Italia, m¨¢s dividida que nunca
La Liga Norte se ausenta del festejo de los 150 a?os de la unificaci¨®n - Gritos de dimisi¨®n contra Berlusconi - Napolitano pide "nuevo cemento unitario"
Fiel a su gusto por el teatro y el melodrama, Italia festej¨® ayer el 150? cumplea?os de su Estado unitario nacional m¨¢s dividido que nunca. Hubo grandes discursos, imponente presencia f¨ªsica y espiritual de la Iglesia cat¨®lica que otrora batallaba contra Garibaldi, y rica diversidad de opiniones. Como se esperaba, las fracturas abiertas aparecieron m¨¢s agudas que nunca. La Liga Norte, socio esencial del Gobierno de Silvio Berlusconi, desert¨® en masa de la mayor¨ªa de festejos, confirmando que le cuesta renunciar a su ADN: provocaci¨®n, folclore y un odio cerval al Estado del que mama desde hace 25 a?os.
En Mil¨¢n y otras ciudades se oyeron gritos espont¨¢neos contra la Liga, pero la peor parte se la llev¨® el primer ministro, Silvio Berlusconi, reiterada y sonoramente abucheado en las calles y que, para evitar males mayores, hubo de abandonar por una puerta lateral la misa que ofici¨® en la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa de los ?ngeles el presidente de los obispos, Angelo Bagnasco.
El presidente de la Rep¨²blica reclama a los pol¨ªticos "sentido del l¨ªmite"
Un poco antes, a la entrada del museo de la Rep¨²blica Romana, en la colina del Jan¨ªculo, un grupo de ciudadanos hab¨ªa recibido al primer ministro con gritos de "dimite", "verg¨¹enza" y "bunga bunga", en obvia referencia al caso Ruby, en el que Berlusconi est¨¢ imputado por prostituci¨®n de menores y abuso de poder.
Durante la visita al Altar de la Patria, sus seguidores le aplaudieron y le animaron a resistir, y el l¨ªder del Pueblo de la Libertad se permiti¨® el ¨²nico comentario del d¨ªa. Entre bromas y veras, dijo: "Sigo adelante para defenderme. No dejar¨¦ el pa¨ªs en manos de los comunistas".
El papel de agitador en la lluviosa jornada lo jug¨® la Liga Norte, sost¨¦n del Ejecutivo y el gran partido m¨¢s antiguo del pa¨ªs. La formaci¨®n federalista decidi¨® atizar todas las tensiones pol¨ªticas, geogr¨¢ficas y econ¨®micas entre el norte y el sur al desertar de casi todos los actos oficiales, y solo envi¨® cinco representantes a la sesi¨®n conjunta de la C¨¢mara y el Senado presidida por Giorgio Napolitano.
Acudieron los ministros Umberto Bossi, Roberto Maroni y Roberto Calderoli, una subsecretaria y un diputado. Ninguno de ellos aplaudi¨® los puntos fuertes del discurso del presidente de la Rep¨²blica, aunque Bossi hizo de tripas coraz¨®n y se levant¨® al final para escuchar el himno nacional.
La guerrilla simb¨®lica de las huestes padanas contra la unidad nacional arranc¨® con su oposici¨®n al decreto del Consejo de Ministros que declar¨® fiesta nacional el 17 de marzo. En las v¨ªsperas, los liguistas abandonaron los hemiciclos regionales de Lombard¨ªa y Emilia Roma?a en el momento en que son¨® el himno de Mameli.
Al abrir los festejos el mi¨¦rcoles en la plaza del Quirinal, Napolitano record¨® la importancia estrat¨¦gica de la unidad del pa¨ªs. "Divididos, habr¨ªamos sido expulsados de la historia", advirti¨®. "Discutimos y peleamos, pero todos debemos recordar que hay algo m¨¢s grande, que es nuestra naci¨®n y nuestra patria, y que si estamos unidos podremos vencer los retos que tenemos por delante".
Ante el Parlamento, el hombre que porta el faro moral del pa¨ªs insisti¨® en que la cohesi¨®n nacional y el desarrollo de la econom¨ªa del sur son "debilidades hist¨®ricas" que deben ser sanadas. Napolitano afirm¨® que el federalismo debe ser una v¨ªa de agregaci¨®n, advirti¨® a Berlusconi de que la Constituci¨®n es irrenunciable, y llam¨® a la clase pol¨ªtica a moderar sus excesos: "Resistiremos las pruebas que nos esperan, como en otros momentos clave del pasado. Pero lo haremos con una condici¨®n, que cuaje nuevamente un fuerte cemento unitario, no gastado o disuelto en ciegos partidismos y p¨¦rdidas continuas del sentido del l¨ªmite y la responsabilidad".
Seg¨²n el analista pol¨ªtico Giancarlo Santalmassi, "el pa¨ªs est¨¢ menos unido que nunca, pero las celebraciones han sido un ¨¦xito de Napolitano y la Liga ha cometido un grave error al ignorarlas. Con un Estado federalista Italia ser¨ªa m¨¢s compacta. Pero si no se resuelve la fragmentaci¨®n de la pol¨ªtica, no avanzaremos. El consuelo es pensar que Italia sobrevive a todo. Sobrevivi¨® al fascismo y a las Brigadas Rojas. Y resistir¨¢ tambi¨¦n a Berlusconi y a la Liga".
La revista Familia Cristiana afirm¨® que "la pose de gladiador" de los liguistas es solo "un jueguecito sin riesgo para buscar publicidad", y enfatiz¨®: "No cantan el himno nacional y cuando suena se van a tomar caf¨¦ y bollos, pero cuando se trata de repartir poltronas y prebendas, la Liga siempre se pone en primera l¨ªnea".
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