La explotaci¨®n agraria de titularidad compartida ser¨¢ prioritaria

Las explotaciones agrarias y ganaderas de titularidad compartida, es decir, aquellas en las que figuren registrados los dos miembros de la pareja, se considerar¨¢n "prioritarias". As¨ª lo establece el anteproyecto de ley redactado por un grupo interministerial comandado por el Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino. Ese car¨¢cter prioritario las colocar¨¢ en mejor situaci¨®n a la hora de recibir ayudas econ¨®micas, por ejemplo.

Las organizaciones de mujeres rurales han recibido con alegr¨ªa este anteproyecto, que viene a sustituir el decreto que estableci¨® en 2008 la titularidad compartida, cuyo desarrollo en las comunidades aut¨®nomas se qued¨® en agua de borrajas. "Ahora tiene car¨¢cter de ley, por tanto, habr¨¢ una figura jur¨ªdica de titularidad compartida que permitir¨¢ una gesti¨®n solidaria", valor¨® la presidenta de la Federaci¨®n de Mujeres Rurales, Fademur, Teresa L¨®pez.

Cuando la pareja se d¨¦ de alta, su explotaci¨®n agraria recibir¨¢ un NIF y la explotaci¨®n quedar¨¢ a nombre de los dos, lo que permitir¨¢ que los ingresos se repartan al 50% y se pueda hacer una declaraci¨®n de renta separada.

Por otro lado, el anteproyecto, que se ver¨¢ en primera lectura este viernes en Consejo de Ministros antes de su exposici¨®n p¨²blica, recoge la posibilidad de que la mujer que participa en la gesti¨®n de la explotaci¨®n, aunque no se d¨¦ de alta, pueda recibir una compensaci¨®n en caso de divorcio.

Sociedad limitada

Hay otra modalidad, la creaci¨®n de una sociedad de responsabilidad limitada entre la pareja, con personalidad jur¨ªdica, para la que se elaborar¨¢n unos estatutos.

El antiguo decreto, aprobado en noviembre de 2008 tambi¨¦n se recibi¨® con aplausos entre las mujeres del campo, porque supon¨ªa la ca¨ªda de un antiguo vestigio machista: las explotaciones agrarias solo pod¨ªan tener un titular y generalmente reca¨ªa en el var¨®n. A partir de ese momento, ambos podr¨ªan ser cotitulares y ellas no tendr¨ªan que llevar un permiso firmado para formalizar el papeleo de la explotaci¨®n.

Pero su puesta en marcha no tuvo eco alguno en las comunidades aut¨®nomas, por lo que se ha recurrido a la redacci¨®n de una ley: "Consideraron que era una simple petici¨®n feminista y no se daban cuenta de que el apoyo a la agricultura familiar sostiene el mundo rural", asegura Teresa L¨®pez.