Quitarse m¨¦ritos en el curr¨ªculo abre puertas
El recorte de las oportunidades laborales lleva a los parados cualificados a suavizar su perfil para abrir el abanico de opciones - La clave est¨¢ en la flexibilidad y en saber prepararse
Las universidades espa?olas sacan cada a?o a la calle m¨¢s de 200.000 titulados, la gran mayor¨ªa de ellos ¨¢vidos por encontrar un trabajo. Pero fuera, el mercado laboral est¨¢ para pocas bienvenidas. Los m¨¢s de tres a?os de crisis y destrucci¨®n de empleo han m¨¢s que triplicado el n¨²mero de personas cualificadas que est¨¢n en paro, y dos de cada cinco llevan ya un a?o en esta situaci¨®n.
Hay menos oportunidades y m¨¢s personas que, ante las dificultades para acceder a un empleo, abren el abanico de puestos a los que se presentan. Para ello, rebajan sus pretensiones e, incluso, hay quien opta por maquillar su curr¨ªculo para no tener que o¨ªr aquello de "est¨¢ usted demasiado cualificado para el trabajo". Pero quiz¨¢s esta no sea la soluci¨®n. Lo cierto es que la situaci¨®n que se genera es buena para las empresas, que tienen m¨¢s candidatos entre los que elegir, pero obliga al candidato a reinventarse en cada proceso de selecci¨®n para adaptarse a ofertas que no siempre coinciden con sus objetivos profesionales y econ¨®micos.
Hay que adaptarse a cada proceso de selecci¨®n y a cada tipo de sector
Casi nadie miente, pero s¨ª se resta importancia a los t¨ªtulos o empleos
En opini¨®n del secretario del Colegio Oficial de Soci¨®logos y Polit¨®logos de Madrid y experto en el mercado laboral espa?ol, Lorenzo Navarrete, el motivo que lleva a los titulados a camuflar su formaci¨®n aparece tras ser rechazado para puestos intermedios en los que, en principio, tendr¨ªan que tener ventaja sobre otros aspirantes menos cualificados. "Al no obtener esa plaza se sienten v¨ªctimas", a?ade antes de explicar que la negativa "les lleva a pensar que su t¨ªtulo les est¨¢ estorbando". Y, si molesta, lo mejor es echarlo a un lado.
La agencia de trabajo temporal Adecco ha publicado un informe en el que afirma que mientras antes lo tradicional era hinchar los curr¨ªculos, ahora un 10% de los casi 900.000 desempleados con cualificaci¨®n que hay en Espa?a, seg¨²n la Encuesta de Poblaci¨®n Activa, tiene un segundo curr¨ªculo suavizado. La idea es que as¨ª ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil que les contraten o, al menos, aumentar¨¢n las posibilidades de llegar a una entrevista. "Pero es un error, la honestidad es cr¨ªtica", asevera Susana Sosa, directora de servicio de Adecco.
Puede que no sea lo correcto, pero a Patricia Vives, madrile?a de 23 a?os y titulada en Comunicaci¨®n Audiovisual y en Periodismo, tener un segundo curr¨ªculo le vali¨® para entrar en un proceso de selecci¨®n de teleoperadora. "Es lo que me tocaba hacer, no encontraba trabajo en lo m¨ªo y opt¨¦ por hacerme dos curr¨ªculos, uno con toda mi formaci¨®n y otro en el que, aunque no omito mis t¨ªtulos, s¨ª los suavizo y destaco otras experiencias m¨¢s comerciales", se justifica tras casi un a?o de b¨²squeda de trabajo. Como ella, en Espa?a uno de cada tres titulados de menos de 29 a?os trabaja en un puesto para el que est¨¢n sobrecualificados, seg¨²n el ¨²ltimo informe del Observatorio de Inserci¨®n Laboral de los J¨®venes con fecha de 2008 que cada tres a?os publican el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE) y Bancaja. No obstante, a la espera de los datos de 2011, la OCDE ya ha adelantado en el documento Panorama Educativo 2010 que este porcentaje ha aumentado al 40% con la crisis, cuando su tendencia anterior era la de reducirse.
En opini¨®n de Jos¨¦ Castellanos, director ejecutivo de la empresa de selecci¨®n Page Personal, las empresas son reacias a elegir a aquellas personas a las que consideran sobrecualificadas por su formaci¨®n o experiencia porque temen que en cuanto encuentren otro trabajo m¨¢s acorde con sus intereses se vayan o se desmotiven. En cuanto a si es ¨²til, afirma que seg¨²n ha comprobado por su propia experiencia, presentar un curr¨ªculo rebajado, a la larga, puede suponer un problema en cuanto se descubra el enga?o.
