"Debemos regular la pr¨¢ctica del islam en Francia"
Jean-Fran?ois Cop¨¦, de 46 a?os, es un ambicioso pol¨ªtico, varias veces ministro, al que le gusta desmarcarse. Actualmente es secretario general de la Uni¨®n por un Movimiento Popular (UMP), y muchos (incluido ¨¦l mismo) apuestan por ¨¦l para dirigir la derecha francesa despu¨¦s de Nicolas Sarkozy. En noviembre, en su pen¨²ltima reforma del Gobierno, este ofreci¨® a Cop¨¦ el goloso Ministerio del Interior. Lo rechaz¨®, prefiriendo quedarse con las riendas del partido.
Muchos aseguran que ese supuesto paso atr¨¢s fue producto del c¨¢lculo pol¨ªtico personal. Cop¨¦, que recibi¨® recientemente a EL PA?S en su despacho parisiense, responde, simplemente, que desde donde est¨¢ es m¨¢s ¨²til para trabajar por la reelecci¨®n de Sarkozy en 2012. Los actuales sondeos, catastr¨®ficos para la UMP, no le preocupan demasiado, o por lo menos eso afirma con una sonrisa tranquila. Fue el promotor y el defensor en el Parlamento de la ley que prohibir¨¢ dentro de un mes el uso en la calle del burka (prenda que cubre por completo a la mujer) y ha sido el encargado de lanzar un debate que su partido organizar¨¢ en abril sobre el islam en Francia. Sus adversarios le acusan de estigmatizar a los musulmanes para retener o atraer los votos de esa parte de la poblaci¨®n que engorda cada vez m¨¢s las filas del Frente Nacional de Marine Le Pen (una encuesta aparecida ayer en Le Parisien colocaba a la hija y heredera pol¨ªtica de Jean-Marie Le Pen como el personaje pol¨ªtico m¨¢s votado en una hipot¨¦tica primera ronda de una elecci¨®n presidencial, por encima de Sarkozy). Cop¨¦ niega lo de la estigmatizaci¨®n y replica que su trabajo consiste en escuchar a los franceses, y no a los comentaristas pol¨ªticos.
"La ley francesa de 1905 regula todos los cultos, salvo el musulm¨¢n"
"Queremos que quienes profesan el islam dejen de vivir al margen"
"El 'burka' niega la identidad de la mujer y es un riesgo para la seguridad"
"Hay un desfase entre los temas que trata la prensa y lo que importa al ciudadano"
Pregunta. ?Est¨¢ de acuerdo con las cr¨ªticas a la postura francesa en la actual revoluci¨®n que recorre el mundo en ¨¢rabe?
Respuesta. Me choc¨® bastante que un grupo de diplom¨¢ticos, an¨®nimamente, escribiera una tribuna hace unas semanas en Le Monde asegurando que la diplomacia francesa est¨¢ en crisis sin tener el coraje de poner su nombre. El momento no estuvo muy bien elegido. Sobre el fondo de la cuesti¨®n, bueno, en Francia hay especialistas en no hacer otra cosa que comentarios y an¨¢lisis. Pero nadie fue capaz de prever el movimiento del pueblo ¨¢rabe.
P. Hace unos meses fue el burka. Ahora, usted lanzar¨¢ otro debate sobre el islam en Francia. ?Es necesario?
R. No es un debate sobre la religi¨®n, sino sobre el ejercicio de la religi¨®n. El principio de la laicidad establece que uno pueda ejercer su culto sin molestar a los dem¨¢s. Adem¨¢s, todos los cultos est¨¢n regulados en Francia salvo el islam, debido a que cuando se estableci¨® la ley que regula esta cuesti¨®n, en 1905, no hab¨ªa musulmanes en Francia. Debemos regular el islam en Francia, hay que regular cuestiones concretas como, por ejemplo, que la oraci¨®n del im¨¢n se lleve a cabo en franc¨¦s. Ahora en algunos sitios no se hace. Tampoco podemos aceptar que se rece en la calle.
P. ?Los musulmanes rezan mucho en la calle en Francia?
R. No. Claro que no. Solo lo hacen en unas pocas zonas. Pero pasa como con la regulaci¨®n del burka.
P. Tampoco hay muchas mujeres en Francia que lleven burka o niqab. Se calculan unas 2.000.
R. Pero eso es mucho. Y adem¨¢s, es una cuesti¨®n de principios. El burka es la negaci¨®n de la identidad de la mujer y un riesgo para la seguridad. Adem¨¢s, constituye una contradicci¨®n completa con el hecho de convivir. No podemos vivir con alguien del que no sabes si sonr¨ªe o no.
P. La oposici¨®n le acusa de utilizar el islam como chivo expiatorio.
R. Es falso. El debate lo hemos concebido para que nuestros compatriotas de confesi¨®n musulmana dejen de vivir al margen del resto y para que puedan ejercer el derecho a su religi¨®n sin que se molesten los unos a los otros. As¨ª, se les dir¨¢ que tienen todo el derecho a ejercer su culto a condici¨®n de que se haga dentro del respeto a los otros y a la ley de la Rep¨²blica. Hacen falta se?ales de tr¨¢fico en las autopistas, normas para que uno no pueda hacer cualquier cosa. El burka, por ejemplo, es esa cualquier cosa.
P. ?Organizan ese debate porque ven que se les escapan votos hacia el Frente Nacional?
R. No. Lo hacemos por los franceses. Debemos ocuparnos de las materias que les conciernen. Hay un desfase entre los temas de los que habla la prensa y los que de verdad importan a los franceses. La gran diferencia entre el Frente Nacional y nosotros es que al Frente Nacional no le interesa que los problemas se resuelvan. Y a nosotros s¨ª. Un ejemplo: el primero que asegur¨® que no hab¨ªa que prohibir el burka fue Jean-Marie Le Pen.
P. ?Y cu¨¢l es la diferencia entre Jean-Marie Le Pen y su hija Marine Le Pen?
R. Son la misma cosa. Tienen la misma t¨¦cnica. El padre y la hija son lo mismo.
P. Los sondeos son muy malos para Sarkozy y el UMP en la actualidad.
R. Mire, yo soy de la escuela chiraquiana. Y sabemos lo que es enfrentarnos a sondeos malos. A principios de 1995, todos daban por perdedor a Chirac. Cuatro meses despu¨¦s, fue elegido. Hay que mantenerse tranquilo: keep cool, como dicen en ingl¨¦s. Aunque hay que decir que solo nosotros participamos en el debate pol¨ªtico.
P. ?Qu¨¦ quiere decir?
R. Que el Frente Nacional no participa verdaderamente, por lo que le dije antes. Y el Partido Socialista franc¨¦s (PS) es incapaz de hablar con una sola voz. As¨ª que estamos solos. Llevo tres a?os y medio esperando con inter¨¦s a que nuestros adversarios hagan una propuesta.
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