Los mileuristas se sienten bien en Internet
La Red se convierte en el puente perfecto hacia un consumo que les niega el mundo laboral - Descargas gratuitas, aplicaciones y tiendas 'online' para una realidad de salarios a la baja y paro
Internet es la red planetaria por excelencia, capaz de conectar a todos sus moradores, en igualdad de condiciones. Su aura universalizadora y su poder de movilizaci¨®n, puesto a prueba en las revueltas del norte de ?frica, est¨¢n transformando el mundo. Parad¨®jicamente, podr¨ªa estar alumbrado otro perfil de individuos autosuficientes, encerrados en s¨ª mismos, pegados a sus m¨²ltiples pantallas (netbook, m¨®vil, tableta, PC...) desde donde se relaciona, realiza sus gestiones o se divierte. Sin salir de su habitaci¨®n, los nuevos ermita?os digitales tienen a su disposici¨®n una oferta de ocio casi infinita, desde pel¨ªculas, a m¨²sica y videojuegos. Pueden descargarse miles de aplicaciones en sus m¨®viles o tabletas, relacionarse con sus amigos (o seguidores) por las redes sociales, realizar compras o sus gestiones administrativas con un movimiento de rat¨®n. Y todo gratis (o casi).
Redes sociales: ?refugio frente a la crisis o creadoras de ermita?os digitales?
Los parados han sido el grupo de internautas que m¨¢s ha crecido
El 'boca a rat¨®n' de la compra 'online' funciona mejor que el boca a boca
M¨¢s del 90% de los internautas eligen el modelo gratuito para sus actividades
En ese nuevo ecosistema sociolaboral salido de la recesi¨®n y con se?ales de que va a quedarse durante mucho tiempo, Internet est¨¢ demostrando ser mucho m¨¢s flexible. Su oferta no solo es m¨¢s variada y accesible que la del mundo f¨ªsico sino much¨ªsimo m¨¢s asequible. Legal o alegalmente, lo cierto es que desde el mundo virtual se est¨¢ creando un creciente cat¨¢logo gratuito (o a precios muy bajos) de mercanc¨ªas y servicios. Un mercado low cost m¨¢s adecuado a las nuevas econom¨ªas de mileuristas, parados o jubilados con escaso poder adquisitivo y pocas esperanzas de mejorarlo a medio plazo.
La relaci¨®n entre el uso de Internet y las grandes magnitudes econ¨®micas, como el desempleo o la evoluci¨®n del PIB, est¨¢ por estudiar, pero lo cierto es que la actual recesi¨®n no ha pasado factura a la actividad en la Red, sino todo lo contrario. El volumen del comercio electr¨®nico acaba de batir un nuevo r¨¦cord, el sexto consecutivo. En el tercer trimestre de 2010, alcanz¨® una facturaci¨®n de 1.901 millones de euros, el 26,5% m¨¢s respecto a los mismos meses de 2009, seg¨²n datos de la Comisi¨®n del Mercado de Telecomunicaciones.
En pa¨ªses como Espa?a, mucho m¨¢s azotados por la crisis, el consumo de contenidos de la web o el uso de redes sociales se ha disparado. Espa?a es el s¨¦ptimo pa¨ªs en uso de redes sociales. El 60% de los internautas las consulta todos los d¨ªas y el tiempo empleado se duplic¨® en el ¨²ltimo a?o, del 10% del total en Internet al 22% (Estudio Agencia 101). De acuerdo con Comscore, en 2010 fue el cuarto pa¨ªs europeo donde m¨¢s creci¨® ese uso (11,1%).
Ser¨ªa arriesgado colegir que Internet y, en particular, las redes sociales son un refugio frente a la crisis que permite a los que m¨¢s la sufren sentirse vivos, integrados, enganchados aunque sea virtualmente a la sociedad que les desplaza laboralmente, una tabla de salvaci¨®n de la que no dispon¨ªan anteriores generaciones.
"Tenemos tiempo solo para cinco o seis amigos cercanos. Y esas son las personas con las que seguimos socializ¨¢ndonos en persona. Pero cuando atravesamos una crisis personal o profesional es fant¨¢stico que todo el mundo est¨¦ al tanto a trav¨¦s de Facebook o Twitter y pueda ofrecer apoyo", dice Anabel Dodd, experta de la Fundaci¨®n de la Innovaci¨®n Bankinter.