Pedro Guti¨¦rrez, de 36 a?os y residente en Asturias, ha pasado por el mal trago de ser rechazado con el argumento de que tiene excesiva formaci¨®n. Aunque en su caso concuerde con la realidad. Con un grado en Ingenier¨ªa Industrial, un posgrado en Sociolog¨ªa de la Ciencia y Tecnolog¨ªa en Oviedo y un Curso Oficial de Experto en Business Intelligence por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, entre otros, entiende que ahora toca aspirar a puestos intermedios. Para lograrlo, tiene varios curr¨ªculos en los que "no es que quite trabajos, es que quito importancia a los trabajos", explica Guti¨¦rrez, muy cr¨ªtico con las deficiencias que, a su parecer, tienen las empresas de colocaci¨®n.
Pero, ?qui¨¦n tiene la culpa de los problemas que encuentran los titulados para encontrar un trabajo? La explicaci¨®n m¨¢s obvia es la crisis, ya que nunca la creaci¨®n de empresas, donde se localiza su principal nicho de oportunidades, hab¨ªa sido tan peque?a. Aunque tambi¨¦n, desde el punto de vista de quien busca trabajo, la mala orientaci¨®n y un sistema educativo atrasado.
"En las empresas no est¨¢n buscando a un titulado en una carrera concreta, lo que quieren es encontrar a quien mejor se adapte al perfil", explica Navarrete, que tambi¨¦n es profesor en la Universidad Complutense. Seg¨²n a?ade, si se obtiene un no por respuesta "no es que se est¨¦ sobrecualificado, es que uno no se ha presentado a la oferta adecuada". O no lo hace de la forma correcta, matiza antes de recordar que la selecci¨®n se basa en aspectos concretos, sobre todo en las grandes empresas, donde hay una serie de filtros que, autom¨¢ticamente, descartan a aquellas personas que fallan en uno solo de los requisitos.
Por este motivo, al igual que opina Adolfo Luxan, responsable del ¨¢rea de empleo del Colegio de Soci¨®logos y Polit¨®logos, conviene ser flexible y adaptarse a cada proceso de selecci¨®n. "El problema no es tener un curr¨ªculo B, hay gente que tiene dos curr¨ªculos, dos correos electr¨®nicos y gracias a ello han conseguido colocarse", destaca.
Precisamente, uno de los problemas que los titulados tienen a la hora de entrar en un proceso de selecci¨®n es un curr¨ªculo mal elaborado. "Dado que ahora la gente cambia con m¨¢s facilidad de trabajo, suelen ser difusos y no concretan ni las cualidades de cada aspirante ni sus anteriores responsabilidades", lo que, adem¨¢s, habr¨ªa que hacer en funci¨®n del puesto al que se aspira, advierte Navarrete. "No basta con decir que tienes un cierto t¨ªtulo y dar por hecho que cuentas con la formaci¨®n necesaria. Hay que explicarlo, demostrar c¨®mo cumples con los requisitos, hablar de lo que sabes hacer", redunda en referencia a lo que viene despu¨¦s: la entrevista.
Una vez en esta fase, tanto Luxan como Castellanos o Sosa admiten que en el cara a cara el aspirante puede demostrar que est¨¢ motivado para el trabajo pese a que sea en un cargo de menor sueldo o categor¨ªa. Un sector en alza, una empresa atractiva o un reto interesante pueden valer como argumentos, indica Castellanos. Aunque hay otros: "La estabilidad econ¨®mica es una raz¨®n tan buena como cualquier otra", a?ade Luxan.
Tambi¨¦n hay quien pone en marcha el principio de la flexibilidad para mejorar su trabajo: "Mi curr¨ªculo es el que es, pero luego te acomodas a lo que te sugiere el puesto al que pretendes acceder", reconoce una ingeniera al borde la treintena experta en riesgos laborales y gesti¨®n medioambiental pero que pide guardar el anonimato porque est¨¢ inmersa en un proceso de selecci¨®n y prefiere ser prudente. Ella es de las privilegiadas que tiene trabajo, pero a muchos kil¨®metros de su lugar de residencia. Para cambiar de ciudad, ya ha participado en una docena de procesos de selecci¨®n en un a?o. "Antes de la entrevista, estudio a la compa?¨ªa y la oferta para ofrecer un perfil concreto", relata. Pero los sectores en los que ha trabajado, construcci¨®n y energ¨ªas renovables, no ofrecen las suficientes oportunidades.
En estos casos, "hay que reciclarse", aconsejan los orientadores. Pero, a veces, por muchas puertas a las que se llame y por muchos cursos de ingl¨¦s que se hagan, no es suficiente. "Entonces se entra en la frustraci¨®n, que es recurrente y se alimenta de t¨®picos como el de la sobrecualificaci¨®n. De ah¨ª la percepci¨®n de que una carrera penaliza pese a que no sea cierto", admite el profesor.
