El asesinato del narco lo cometi¨® una 'oficina' de sicarios reci¨¦n creada
Uno de los acusados tir¨® supuestamente la pistola al r¨ªo Guadarrama
Dos testigos protegidos fueron los que pusieron a los investigadores de Homicidios tras la pista de los posibles autores del crimen del narcotraficante Le¨®nidas Vargas, perpetrado el 8 de enero de 2009 cuando estaba ingresado en el hospital 12 de Octubre. Una de las declarantes afirm¨® que el encargo lleg¨® a una oficina de cobro (sicarios a sueldo) radicada en Madrid, pero sus responsables lo rechazaron porque no "les interesaba". La solicitud lleg¨® a una de reciente creaci¨®n "que quer¨ªa subir en el escalaf¨®n", seg¨²n declar¨® la mujer en la tercera sesi¨®n del juicio.
Le¨®nidas Vargas, el jefe del clan colombiano de la Caquet¨¢, muri¨® hacia las 19.45, tras ser acribillado a balazos en la habitaci¨®n 543 a manos de un sicario que le dispar¨® cinco veces con una pistola con silenciador. La Secci¨®n 3? de la Audiencia Provincial juzga a trav¨¦s de un jurado a los siete supuestos autores y encubridores.
Los dos testigos protegidos hablaron de Wilson Alberto Salazar, El Cura, que fue el encargado de conseguir la informaci¨®n sobre cu¨¢l era la habitaci¨®n en la que estaba ingresado Vargas. De hecho, acudi¨® a la vivienda de la hija sobre las nueve o las diez de la noche del d¨ªa del crimen para informarle de que iban a matar a su padre. El Cura se encuentra ahora en paradero desconocido. "Sab¨ªa que Le¨®nidas Vargas estaba amenazado y que su vida corr¨ªa peligro. Ya hab¨ªa sido secuestrado dos veces y sus dos hijos murieron en actos violentos", record¨® la testigo protegida.
El otro testigo protegido, que declar¨® al igual que la primera tras un biombo, acudi¨® a la polic¨ªa con una serie de nombres de personas que ten¨ªan inter¨¦s en matar a Le¨®nidas Vargas. Entre sus m¨®viles estaba la recompensa que ofrec¨ªan por su muerte en los carteles colombianos y el deseo de venganza por haber implicado ante la polic¨ªa a otros narcos en el tr¨¢fico de drogas. "El Cura quiz¨¢ fuera un posible informante, sobre todo para saber la ubicaci¨®n de Le¨®nidas Vargas en el hospital", afirm¨® el testigo, que reconoci¨® que lo hab¨ªa identificado a trav¨¦s de fotograf¨ªas de la polic¨ªa. Este testigo tambi¨¦n dijo que facilit¨® algunos nombres de personas que ten¨ªan cuentas pendientes con Vargas y que podr¨ªan haber sido "los autores intelectuales del crimen".
Tambi¨¦n declar¨® una pareja que conoc¨ªa a uno de los procesados, Andrei Alexandru Cadar, de 20 a?os, acusado de encubrimiento por haber supuestamente tirado al r¨ªo la pistola y el silenciador usados en el crimen.
Ambos reconocieron que un d¨ªa de enero recibieron una llamada del imputado. Les pidi¨® que le llevaran a un r¨ªo. La pareja le llev¨® al pueblo donde resid¨ªa ¨¦l y le dejaron junto al r¨ªo Guadarrama. Le recogieron a los 10 minutos. Ya no llevaba la bolsa de papel con la que hab¨ªa entrado en el coche. El testigo, Alexandre D. B., asegur¨® ante la polic¨ªa que vio la pistola y un cilindro morado (el silenciador). Ayer no lo recordaba, lo que lleg¨® a incomodar al juez que preside el juicio. "No sab¨ªamos qu¨¦ llevaba dentro de la bolsa", afirm¨® contradiciendo sus anteriores declaraciones.
Las im¨¢genes del asesino en el hospital
- Cinco personas acudieron la tarde del crimen al hospital 12 de Octubre. Eran las 19.40 del 8 de enero de 2009. Seg¨²n el fiscal, eran Alexander Salazar, Jos¨¦ Jonathan Fajardo, Edgar Andr¨¦s Ortega, Jonathan Montoya y Jonathan Andr¨¦s Ortiz.
- Los dos ¨²ltimos iban cubiertos con gorras. Ortiz incluso
se cubr¨ªa la cara con una braga negra. Es, presuntamente, el
que sale en el primer fotograma.
- Despu¨¦s subieron los dos acusados, seg¨²n el ministerio p¨²blico, a la quinta planta (fotogramas 2 y 3). Ortiz fue el
que entr¨® en la habitaci¨®n del narco y descerraj¨® cinco tiros
a Le¨®nidas Vargas.
- Acto seguido (cuarta imagen) huye del hospital.
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