'Hemos perdido los ritos que han forjado la manera de ser nipona'
En Jap¨®n, referirse a algo mediante una abreviatura suele ser la mejor prueba de que ese algo se ha convertido en un ¨¦xito de masas. Es el caso de la cadena McDonald's (conocida como Makudo), Leonardo DiCaprio (Dikapuri) o el barrio tokiota de Akihabara (Akiba). Kyoichi Katayama (Uwajima, 1959) jam¨¢s imagin¨® que su cuarta novela, Un grito de amor desde el centro del mundo (Alfaguara), devendr¨ªa en un coloquialismo sintetizado. Publicada bajo el t¨ªtulo Sekai no chushin de, ai wo sakebu en 2001, este relato de amor y p¨¦rdida adolescentes no tard¨® en superar el r¨¦cord establecido por Tokio blues, de Haruki Murakami, y a d¨ªa de hoy sigue siendo la novela m¨¢s vendida de la historia del pa¨ªs con m¨¢s de tres millones de copias despachadas. Los japoneses la llaman simplemente Sekachu. "Sigo sin tener idea de por qu¨¦ ha vendido tanto. Trata un tema accesible para cualquiera, pero jam¨¢s me plante¨¦ un ¨¦xito semejante", explica Katayama en un c¨¦ntrico hotel de Fukuoka, ciudad a la que se mud¨® siendo universitario y donde a¨²n reside con su familia. Sekachu fue junto a la telenovela surcoreana Sonata de invierno el principal catalizador del llamado boom del amor puro. Este fen¨®meno, a¨²n de lo m¨¢s vigente en la literatura y el entretenimiento nacional, desat¨® la pasi¨®n -especialmente de las niponas- por las ficciones que plasmaran la relaci¨®n amorosa con una efusi¨®n y un candor in¨¦ditos hasta entonces. "Nunca me he identificado lo m¨¢s m¨ªnimo con esa corriente", explica un Katayama al que le sigue resultando algo casi ajeno el que su novela, que se ha traducido a 15 idiomas, haya sido tambi¨¦n transmutada con id¨¦ntico ¨¦xito en un manga, dos filmes (uno japon¨¦s y otro surcoreano titulado My girl and I), una telenovela y un musical. ?l no se ha movido de Fukuoka, apenas ha variado su rutina y mantiene una escueta agenda promocional. El a?o de Saeko (Alfaguara) es la segunda de sus obras que ve la luz en Espa?a.
"Hoy Jap¨®n es una de las naciones m¨¢s pr¨®speras y sin embargo muchos se sienten infelices y piensan que en el camino se ha perdido algo espiritual"
"No siento que esta novela sea tan diferente de Un grito de amor desde el centro del mundo. En este caso, la protagoniza un matrimonio y su relaci¨®n es bastante m¨¢s compleja. Pero el fondo es similar y ambas son intensos relatos de amor", explica en un japon¨¦s pulcro y encantador. Sin embargo, El a?o de Saeko -lanzada en Jap¨®n en 2006- rezuma mayor amargura y desencanto, y retrata con sutileza una relaci¨®n al borde del abismo, muy al estilo de Natsume S?seki (1867-1916) y su novela La puerta (Miraguano), la obra que m¨¢s se le vino a la cabeza a Katayama mientras escrib¨ªa. Aunque el verdadero germen fue un tema candente all¨¢ por 2005; la posibilidad de regatear la norma que a¨²n proh¨ªbe engendrar hijos mediante una madre de alquiler en Jap¨®n llevando a cabo el proceso en Corea del Sur. "Antes un ¨²tero era algo privado y ahora son varios los que pueden decidir qu¨¦ sucede ah¨ª dentro. Era algo in¨¦dito y quise imaginar c¨®mo trastocar¨ªa la vida matrimonial de los japoneses". En el caso de la pareja protagonista -Saeko y Shun'ichi-, dicha situaci¨®n torna su rutinaria vida en una espiral de oscuridad, paranoia e incertidumbre. "Y pese a ello, no dejan de amarse incondicionalmente", a?ade.
La que abre la caja de los truenos es Saeko, un ama de casa en la treintena que vive obsesionada por un luchador de sumo de segunda fila y que se dedica a reproducir con comida obras como El grito de Edvard Munch en la fiambrera que le prepara cada d¨ªa a su marido oficinista. "Ella se ha creado un mundo propio y opaco, habitado por sus propias criaturas, y puede que por eso transmita al lector miedos muy reales. No fue premeditado. Creo que en la narrativa japonesa -empezando por los mitos tradicionales- a¨²n tendemos a retratar a la mujer como un ser terror¨ªfico". "A m¨ª siempre me resultar¨¢ una criatura misteriosa, y mi esposa la que m¨¢s", a?ade con una sonrisa tierna, "por eso me resultaba m¨¢s natural que Shun'ichi fuera el narrador de esta historia". Shun'ichi, pese a su naturaleza retra¨ªda, se convierte adem¨¢s en el ¨²nico eslab¨®n que liga a la pareja a una realidad que ¨¦l comienza a cuestionar hasta el punto de plantearse si los delirios de su mujer son una respuesta juiciosa al sinsentido del d¨ªa a d¨ªa en el Jap¨®n contempor¨¢neo. "Varios personajes dudan de la validez del modo de vida actual. Y creo que ahora todos los japoneses se lo plantean en un momento dado. Tras la derrota en la Segunda Guerra Mundial todos se propusieron levantar el pa¨ªs. Hoy Jap¨®n es una de las naciones m¨¢s pr¨®speras y sin embargo muchos se sienten infelices y piensan que en el camino se ha perdido algo a nivel espiritual, algo que mov¨ªa ese soplo de lucha y superaci¨®n", medita el escritor.
El retrato que Katayama hace de su pareja protagonista hace pensar en una barcaza a la deriva en el seno de una sociedad cuyo orgullo e identidad tambi¨¦n parece zozobrar. "En sitios como Tokio, donde transcurre la obra, se ha perdido en poco tiempo el sentido de comunidad y los ritos que han forjado la manera de ser nipona. Y Shun'ichi, al igual que yo mismo y mucha gente que conozco, lo mismo reflexiona sobre Confucio o K?b? Daishi [el fundador del budismo Shingon en Jap¨®n] que recurre por ejemplo a antolog¨ªas de l¨ªrica tradicional nipona, para rebuscar en esas ra¨ªces culturales que muchos desconocen hoy. Porque en Jap¨®n", se lamenta, "parece como si lo ocurrido antes de la guerra o la era de Meiji fuera algo muy remoto".
El a?o de Saeko / L'any de Saeko. Kyoichi Katayama. Traducci¨®n de Lourdes Porta / Manel Carbonell. Alfaguara. Madrid, 2011. 248 p¨¢ginas. 17 euros. La novela se distribuir¨¢ a finales de mes.
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