Un gran pacto por Valencia
Querr¨ªan que lo olvid¨¢ramos, pero sucede que la ciudad tiene memoria. Querr¨ªan borrar el rastro del principal motor de avance de esta ciudad en el siglo XX. La derecha quiere que olvidemos que hubo una mayor¨ªa de progreso en Valencia que sent¨® las bases de una ciudad moderna, equilibrada y sostenible. Esa mayor¨ªa de progreso se apoyaba en una gran coalici¨®n social, que la gesti¨®n de la derecha se ha empe?ado siempre en desarticular. Una mayor¨ªa social que creci¨® en torno a lo p¨²blico y que sabe que el retroceso de lo p¨²blico siempre beneficia a los poderosos.
Querr¨ªan que olvid¨¢ramos que hay otra forma de gobernar, que no culpa al Gobierno central de lo que no hace el Ayuntamiento. Que no se instala, como nuestra alcaldesa, en la desmesura y la sobreactuaci¨®n, ocultando el autoritarismo bajo esl¨®ganes populistas. Las ciudades modernas son complejas, plurales, interculturales y din¨¢micas y requieren Gobiernos inclusivos, que integren y potencien la diversidad.
Pero la riqueza de la diversidad requiere planificar la ciudad como una red de espacios p¨²blicos, lugares de convivencia y encuentro. La gesti¨®n conservadora de Rita Barber¨¢ marcha justo en la direcci¨®n contraria, cede la planificaci¨®n de la ciudad a las fuerzas ciegas del mercado y la especulaci¨®n. Abandona barrios enteros, a su suerte, para justificar las excavadoras que acaban con el patrimonio y la convivencia hist¨®rica. Se ocupa del escaparate que ver¨¢n los turistas, mientras esconde la realidad vecinal y la falta de servicios. Elude sus obligaciones educativas, poni¨¦ndonos a la cola en escuelas infantiles y a la cabeza en fracaso escolar. Mantiene los transportes m¨¢s caros y menos eficientes de Espa?a, fomentando el abuso del veh¨ªculo privado. Es justo lo contrario del "municipio del bienestar" que ocupa hoy a las grandes ciudades.
Querr¨ªan que olvid¨¢ramos que Valencia no se entiende sin su entorno metropolitano, sin esa huerta que la derecha desea invadir con ladrillos, sin el mar, sin el puerto. Esta ciudad de ochocientos mil habitantes tiene a su alrededor otros tantos vecinos que la habitan y transitan, que usan la ciudad y esperan que ¨¦sta funcione como un territorio-red. Los gobiernos de la derecha han preferido olvidar la dimensi¨®n metropolitana, han dado la espalda al cintur¨®n urbano y a la cooperaci¨®n entre territorios y han realizado una gesti¨®n miope de las infraestructuras viales, del agua o los residuos.
Querr¨¢n que lo olvidemos, pero los valencianos y las valencianas saben que es posible gobernar con transparencia. Que debiera ser posible aclarar toda la nube de entes municipales opacos que han estado sangrando el presupuesto, sin que se sepa en qu¨¦ inversiones o servicios se ha gastado el dinero de todos.
Querr¨ªan que olvid¨¢ramos que es posible gobernar con la ciudadan¨ªa. Que es posible abrir espacios de intervenci¨®n a los vecinos y vecinas y aprobar los presupuestos municipales con participaci¨®n ciudadana. Que se puede crear ciudad desde la cooperaci¨®n horizontal y la interdependencia, dando entrada a los movimientos c¨ªvicos en el dise?o de la Valencia del futuro, buscando la complicidad de todos los actores sociales, p¨²blicos o privados.
Cuando llegue el momento habr¨¢ que recordar bien todo esto. Habr¨¢ que acordarse de aquellas pol¨ªticas de progreso que dise?aron el jard¨ªn del Turia o la Ciudad de las Ciencias, pero tambi¨¦n previeron equipamientos p¨²blicos para todos. Equipamientos que la derecha ha evitado ejecutar, renunciando expresamente a la ¨²nica herramienta que tiene un municipio para generar igualdad.
Habr¨¢ que acordarse de que Valencia merece otro estilo de gobierno. Un estilo que busque el acuerdo y no la bronca permanente. Un estilo centrado en los vecinos y vecinas y no en el negocio especulador. Para ello es preciso reconstruir la mayor¨ªa social que hizo posible los Gobiernos progresistas de los a?os ochenta y noventa. Aquellos Gobiernos que sentaron las bases de una Valencia abierta e inclusiva que veinte a?os de gesti¨®n conservadora no han logrado anular. El pacto de los valencianos y valencianas que no se resignan, el gran pacto por Valencia.
(*) Tambi¨¦n firman este art¨ªculo Fran Sanz, Carmen Garc¨ªa-Monerris y 21 militantes m¨¢s del PSPV-PSOE de la ciudad de Valencia.
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