Tenderos de siempre frente a clientes de hoy
La crisis a?ade presi¨®n para liberalizar los horarios del comercio - Abrir m¨¢s horas favorece a las parejas j¨®venes y asusta a los peque?os negocios
Domingo. Seis de la tarde. En las calles aleda?as a la Puerta del Sol de Madrid no cabe un alfiler. El d¨ªa en el que tradicionalmente el comercio sol¨ªa cerrar, hoy se pueden comprar zapatos, libros y hasta llenar el carrito en el supermercado. Si adem¨¢s es el primer domingo del mes, no har¨¢ falta que se desplace al centro de la ciudad. En los centros comerciales de las afueras podr¨¢ comprar desde ropa hasta muebles.
El mismo d¨ªa. La misma hora. En el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona las tiendas tienen la persiana bajada. Poca gente pasea por las aceras. Algunos turistas miran los escaparates a trav¨¦s de las rejas. Las colas solo se forman en la puerta de teatros y cines. ?Domingos para comprar o domingos para descansar? Depende de d¨®nde viva.
Las tiendas abren ocho festivos en la mayor¨ªa de regiones; en Madrid, hasta 22
El sector debate si la liberalizaci¨®n favorecer¨ªa el consumo
Los ciudadanos maduros son los m¨¢s reacios a comprar en domingo
Catalu?a, que ha sido siempre restrictiva, sonde¨® ampliar horarios
Las asociaciones de consumidores no tienen una postura com¨²n
Las soluciones son distintas seg¨²n la cultura del pa¨ªs, asegura un experto
La decisi¨®n de regular los horarios est¨¢ en manos de las comunidades aut¨®nomas desde 2004. En la mayor¨ªa se quedan en el m¨ªnimo de legislaci¨®n estatal, que son ocho domingos o festivos. En el otro extremo, Madrid abre hasta 22 al a?o. El Gobierno central estudia ahora extender la liberalizaci¨®n de las aperturas para fomentar el consumo, dentro de un paquete de reformas para dejar atr¨¢s la crisis. El Ejecutivo explora incluir la medida dentro del texto legal que prepara sobre servicios profesionales.
El presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero asegur¨® hace unas semanas que pretend¨ªa terminar con "algunas ataduras" que limitan el crecimiento de la econom¨ªa, y que para ello plantear¨ªa "a las comunidades aut¨®nomas actuaciones concertadas en materia de horarios comerciales". Ayer la vicepresidenta Elena Salgado reiter¨® que es necesario "aumentar la coordinaci¨®n" entre las comunidades.
La directora general de Comercio de la Comunidad de Madrid -donde m¨¢s domingos se abre-, Carmen C¨¢rdeno, explica que, adem¨¢s de aplicar la mayor laxitud permitida por ley, se han declarado 79 ¨¢reas tur¨ªsticas, entre las que se incluye la zona de Sol, donde se puede abrir siempre. "En los ¨²ltimos tres a?os, de 2008 a 2010, el empleo en el sector del comercio registr¨® en la Comunidad de Madrid un incremento de 8.240 puestos de trabajo", se?ala C¨¢rdeno. Las declaraciones de ¨¢reas tur¨ªsticas se han convertido tambi¨¦n en otras muchas zonas de Espa?a un coladero para permitir que ciertas zonas se salten la norma general.
Adem¨¢s de la creaci¨®n de empleo, el otro argumento que aflora cuando se habla de liberalizar las aperturas es el de la inflaci¨®n. Un informe que el Gobierno catal¨¢n encarg¨® a una comisi¨®n de expertos en 2005 soliviant¨® a los comerciantes y sindicatos al se?alar el modelo comercial auton¨®mico como uno de los factores que provocaban que la inflaci¨®n de la comunidad estuviera siempre por encima de la media espa?ola. Su modelo es precisamente de los m¨¢s restrictivos, ya que limita al m¨ªnimo las aperturas y adem¨¢s, la construcci¨®n de nuevas grandes superficies y centros comerciales, que quedan acotados a las tramas urbanas, es decir, dentro de las ciudades. Aun as¨ª, tambi¨¦n all¨ª funciona la excusa de las ¨¢reas tur¨ªsticas: 83 municipios, adem¨¢s de La Rambla de Barcelona tienen libertad horaria. "No est¨¢ demostrado que el modelo catal¨¢n sea inflacionista. Es cierto que todos los pa¨ªses de nuestro entorno tienden a la liberalizaci¨®n, pero eso es inevitable desde el momento en el que se puede comprar por Internet d¨ªa y noche", asegura Llu¨ªs Mart¨ªnez, profesor de Direcci¨®n de Mercadotecnia de Esade.