Frente a este optimismo, otros piensan que la irrupci¨®n de las redes sociales restringen la sociabilidad natural. "Hay un segmento de poblaci¨®n creciente que b¨¢sicamente utiliza las redes como una isla dentro del oc¨¦ano que es la Red; es decir, que su navegaci¨®n se constri?e b¨¢sicamente a la red/redes a las que est¨¢ afiliado y a trav¨¦s de las cuales se interrelaciona con su comunidad. En otras palabras: la consolidaci¨®n del fen¨®meno Facebook est¨¢ generando un ecosistema del cual algunos usuarios son cautivos. Esto es preocupante porque va en contra de la propia definici¨®n abierta de la Red como espacio de conocimiento y accesibilidad", se?ala Carlos Lozano, presidente ejecutivo de AIMC, que publica peri¨®dicamente Navegantes en la Red, una radiograf¨ªa de los internautas espa?oles.
M¨¢s evidente que las disquisiciones antropol¨®gicas es la realidad de la Red como un mercado de servicios y mercanc¨ªas m¨¢s igualitario. "Internet permite democratizar la informaci¨®n. Existe un mejor acceso a ofertas y un gran conocimiento de lo que se est¨¢ comprando. Sin lugar a dudas, es una forma de optimizar los presupuestos y contar con ventajas que antes no se ten¨ªan. Internet hace que la sociedad sea m¨¢s igualitaria gracias a que se pone al mismo nivel de informaci¨®n a todo el mundo", se?ala Gustavo Garc¨ªa, cofundador y consejero delegado de BuyVip, club privado de compras.
Un dato revelador es que los desempleados no solo no le dan la espalda a la Red, sino que cada vez est¨¢n enganchados. Aunque contin¨²an por debajo de la media de otros colectivos como aut¨®nomos o estudiantes, los parados son el grupo sociodemogr¨¢fico que m¨¢s ha crecido entre los que acceden con mayor frecuencia a la Red (los que la usan todas las semanas), duplic¨¢ndose en los ¨²ltimos cinco a?os. Del 27% en 2005, al 43% en 2008 y al 55% en 2010. (Perfil sociodemogr¨¢fico de los internautas. INE 2010).
Los parados no acuden a la Red solo por entretenimiento. Con un INEM tan mastod¨®ntico como ineficiente, la Red es el principal canal para difundir las ofertas de empleo, usado por un 27% de las empresas. El 15% de los candidatos oferta su perfil a trav¨¦s de las redes sociales (Informe Infoempleo 2010).
"Internet est¨¢ m¨¢s optimizado que el mercado f¨ªsico para todo. Tambi¨¦n para ofrecer nuevos puestos de trabajo, no solo a la baja, sino nuevos puestos como el de comunity manager, que hasta hace a?os no exist¨ªan y son una nueva oportunidad laboral", se?ala Alejandro Su¨¢rez, fundador de la red de blogs Ocio Networks.
El gratis total tal vez no sea una consigna de internautas, sino una necesidad de mileuristas. Y la Red les responde. Obviando el debate sobre la legalidad y la ¨¦tica de las descargas (que resulta irrelevante para la mayor¨ªa de los usuarios) lo cierto es que p¨¢ginas como SeriesYonkis y CineTube ofrecen sin coste alguno un cat¨¢logo de pel¨ªculas y series de televisi¨®n inimaginable para sitios f¨ªsicos como la FNAC o El Corte Ingl¨¦s. Y m¨¢s c¨®modo y barato que ir al cine. En 2010, no solo baj¨® un 3,9% la recaudaci¨®n de las salas de cine, sino que por primera vez desde que hay estad¨ªsticas el n¨²mero de espectadores fue inferior a cien millones, seg¨²n la Federaci¨®n de Cines de Espa?a (FECE).
Ese milagro gratuito se reproduce en la m¨²sica (Spotify, Last.fm, etc¨¦tera) y comienza a extenderse a terrenos como la telefon¨ªa m¨®vil, donde el pago era la norma. El mundo de las aplicaciones ha roto esa din¨¢mica. En 2010, las tiendas virtuales de Apple (App Store) y Google (Android Market) duplicaron y sextuplicaron, respectivamente, el n¨²mero de aplicaciones disponibles. Pero las gratuitas crecieron un 44% m¨¢s r¨¢pido que las de pago (Informe Distimo 2010). De los tres millones de aplicaciones que se bajaron cada d¨ªa en EE UU en diciembre pasado, solo 350.000 eran de pago.
