El presunto sicario dice que estuvo con una novia la noche del crimen

Jonathan Andr¨¦s Ortiz, el colombiano de 25 a?os acusado de ser el autor material de la muerte a tiros del narcotraficante Le¨®nidas Vargas, estuvo la tarde del crimen con su amante y la tambi¨¦n imputada en el caso, Yuli Carolina Oliveros Rojas, de 27 a?os. Eso es lo que asegur¨® el presunto sicario durante cerca de una hora de interrogatorio en la primera jornada del juicio. El resto de los procesados afirmaron que solo se conoc¨ªan de vista, y negaron haber participado en la muerte de Vargas. No faltaron los lloros delante del jurado y la negativa a contestar a las preguntas del fiscal o de los otros abogados del juicio.

El pen¨²ltimo en declarar fue el supuesto asesino a sueldo. Ortiz supo plantear su versi¨®n sin caer casi en contradicciones, sobre todo, al responder a las preguntas de un fiscal que le dej¨® expresarse con soltura y que no ahond¨® en su presunta participaci¨®n en el crimen. El procesado asegur¨® que trabajaba lavando platos en un hotel de Fuerteventura. Durante los d¨ªas previos al crimen, estuvo en contacto con Yuli Carolina, con la que manten¨ªa una relaci¨®n desde hac¨ªa a?os. Seg¨²n su versi¨®n, hablaron varias veces por tel¨¦fono y ¨¦ste le manifest¨® su deseo de ir a verla, pero que no ten¨ªa dinero para viajar a Madrid.

Su amiga pidi¨® dinero para pagar los 475 euros del billete de avi¨®n

Yuli, dijo, le consigui¨® el billete de avi¨®n. Ten¨ªa solo 200 euros de los 475 que costaba. El resto se lo pidi¨® a una amiga. "Yo quer¨ªa venir a Madrid, porque mi mujer me dej¨® solo el d¨ªa de Nochevieja y quer¨ªa ver a Yuli, pero no sab¨ªa c¨®mo hacerlo para que no se enterara mi mujer", reconoci¨® el acusado durante el interrogatorio. Este tan solo tuvo que responder a una pregunta del fiscal sobre su posible visita al hospital 12 de Octubre, donde estaba ingresado Vargas, la tarde del crimen. "No he estado nunca en ese sitio", respondi¨® el acusado.

Ortiz asegur¨® que, tras aterrizar en el aeropuerto de Barajas, pese a que no ten¨ªa dinero, cogi¨® un taxi y se fue a casa de Yuli. En la vivienda, adem¨¢s de su supuesta amante tambi¨¦n estaban una amiga suya y el novio de esta.

Seg¨²n su relato, fueron los cuatro a un hostal de Torrej¨®n de Ardoz. Despu¨¦s, fue a visitar a su suegra, que reside en Villaverde. Como hac¨ªa dos d¨ªas que se hab¨ªa celebrado el d¨ªa de Reyes, le llev¨® un regalo de parte de la hija. Despu¨¦s regres¨® al hostal de Torrej¨®n, donde pas¨® la noche. "No recuerdo la direcci¨®n de mi suegra porque me la hab¨ªa escrito mi mujer en un papel", declar¨®.

Ortiz hab¨ªa viajado a Madrid sin tener el billete de vuelta a Fuerteventura, lo que llam¨® la atenci¨®n a alg¨²n miembro del jurado formado por cinco mujeres y seis hombres.

El fiscal mantiene que el acusado entr¨® en el hospital 12 de Octubre a las 19.43 del 8 de enero de 2009, se dirigi¨® a la habitaci¨®n del narco Le¨®nidas Vargas y que le descerraj¨® cinco disparos con una pistola con silenciador mientras dorm¨ªa. El sicario iba cubierto con una gorra y una braga negra para evitar ser identificado por las c¨¢maras de vigilancia.

Ortiz asegur¨® que tuvo que quedarse en Madrid los siguientes tres d¨ªas, a causa de la nevada que cay¨® el d¨ªa 9 y por no tener billete de vuelta. Neg¨® ser el propietario de un tel¨¦fonos m¨®vil desde el que supuestamente estuvo en contacto con los dem¨¢s implicados para coordinar con ellos el asesinato de Vargas. Volvi¨® a repetir varias veces a lo largo de la sesi¨®n que desconoc¨ªa el n¨²mero del m¨®vil en cuesti¨®n. Los dem¨¢s imputados tampoco recordaban ese n¨²mero, ni ninguno de los dem¨¢s m¨®viles de los integrantes del grupo.

Tambi¨¦n hubo declaraciones coincidentes de los implicados para acusar a la polic¨ªa de haberles presionado para que testificaran. Seg¨²n explicaron, los polic¨ªas les amenazaron con ponerles en libertad y avisar a la familia Vargas para que se encargara de ellos.