M¨¢s oratorios que en el resto del pa¨ªs
Madrid alberga el doble de capillas que las dem¨¢s universidades p¨²blicas juntas
Suelen ser centros peque?os, ubicados en el interior o en el lateral de una facultad. Un peque?o templo, un altar, varias filas de bancas, un capell¨¢n... Solo en Madrid, cuatro de los seis campus p¨²blicos regionales albergan al menos 21 capillas, seg¨²n datos facilitados por las propias universidades. Esa cifra representa m¨¢s del doble de los oratorios que se conservan en todos los campus p¨²blicos del resto de Espa?a, con nueve centros en total, seg¨²n el recuento elaborado por EL PA?S.
Solo dos de las seis universidades p¨²blicas madrile?as (Carlos III y Alcal¨¢) aseguran no mantener templos en sus instalaciones. Del otro lado, la Polit¨¦cnica, con ocho capillas, y la Complutense -tambi¨¦n con ocho, aunque el rectorado se?al¨® por error la semana pasada que eran cinco- son las que m¨¢s albergan. Les sigue la Universidad Rey Juan Carlos (con una capilla en cada uno de sus cuatro campus) y la Aut¨®noma, con otra. A estas universidades, con cerca 145.000 alumnos de centros propios, acuden diariamente a rezar "entre 300 y 400 personas", seg¨²n estimaciones del delegado de la Pastoral Universitaria de Madrid, Feliciano Rodr¨ªguez. "Espor¨¢dicamente son muchos m¨¢s", a?ade el delegado.La presencia de las capillas cat¨®licas en las universidades p¨²blicas salt¨® al debate nacional de forma brusca despu¨¦s de que un grupo de medio centenar de personas irrumpiera el pasado 10 de marzo en el templo del campus de Somosaguas de la Complutense. Llevaban carteles con la imagen de Benedicto XVI con una cruz gamada, dijeron consignas contra la Iglesia y, en algunos casos, se desnudaron de cintura para arriba.
Los centros suelen asumir los gastos de mantenimiento
Su actuaci¨®n, contra la que hay una denuncia penal y un expediente informativo abiertos, ha provocado una cascada de reacciones desde todos los ¨¢mbitos y de manifiestos a favor y en contra del acto. M¨¢s all¨¢ del episodio, han empezado tambi¨¦n recogidas de firmas tanto de respaldo a la presencia de las capillas como abogando por su desaparici¨®n de los centros docentes p¨²blicos. Un manifiesto firmado por m¨¢s de 150 catedr¨¢ticos y profesores -la b¨²squeda de respaldos contin¨²a- denuncia que la presencia de estos oratorios responde "a un privilegio de la Iglesia cat¨®lica que va siendo hora de superar".
La existencia de las capillas se fundamenta en los acuerdos de cooperaci¨®n entre Iglesia y Estado de 1979. Uno de ellos garantiza a la Iglesia cat¨®lica la organizaci¨®n de cursos voluntarios y otras actividades religiosas en los centros universitarios p¨²blicos. "El acuerdo contempla adem¨¢s que la jerarqu¨ªa se ponga de acuerdo con las autoridades de los centros para esas actividades", explica el catedr¨¢tico de Derecho Eclesi¨¢stico del Estado, Juan Ferreiro.
La Complutense y la Rey Juan Carlos, por ejemplo, se rigen por ese tipo de convenios. La Complutense no ofrece pormenores. Una portavoz de la Rey Juan Carlos se?ala que su universidad suscribi¨® un acuerdo en 2002 por el que "el obispado se compromete a destinar un sacerdote por cada campus para esa atenci¨®n y la universidad a facilitar los locales y los medios necesarios", explica, "siempre que las disposiciones de la universidad lo permitan".
En s¨ªntesis, las universidades afrontan los gastos de mantenimiento (luz, agua, calefacci¨®n, limpieza...) y la cesi¨®n del local. Feliciano Rodr¨ªguez asegura que no existen partidas espec¨ªficas en los presupuestos universitarios, como tambi¨¦n se?ala el presidente de la Cruma (Conferencia de Rectores de Madrid), Javier Uceda. Seg¨²n el responsable de la pastoral, el mantenimiento de tallas y patrimonio propio corre a cuenta de la Iglesia. Pone como ejemplo la reciente restauraci¨®n de la capilla de Derecho de la Complutense.
La actividad de estos locales oscila entre las capillas de misa diaria o aquellos que hacen ceremonias puntuales y combinan el uso con otras actividades. Es el caso del campus de Arrosad¨ªa, en la Universidad P¨²blica de Navarra, que combina los servicios religiosos con opciones de voluntariado y campos de trabajo.
Tambi¨¦n hay centros en los que los oratorios han perdido su uso. Ocurre en la Universidad de C¨®rdoba, donde "no existen templos consagrados", explica un portavoz. All¨ª hay dos capillas. Una, la de San Bartolom¨¦ (Filosof¨ªa y Letras) data del siglo XV. Tras su uso como sala de grados y la posterior restauraci¨®n, se acaba de incluir en las rutas tur¨ªsticas de la ciudad. La otra, la antigua capilla de la vieja Universidad Laboral, es un sal¨®n de actos.
En otros casos, las universidades disponen de capellanes pero no de sedes. Ocurr¨ªa en la Universidad de Cantabria hasta que el capell¨¢n, un funcionario del Personal de Administraci¨®n y Servicios (PAS), se jubil¨®. Extremadura dispone de un capell¨¢n por cada campus (Badajoz y C¨¢ceres), que son profesores de la Facultad de Educaci¨®n y "ofrecen conferencias y actividades, pero no liturgias", explica un portavoz del centro.
En otros casos, los oratorios se abren a todos los cultos. Las universidades Polit¨¦cnica y Complutense de Madrid disponen de dos centros ecum¨¦nicos. La Pastoral Universitaria comparte que otras religiones tengan presencia en las instituciones docentes, aunque no necesariamente en el mismo local. "Soy partidario de que haya atenci¨®n espiritual para creyentes de todo tipo, pero en otros lugares y cuando haya una demanda proporcional", defiende Rodr¨ªguez.
Ubicaci¨®n
COMPLUTENSE. FILOLOG?A, GEOGRAF?A E HISTORIA, DERECHO, C. INFORMACI?N (ECUM?NICO), SOMOSAGUAS, FARMACIA, EDUCACI?N Y QU?MICA.
POLIT?CNICA. INDUSTRIALES, MINAS, AGR?NOMOS, MONTES, ARQUITECTURA, ARQ. T?CNICA, NAVALES, TELEC. (ECUM?NICO).
REY JUAN CARLOS. UNA POR CAMPUS.
AUT?NOMA. C. CANTOBLANCO
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.