Las agresiones a m¨¦dicos y enfermeras superaron las 1.800 en 2010

La agresi¨®n que sufrieron tres trabajadoras del centro de salud El Naranjo, en Fuenlabrada, hace casi un mes no va a quedar como un hecho aislado y sin consecuencias del que no se vuelve a hablar. El ataque, en el que dos administrativas y una enfermera resultaron heridas despu¨¦s de que un hombre entrara en el centro y las asaltara con un hacha, ha desencadenado protestas tanto de los sindicatos como del Colegio de M¨¦dicos, que piden m¨¢s seguridad. El a?o pasado los profesionales (m¨¦dicos, enfermeras, administrativos) denunciaron m¨¢s de 1.800 agresiones en centros de salud y hospitales, seg¨²n datos que la Consejer¨ªa de Sanidad facilit¨® a los sindicatos en una reuni¨®n el viernes pasado. Un encuentro que las organizaciones hab¨ªan pedido expresamente para tratar un asunto que les preocupa y del que, aseguran, solo se conoce "la punta del iceberg".

Las 1.800 agresiones se corresponden con casi 1.000 trabajadores que las comunicaron al Registro Madrile?o de Agresiones y Conflictos (Remac), una base de datos centralizada creada en febrero de 2009 a la que los sanitarios acceden a trav¨¦s de un formulario online. Un 9% de las agresiones fueron f¨ªsicas, mientras que en el 45% de los casos se trat¨® de insultos y vejaciones; en el 33%, de coacciones; en el 10% el agresor ocasion¨® da?os materiales y un 3% de los incidentes denunciados fueron amenazas. Seg¨²n los datos ofrecidos a los sindicatos -Sanidad se neg¨® a facilitarlos a este peri¨®dico-, m¨¢s de la mitad de las agresiones se produjeron en hospitales (56%). Cuatro de cada 10 casos (41%) ocurrieron en centros de salud y el 3% afectaron a los profesionales de urgencias del Summa 112.

Desde el sindicato CSIT-UP recuerdan, sin embargo, que al interpretar las cifras hay que tener en cuenta que las agresiones son m¨¢s comunes en atenci¨®n primaria, ya que tiene m¨¢s actividad y m¨¢s trabajadores que la especializada. Los centros de salud madrile?os atendieron 53 millones de consultas en 2010, frente a los 11 millones de consultas y los 2,6 millones de urgencias de los hospitales. Sanidad reconoci¨® en la reuni¨®n del pasado viernes que los datos del Remac reflejan solo una peque?a parte de las situaciones de violencia verbal o f¨ªsica que se producen en la regi¨®n, asegura Beatriz Ogando, representante del sindicato m¨¦dico Femyts que particip¨® en el encuentro. La Consejer¨ªa se ha comprometido a explotar mejor los datos del registro para conocer, entre otras cosas, las causas de las agresiones, el perfil de los atacantes, las consecuencias (bajas laborales) de esas situaciones, etc¨¦tera.

Sanidad tambi¨¦n va a elaborar un "mapa de riesgos" en el que identificar¨¢ los centros o zonas m¨¢s conflictivos. Una medida que deber¨ªa haberse puesto en marcha en 2004, cuando se aprob¨® una orden que establec¨ªa directrices para elaborar planes de "prevenci¨®n y atenci¨®n frente a potenciales situaciones conflictivas con los ciudadanos en los centros e instituciones sanitarias p¨²blicas". El mapa debe "identificar los puntos cr¨ªticos" de la regi¨®n a partir de la informaci¨®n de los servicios de prevenci¨®n de las ¨¢reas. Las 11 ¨¢reas sanitarias en las que se divid¨ªa la regi¨®n han desaparecido con la Ley de Libre Elecci¨®n, que establece un ¨¢rea ¨²nica. Los sindicatos quieren que Sanidad unifique el protocolo de actuaci¨®n ante las agresiones.La Consejer¨ªa de Sanidad se comprometi¨® el viernes a iniciar una campa?a informativa entre los profesionales para animarles a denunciar las agresiones, seg¨²n los sindicatos que participaron en la reuni¨®n. Es una de las propuestas que CSIT-UP hab¨ªa presentado. Adem¨¢s, el sindicato pidi¨® formaci¨®n para ense?ar a los sanitarios a manejar situaciones de conflicto y un refuerzo de la seguridad en todos los centros, algo que el Colegio de M¨¦dicos tambi¨¦n ha solicitado. CSIT propone sustituir las tarjetas identificativas (en las que figura el nombre y apellidos del trabajador) por otras que contengan un c¨®digo que solo conozca la Administraci¨®n.

La elaboraci¨®n del mapa de puntos negros de conflictividad probablemente implicar¨¢ la instalaci¨®n de m¨¢s medidas de seguridad. De hecho, tras el ataque de Fuenlabrada, el centro de salud ha colocado una mampara que separa a los administrativos del p¨²blico. Varias de estas pantallas de seguridad se retiraron de los centros hace unos a?os porque daban mala imagen, seg¨²n fuentes sanitarias. Cuando sucedi¨® el ataque, el vigilante de seguridad rotaba entre siete centros de la zona. Ahora est¨¢ siempre en el de Fuenlabrada.

La Asociaci¨®n de V¨ªctimas de Negligencias Sanitarias (Avinesa) present¨® en octubre pasado un estudio que conclu¨ªa que la principal causa de agresi¨®n es la negativa de un m¨¦dico a expedir una baja laboral. A?ad¨ªa que los distritos m¨¢s conflictivos de la capital son Vallecas y Carabanchel.