El surf y el horror de las estad¨ªsticas

Para aprovechar a fondo la segunda escala en mi Viaje de Tres Semanas por Pa¨ªses que Nunca He Visto (recuerden que la semana pasada estuve en China), me apunt¨¦ a una clase de surf en Wollongong (Australia). Mi clase no fue muy fruct¨ªfera, pero s¨ª divertid¨ªsima. Me puse de pie sobre la tabla una vez (durante aproximadamente 15 mil¨¦simas de segundo).

A pesar de mis defectos como surfista, pude ver que hay una caracter¨ªstica del surf que lo hace especial: cada ola es ¨²nica y el surfista nunca sabe cu¨¢ndo coger¨¢ otra. La imprevisibilidad del surf es una parte importante de lo que lo hace divertido.

Hace dos semanas, los ponentes de la Conferencia Sloan sobre Anal¨ªtica Deportiva debat¨ªan sobre la forma en que la gente le est¨¢ quitando la imprevisibilidad a la NBA. Los cient¨ªficos hablaban de elaborar un mapa de los cerebros de los candidatos. Los estad¨ªsticos platicaban sobre el an¨¢lisis predictivo de las posesiones al final del partido. Mark Cuban sacaba a colaci¨®n cualquier cosa que le pasara por la mente en ese momento.

A medida que le¨ªa sobre la Conferencia Sloan, mi primera reacci¨®n fue la de quedar horrorizado al pensar que el exceso de an¨¢lisis de la NBA no puede m¨¢s que empeorarla. Pero entonces record¨¦ que, en mi vida, el hecho de comprender una actividad no siempre hab¨ªa estropeado mi apreciaci¨®n de la misma. Entiendo c¨®mo funciona el sexo -por qu¨¦ lo busco, lo que le hace a mi cerebro- y todav¨ªa me gusta acostarme con mi novia.

En mi nuevo y tolerante estado de ¨¢nimo, pens¨¦ en mi clase de surf. Porque el surf es muy parecido a la NBA. Los tipos morenos de la playa saben que la ola que acaban de surfear puede no volver otra vez por ah¨ª. Cuando vemos a nuestros deportistas preferidos, comprendemos que lo que estamos viendo puede que nunca se repita.

Me plante¨¦ una pregunta. Suponiendo que pudiera realmente hacer surf (esta pregunta requiri¨® un enorme esfuerzo de l¨®gica), ?me gustar¨ªa menos el surf si lo entendiera m¨¢s y si fuera m¨¢s previsible?

La respuesta es un poco, quiz¨¢. Pero no lo suficiente para frustrar los esfuerzos de los que intentar¨ªan entenderlo.

La misma respuesta es v¨¢lida, creo yo, para la NBA y la posibilidad de que podamos predecir mejor los resultados. Independientemente del futuro que imaginemos, es poco probable que lleguemos a eliminar del todo la influencia humana. El amante de las estad¨ªsticas podr¨ªa ser capaz de decirnos las probabilidades de que una persona determinada de 18 a?os sea capaz de recordar 10 esquemas defensivos, pero no parece probable que pueda predecir con absoluta certeza qu¨¦ pasar¨¢ cuando Kevin Garnett se quede aislado en el poste bajo frente a Chris Bosh a falta de 37 segundos en un partido de playoff ajustado (respuesta: Garnett abusa de Bosh).

Esto es alentador por dos razones. En primer lugar, porque todos podremos descansar tranquilamente esta noche sabiendo que el baloncesto nunca morir¨¢. En segundo, porque, ahora que sabemos que los amantes de las estad¨ªsticas est¨¢n malgastando su tiempo con la NBA, quiz¨¢ pueda convencer a uno de ellos para que se pase por mi pr¨®xima clase de surf.