En el extremo contrario a Madrid est¨¢ el Pa¨ªs Vasco, donde los establecimientos no abren ning¨²n festivo por la presi¨®n de los sindicatos. A pesar de que esta v¨ªa no suscita grandes adhesiones, tampoco lo hace la libertad total. "Abrir en domingo no garantiza que se aumente el consumo y, por tanto, mejore la econom¨ªa. Quiz¨¢ en un primer momento s¨ª, por el impulso y la novedad. Pero el presupuesto familiar es el que es. Y cuando el primer mes llegara el extracto de la tarjeta de cr¨¦dito, el segundo se volver¨ªa a consumir igual, pero posiblemente en d¨ªas diferentes", vaticina el profesor de la Universidad de Oviedo Francisco Javier de la Ballina. "El comercio refleja la cultura de un pueblo", recuerda Llu¨ªs Mart¨ªnez, que defiende que cada pa¨ªs debe poder desarrollar su modelo. Porque detr¨¢s del debate hay un temor: que liberalizar los horarios suponga la desertizaci¨®n del centro de las ciudades porque la gente se vaya a la periferia a comprar.
?Qu¨¦ prefieren los consumidores? Seg¨²n qui¨¦n realiza el estudio, las respuestas son muy diversas. En las encuestas realizadas a petici¨®n de grandes cadenas comerciales, hasta siete de cada diez ciudadanos querr¨ªan que se abriera todo el a?o. Las cifras que maneja el Ministerio de Agricultura, sin embargo, son bien distintas: en 2010, m¨¢s del 85% de los consumidores cre¨ªa que los horarios comerciales actuales eran adecuados. La Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) apoya la libertad horaria. "Entendemos que no se pueden poner cortapisas en la era de Internet, por lo que deben poder abrir todos los establecimientos que quieran y puedan", asegura su portavoz, Ileana Izverniceanu. Pero esa cuesti¨®n tampoco est¨¢ clara entre los consumidores, puesto que otra asociaci¨®n, Facua, se ha opuesto en m¨²ltiples ocasiones a la liberalizaci¨®n de los horarios.
La OCU maneja una encuesta que se?ala que el 73,8% de los ciudadanos est¨¢ a favor de que se deje abrir los domingos, mientras que el 65,9% afirma que la libertad horaria es "importante". Llu¨ªs Mart¨ªnez Ribes, de Esade, asegura que hay dos grupos de poblaci¨®n que consumir¨ªan m¨¢s si se abriera el fin de semana: los hogares j¨®venes con dos sueldos y las parejas con hijos. "Estos dos grupos en realidad lo que compran es tiempo, que es lo que no tienen entre semana", afirma. Quienes menos se decantar¨ªan por salir a comprar en domingo ser¨ªan los ciudadanos maduros, que tiran m¨¢s por el ocio, y los jubilados, que pueden ir de compras cada d¨ªa.
Los horarios de trabajo cambian. Y los momentos en los que se puede acudir a comprar tambi¨¦n. "El comercio est¨¢ para servir al consumidor, y sus horarios ya se modificaron con la incorporaci¨®n de la mujer al trabajo", asegura el director del ¨¢rea de Consumo y Distribuci¨®n de la consultora Deloitte, Juan Francisco L¨®pez, que considera que los peque?os comercios ahora tienen "una peque?a ventaja competitiva" frente a las grandes superficies, por lo que seguramente s¨ª acusar¨ªan la libertad horaria.
"En Europa hay muchos modelos respecto a los horarios comerciales, porque es una cuesti¨®n que tiene mucho que ver con la cultura y la forma de vida", explica De la Ballina. Destaca cuatro principales modelos del Viejo Continente: el sueco, que apuesta por la libertad total; el austr¨ªaco y belga, muy restrictivo en materia de apertura en festivo; el alem¨¢n, muy similar al espa?ol, ya que limita por horas y d¨ªas festivos, y el franc¨¦s. "Este ¨²ltimo es muy especial, porque no acota por la parte comercial, sino la laboral. Ser¨ªa el m¨¢s exportable a Espa?a, y evitar¨ªa muchos de los problemas que le achacan a la posible libertad comercial", sostiene el experto. El modelo galo, explica, se basa en limitar el n¨²mero de d¨ªas festivos que los empleados del comercio pueden trabajar. De este modo, defiende De la Ballina, no se impedir¨ªa a los trabajadores del sector servicios conciliar su vida laboral y familiar.
Al margen de este aspecto (el del descanso dominical que debe permitirse a los trabajadores del sector), el profesor no tiene claros los otros argumentos tradicionales para pelear contra la libertad horaria. "Nunca se ha demostrado que supusiera p¨¦rdida de empleo. Lo que s¨ª produce es una serie de desplazamientos innecesarios, ya que, si en una ciudad como Toledo est¨¢ prohibido abrir, pero resulta que en Madrid, a poca distancia si se tiene tiempo el domingo, el comercio s¨ª puede abrir; el consumidor que quiere gastar dinero en domingo lo har¨¢ all¨ª. La riqueza que se podr¨ªa quedar en una ciudad o municipio acaba en otra porque su Gobierno auton¨®mico es m¨¢s laxo en cuesti¨®n de horarios", razona.
