Sin motivos para el optimismo
El terremoto y posterior tsunami del pasado viernes han afectado de forma muy grave a las centrales del emplazamiento de Fukushima I en Jap¨®n. Al producirse el terremoto tuvo lugar la parada autom¨¢tica de los reactores y el inicio de la refrigeraci¨®n, que resulta necesaria para extraer el calor residual que se produce por la desintegraci¨®n de los materiales radiactivos presentes en el combustible. Posteriormente, el tsunami arras¨® los tendidos el¨¦ctricos e inutiliz¨® todos los generadores di¨¦sel de la planta. Durante unas horas, se consigui¨® refrigerar el reactor con el impulso de una turbo-bomba movida por el propio vapor generado en la vasija del reactor. Sin embargo, el agotamiento de las bater¨ªas necesarias para controlar las v¨¢lvulas lo dej¨® fuera de servicio, por lo que la refrigeraci¨®n del combustible -pastillas de ¨®xido de uranio, dentro de barras met¨¢licas de circonio- qued¨® en situaci¨®n precaria.
Con la aparici¨®n de fugas incontroladas, la situaci¨®n radiol¨®gica en el lugar es muy delicada
Al calentarse el metal por encima de los 1.000 grados cent¨ªgrados, se produce una reacci¨®n qu¨ªmica con el vapor de agua, en la que el ox¨ªgeno del agua se combina con el metal y el hidr¨®geno sale en forma gaseosa. Al oxidarse, las vainas se vuelven fr¨¢giles y se agrietan, lo que libera los productos radiactivos gaseosos que hay en su interior: gases nobles como el xen¨®n y el kript¨®n, y otros productos muy vol¨¢tiles como el yodo y el cesio. Esos gases salieron en las primeras descargas a trav¨¦s de filtros, de forma controlada para aliviar la presi¨®n del recinto de contenci¨®n. La fusi¨®n de las pastillas de ¨®xido de uranio aparece a mayor temperatura, pero si no se logra una refrigeraci¨®n estable, puede darse en las zonas m¨¢s calientes del n¨²cleo si se alcanzan temperaturas cercanas a los 3.000 grados. Con ella, se liberar¨ªan m¨¢s productos que forman aerosoles y cuyo escape a la atm¨®sfera depende de que la contenci¨®n mantenga su capacidad de aislamiento.
Los informes indican que a pesar de los esfuerzos realizados por recuperar la refrigeraci¨®n del combustible, se han producido explosiones de hidr¨®geno que han da?ado los edificios de los reactores n¨²meros 1 y 3 y, lo que es peor, la contenci¨®n del reactor 2 que queda as¨ª de momento fuera de control. Adem¨¢s, el combustible usado que se mantiene en las piscinas de enfriamiento, tambi¨¦n desprovistas de refrigeraci¨®n, ha empezado a ocasionar efectos similares, habi¨¦ndose producido ya un incendio y la liberaci¨®n de una cantidad importante de radiactividad. Con estas fugas incontroladas, la situaci¨®n radiol¨®gica en el emplazamiento es muy delicada y se ha evacuado a todos los trabajadores no indispensables.
El ¨²nico signo positivo es que los niveles de radiaci¨®n han vuelto a descender indicando que los escapes se han atenuado mucho gracias al bombeo de agua del mar, pero las posibilidades de recuperar el control pasar¨ªan por volver a disponer de una fuente de alimentaci¨®n el¨¦ctrica estable, en lo que al parecer se est¨¢ trabajando, para con ella volver a disponer de refrigeraci¨®n en el n¨²cleo y en las piscinas de enfriamiento de combustible usado. Sin ella, a¨²n no hay motivos para el optimismo, ya que no se pueden excluir nuevos recalentamientos y escapes adicionales.
Eduardo Gallego D¨ªaz es profesor de Ingenier¨ªa Nuclear de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid y vicepresidente de la Sociedad Espa?ola de Protecci¨®n Radiol¨®gica.
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