todas maneras, una libertad condicional, cuya primera revisi¨®n se pas¨® en Par¨ªs esta semana, dura y tensa para Pedroso m¨¢s que para nadie. El r¨¦cord mundial, el t¨ªtulo (uno de los cinco oros de Francia, segunda en el medallero tras Rusia; Espa?a, con cuatro metales, termin¨® octava, pero en la clasificaci¨®n por finalistas acab¨® quinta, tras las cuatro grandes: Rusia, Francia, Alemania y Reino Unido), las aclamaciones populares, han permitido alargar el periodo de prueba al menos hasta los Mundiales de Daegu, en agosto.
El ¨¦xito de Tamgho contrast¨® con el fracaso del favorito de los federativos junto al pertiguista Lavillenie, el ni?o bueno Lema?tre, el blanco que gan¨® tres oros en Barcelona y que ayer, en los 60 metros, una prueba para la que su cuerpo es demasiado grande, termin¨® tercero. Le ganaron el portugu¨¦s Francis Obikwelu, entrenado por Manuel Pascua y su esposa hasta diciembre (luego, por Jo?o Gan?o) e implicado, seg¨²n las escuchas policiales y los papeles de Pascua, en la Operaci¨®n Galgo, y el brit¨¢nico Dwain Chambers.
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