Las reacciones en Catalu?a, donde el peque?o comercio siempre ha sido un destacado lobby y ha defendido el modelo m¨¢s restrictivo en cuanto a aperturas en festivos, no se hicieron esperar. La Generalitat al principio se?al¨® que no pensaba modificar sus criterios, ya que "la ley da una cobertura suficiente a las necesidades de los consumidores, a la vez que garantiza el equilibro entre los peque?os comercios y las grandes superficies". Al cabo de unos d¨ªas, sin embargo, introdujo matices y plante¨® la posibilidad de abrir m¨¢s festivos "si el sector lo ped¨ªa". El consejero de Econom¨ªa, Andreu Mas-Colell, asegur¨® cuando tom¨® posesi¨®n de su cargo que deb¨ªa haber establecimientos abiertos a medianoche, sin que ello supusiera perder el "modelo Eixample", de predominio de tiendas a pie de calle. Finalmente, la semana pasada fue el presidente Artur Mas quien zanj¨® el debate y se comprometi¨® ante los comerciantes a mantener los horarios actuales.
El secretario general de la Confederaci¨®n de Comercio de Catalu?a (CCC), que tambi¨¦n lo era hasta ayer en la patronal de los comerciantes de Espa?a, Miguel ?ngel Fraile, ha insistido, rotundo, en que no permitir¨¢n que se abra m¨¢s festivos, pues el peque?o comercio saldr¨ªa muy perjudicado en su competici¨®n con las grandes superficies y la medida supondr¨ªa el cierre de tiendas.
La patronal del peque?o comercio no tuvo que pensar demasiado el discurso contra la posible liberalizaci¨®n de horarios, que las grandes cadenas y superficies anhelan desde hace d¨¦cadas para evitar tener que adaptar su plan de negocios a cada ubicaci¨®n concreta. Ya son muchas las batallas libradas en ese campo. En abril de 1985, el conocido como Decreto Boyer (impulsado por el entonces ministro de Econom¨ªa socialista Miguel Boyer en plena crisis) estableci¨® la libertad de horarios comerciales en Espa?a. Provoc¨® una huelga del comercio tradicional y manifestaciones. Los tenderos, que hasta entonces cerraban a mediod¨ªa, s¨¢bados por la tarde y todos los domingos, ve¨ªan el fin de su supervivencia.
Boyer ha defendido en varias ocasiones en los ¨²ltimos a?os que la normativa fue un ¨¦xito y no se perdi¨® empleo. Sea cierto o no, en 1993, el tambi¨¦n ministro socialista Javier G¨®mez Navarro impuso de nuevo normas mucho m¨¢s restrictivas. Incluy¨® tope de horas y de aperturas en festivos. En 2000, de nuevo a golpe de decreto, el Partido Popular prometi¨® una vuelta a la libertad de horarios, pero cuando deb¨ªa entrar en vigor, en 2004, el PSOE, otra vez en el poder, desarroll¨® la regulaci¨®n vigente.
La legislaci¨®n dice actualmente en su art¨ªculo primero que "cada comerciante determinar¨¢ con plena libertad el horario de apertura y cierre de sus establecimientos comerciales de venta y distribuci¨®n de mercanc¨ªas, as¨ª como los d¨ªas festivos de apertura y el n¨²mero de horas diarias o semanales en los que ejercer¨¢ su actividad". Algo que en la pr¨¢ctica es falso. ?Por qu¨¦? Porque en su art¨ªculo dos establece que "en el ejercicio de sus competencias, corresponder¨¢ a las comunidades aut¨®nomas la regulaci¨®n de los horarios para la apertura y cierre de los locales comerciales". Pas¨® la patata caliente a las comunidades aut¨®nomas. Una patata caliente que ahora las autonom¨ªas, despu¨¦s de elaborar normativas propias, no quieren devolver.
Idas y venidas de la legislaci¨®n
- Decreto Boyer (1985). Fija la libertad total de horarios comerciales, lo que suscita protestas y manifestaciones del peque?o tendero.
- El ministro Javier G¨®mez Navarro restringe en 1993 la normativa e impone un tope de horas y festivos en los que los comercios pueden abrir.
- En 2000, el Partido Popular anuncia un nuevo decreto para instaurar la libertad de horarios a partir de 2004. Nunca lleg¨® a entrar en vigor porque ese a?o el PSOE gan¨® las elecciones.
- En 2004, el primer Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero aprueba la actual normativa sobre regulaci¨®n de horarios comerciales. El primer art¨ªculo decreta la libertad de horarios, pero el segundo deja en manos de las comunidades aut¨®nomas la potestad para acotarlo a horas y festivos determinados.
- El pasado 12 de enero de 2011, Zapatero anuncia un nuevo paquete de medidas econ¨®micas. El presidente del Gobierno sugiere reabrir el debate de los horarios comerciales, lo cual vuelve a generar el rechazo de las peque?as empresas.
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