La ola de protestas contra la corrupci¨®n en Siria desaf¨ªa al r¨¦gimen de El Asad
Como en T¨²nez, la revuelta siria comenz¨® con una discusi¨®n entre un vendedor y un polic¨ªa. El pasado 17 de febrero, un comerciante del mercado viejo de Damasco fue vejado por un agente y cientos de personas se pusieron de su lado, lanzando gritos contra la corrupci¨®n y los abusos de poder. Fue el punto de partida de una cadena de protestas. El viernes, la polic¨ªa mat¨® al menos a tres manifestantes en la ciudad de Deraa, cercana a Jordania. Ayer, la polic¨ªa atac¨® con gases lacrim¨®genos a la multitud que acudi¨® a los funerales de las tres v¨ªctimas.
Los funerales se celebraron a las afueras de Deraa y congregaron a varios miles de personas que coreaban la frase "Dios, Siria, libertad" y lanzaban cr¨ªticas al Gobierno del presidente Bachar el Asad. Las fuerzas de seguridad cortaron los accesos a Deraa y cargaron contra la manifestaci¨®n. Testimonios citados por France Presse dijeron que hubo varios heridos y al menos un detenido.
La polic¨ªa mat¨® el viernes a tres manifestantes en la ciudad de Deraa
Al anochecer, el Gobierno envi¨® helic¨®pteros y polic¨ªas de refuerzo a Deraa. Un comunicado oficial acus¨® a "elementos infiltrados" de haber disparado contra la multitud en los disturbios del viernes y anunci¨® una investigaci¨®n.
Las protestas registradas en los ¨²ltimos d¨ªas constituyeron el desaf¨ªo m¨¢s grave al r¨¦gimen de El Asad desde que en diciembre comenz¨® en T¨²nez una revuelta extendida ya, en mayor o menor medida, a todos los pa¨ªses ¨¢rabes y norteafricanos. El jueves fueron encarceladas y procesadas 32 personas, bajo la acusaci¨®n de causar "da?o a la reputaci¨®n del Estado". En Homs, Banias y en la capital, Damasco, las oraciones del viernes concluyeron en manifestaciones que fueron disueltas por las fuerzas de seguridad.
Hasta solo un mes atr¨¢s se consideraba poco probable que la revuelta prendiera en Siria, dadas las caracter¨ªsticas del r¨¦gimen. El presidente El Asad, que hered¨® el puesto de su padre en 2000, gozaba de una relativa popularidad, y el r¨¦gimen del partido ¨²nico Baas dejaba tan pocos resquicios de libertad que cualquier conato de rebeli¨®n parec¨ªa condenado de antemano. El pa¨ªs permanece bajo estado de excepci¨®n desde 1963 y la polic¨ªa secreta domina todos los ¨¢mbitos. La libertad de expresi¨®n, en lo que se refiere a la pol¨ªtica y a las cr¨ªticas al r¨¦gimen en particular, es pr¨¢cticamente nula.
Pero finalmente hubo contagio, alentado por el deterioro de una econom¨ªa basada en un sector p¨²blico ineficiente y con una creciente deuda.
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