Todo es dinero, los sue?os tambi¨¦n

Buscando la luz, Monumento a la tolerancia, Peine del viento, Arco de la libertad, Elogio del horizonte, Escuchando la piedra, Lo profundo es el aire: ?caben t¨ªtulos m¨¢s enso?adores, a¨¦reos, emocionantes? Intereses econ¨®micos poco o nada confesables, medias verdades, mentiras enteras, politiqueos, hipocres¨ªas, sobredosis de orgullos: ?caben conceptos m¨¢s alejados del sue?o de hierro, de la poes¨ªa de hormig¨®n, del sobrecogedor pu?etazo de piedra, de todas esas heridas en el espacio que sobrevuela las campas de Zabalaga?

Pero todo es dinero, los sue?os tambi¨¦n, y ahora volvemos a caer en la cuenta, en las dichosas cuentas de la lechera, que lo mismo salpican el ladrillo que la cultura. Lo malo es que todo es dinero y todo es pol¨ªtica, pero por desgracia no todo es arte, aunque almas bienintencionadas a veces insisten, con sus obras, en convencernos de que s¨ª. El dinero y el sempiterno trueque pol¨ªtico -y los excesos de un orgullo familiar mal entendido- han acabado con uno de esos sue?os, se titulaba Chillida-Leku, a partir de ahora habr¨¢ que buscarlo en la Enciclopedia de los lugares Inexistentes.

Los Chillida anunciaron ayer que la falta de acuerdo con las instituciones p¨²blicas vascas les obligaba a echar el cierre definitivo a la persiana, y que Chillida-Leku dejaba de ser un espacio p¨²blico para convertirse en colecci¨®n privada. Gobierno Vasco y Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa hab¨ªan ofrecido a la familia 80 millones de euros y la posibilidad de un cambio de modelo de gesti¨®n que propiciara la reapertura del museo, cerrado el 1 de enero por d¨¦ficit continuado. Mientras, suced¨ªan varias cosas: el clan Chillida sacaba a la venta en Sotheby's, por vez primera desde la muerte del artista en 2002, un conjunto de esculturas monumentales, en un intento de hacer caja tan ins¨®lito como leg¨ªtimo. Colectivos de artistas ped¨ªan un acuerdo familia / instituciones encaminado a salvar el museo. El PP presentaba una proposici¨®n no de ley en el Congreso con ese mismo objetivo. Luis Chillida, hijo del artista y director del centro, se quejaba a este diario de la falta de generosidad de las instituciones vascas y avisaba: "?Tenemos otras ofertas, cogemos el museo y nos lo llevamos a otro sitio!". Y los pol¨ªticos se preguntaban: "?Y c¨®mo se es generoso con un museo familiar cuando se juega con dinero p¨²blico?". Del papel jugado por el Ministerio de Cultura para evitar el desastre, no se han tenido muchas noticias. Todos tendr¨¢n su parte de raz¨®n. Y todo depende del color del cristal con que se mire, y esas cosas. Todo, menos la evidencia suprema: todo es dinero. Los sue?os, tambi¨¦n. Agur, Zabalaga.