Una masa tan importante de titulados deber¨ªa ser un contrafuerte para afrontar crisis como la actual, sobre todo cuando uno de los retos de la econom¨ªa es aumentar su competitividad, lo que se consigue con m¨¢s productividad y formaci¨®n. Pero la realidad no es esa. Para salir del bache, Navarrete reclama un cambio en el sistema universitario para que el ¨¦xito no se mida por c¨®mo se acaban los estudios, sino por c¨®mo les va a los titulados fuera. Hasta entonces, paro y frustraci¨®n, seg¨²n critica, "es el precio que deben pagar los universitarios y sus familias, que cre¨ªan que un t¨ªtulo iba asociado a un empleo y a un estatus econ¨®mico". Ahora, a lo que est¨¢ unido es a la certeza de que van a tener que seguir super¨¢ndose d¨ªa a d¨ªa.
Ciencias de la salud y farmacia, en auge
Nunca hasta ahora el paro en Espa?a hab¨ªa registrado niveles tan altos. Pero en medio de tanto deterioro econ¨®mico, hay sectores que empiezan a reactivarse, al menos en lo que se refiere a la contrataci¨®n de titulados, seg¨²n se?alan las empresas privadas de colocaci¨®n y asesoramiento profesional.
"Es evidente que hay menos ofertas, pero ahora somos un poco m¨¢s optimistas", se?ala Jos¨¦ Castellanos, director ejecutivo de la empresa de trabajo temporal Page Personnal. Susana Sosa, directora de servicio de Adecco, coincide en que, tras tres a?os de persistente auge del desempleo, van apareciendo algunas oportunidades.
Los sectores en los que han detectado esta leve recuperaci¨®n son, sobre todo, los relacionados con la salud, las farmac¨¦uticas o la biotecnolog¨ªa.
M¨¢s prudente, Adolfo Luxan, responsable del servicio de empleo del Colegio de Soci¨®logos y Polit¨®logos, admite cierta mejora, pero muy peque?a. En su opini¨®n, tambi¨¦n hay oportunidades laborales en las ¨¢reas vinculadas a la exportaci¨®n.
En cualquier caso, los titulados, pese a que han sufrido como todos los colectivos de poblaci¨®n la destrucci¨®n de empleo, son los que tienen m¨¢s posibilidades de encontrar un empleo con una tasa de ocupaci¨®n del 88%. "Hay que aclarar que las personas menos cualificadas siempre est¨¢n en peor posici¨®n para acceder a un empleo", recuerda Luxan. Asimismo, seg¨²n el profesor de la Complutense Lorenzo Navarrete, entre el 80% y el 85% de los reci¨¦n titulados encuentran un puesto durante los primeros seis meses de b¨²squeda. Aunque antes era el 95%, a?ade.
Consejos para evitar la frustraci¨®n
- Buscar trabajo es un trabajo en s¨ª mismo. P¨®ngase horario, sea met¨®dico, siga ciertas rutinas, como revisar con frecuencia las ofertas, y est¨¦ atento a la actualidad econ¨®mica para detectar sectores en recuperaci¨®n. Sea ordenado, h¨¢gase una lista y rev¨ªsela constantemente.
- Active sus redes sociales. Y no solo las de Internet. Comunique a su familia, amigos y conocidos que est¨¢ buscando empleo. Que corra la voz. Entre el 75% y el 80% del empleo surge en la red social.
- Siga todas las opciones. Empiece la b¨²squeda desde las empresas m¨¢s grandes y no descarte ninguna opci¨®n hasta que la haya analizado.
- Adapte su perfil. Estudie qu¨¦ es lo que est¨¢ demandando ahora el mercado de trabajo e intente adaptar su perfil profesional. Eval¨²e si le conviene reciclarse.
- Cuide su curr¨ªculo. Es el visado que debe abrirle las puertas del mercado laboral, as¨ª que cu¨ªdelo y no dude en modificarlo si la oferta en cuesti¨®n lo requiere. El curr¨ªculo debe verse de un vistazo. Intente que sea atractivo visualmente.
- Ocupe el tiempo. Es importante que est¨¦ ocupado. Siempre hay alg¨²n curso -en el Inem y en algunas empresas de trabajo temporal son gratis- que le dar¨¢n valor a?adido a su curr¨ªculo. Tambi¨¦n es bueno que refuerce sus conocimientos en aplicaciones inform¨¢ticas concretas que est¨¦n relacionadas con el sector en el que est¨¢ buscando un empleo.
- Otra salida: mudarse. Al trabajador espa?ol le cuesta mucho trasladarse, cambiar de ciudad, pero, ante las dificultades para encontrar un trabajo, a lo mejor ha llegado la hora de mudarse. El extranjero quiz¨¢ sea una opci¨®n.
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