M¨¢s del 90% de los usuarios eligen el modelo gratuito para las principales actividades que realizan en la Red, desde la lectura de noticias a escuchar m¨²sica (13? encuesta Navegantes en la Red). ?Es la gratuidad una predisposici¨®n intr¨ªnseca a la Red o tendr¨¢ fin como todas las promesas de para¨ªso terrenales (en este caso, virtuales)? Para Lozano (AIMC), "el gratis total probablemente sea uno de los grandes inconvenientes de la Red, porque incide en que el ¨²nico modelo de negocio que se ha consolidado hasta la fecha es el que ha ligado sus ingresos ¨²nicamente a la publicidad. Esto supone un gran riesgo, sobre todo hoy en d¨ªa, en que el sector publicitario sigue sin recuperarse y, en el que los medios convencionales, sobre todo la televisi¨®n, siguen acaparando m¨¢s cuota (la televisi¨®n supone el 42% de la tarta publicitaria)".
Mientras se resuelve ese dilema entre modelo de negocio y gratuidad, lo cierto es que Internet se reinventa todos los d¨ªas para ofrecer de balde lo que antes ten¨ªa un precio, y no precisamente bajo. Las operadoras de m¨®viles, que manejaban m¨¢rgenes de rentabilidad de m¨¢s del 50% lo est¨¢n sufriendo en sus balances. Las redes sociales o aplicaciones como WhatsApp, Viber, Skype o Google Talk permiten mandar mensajes o hablar gratis (o casi) por el m¨®vil. El resultado es un desplome en el consumo de SMS entre los internautas (de un 42% para mayores de 35 a?os y de un 38% para los menores de esa edad).
En este magma de j¨®venes (y no tan j¨®venes) hiperformados pero con econom¨ªas atrofiadas, Internet es un puente hacia ese ed¨¦n de consumismo que les niega el mundo laboral. No es de extra?ar que la principal preocupaci¨®n de los internautas haya pasado a ser, por primera vez, el precio de la conexi¨®n de banda ancha en lugar de la calidad o la velocidad del acceso, seg¨²n la ¨²ltima encuesta de AIMC.
Las marcas saben que deben buscar en ese nicho sus futuros compradores. Un 86% de usuarios de Facebook dice haber interactuado en alg¨²n momento con alguna marca, apunt¨¢ndose a un evento patrocinado, haci¨¦ndose fan o visualizando un grupo en las actualizaciones de sus contactos. Coca-Cola es la marca m¨¢s recordada con la que se ha interactuado, independientemente de la red social, seg¨²n la tercera Ola del Observatorio de Redes Sociales de The Cocktail Analysis.
A las tiendas nativas digitales de moda y outlets como Privalia, BuyVip o Vente-Privee.com se han unido los grandes monstruos del comercio tradicional. Zara abri¨® su tienda online en septiembre pasado y ya la ha extendido a 16 pa¨ªses. Y El Corte Ingl¨¦s acaba de crear su club Primeriti.
Muchos defienden que el consumidor en Internet est¨¢ incluso m¨¢s protegido. "La ventaja de comprar online es el acceso a la informaci¨®n ilimitada a cualquier hora del d¨ªa respecto al precio o la calidad de un servicio o alg¨²n producto. Algo que definitivamente las tiendas offline no ofrecen", se?ala Yarav¨ª L¨®pez-Petersen, responsable de ventas del portal Ciao en Espa?a.
Para Lozano, Internet es una plataforma del busque y compare ¨¢gil y accesible. "Adem¨¢s, es un espacio en el que las marcas tienen que convivir con el boca-oreja (WOM/word of mouth o word of mouse), que es un importante elemento tanto para lo bueno como para lo malo. Ya hay un 73 % de poblaci¨®n internauta que ha consultado opiniones de otras personas por la Red, pero es que casi un 50% le da gran confianza a este sistema de informaci¨®n".
Pueda que exista una correlaci¨®n con la crisis, pero la Red tiene su propio crecimiento natural "Ocurren dos cosas que hacen que el volumen de negocio generado en Internet no pare de crecer: la primera es que el canal est¨¢ muy lejos de su madurez (cada vez hay m¨¢s oferta, compran m¨¢s personas y mayor cantidad), y la segunda es que en un contexto de crisis el consumidor busca el mejor precio. Internet es un enorme mercado con canales especializados en la oferta, la compra con descuento, los outlets, etc¨¦tera, y es f¨¢cil encontrar stocks, lo que en una coyuntura como la actual es muy valorado por el consumidor", dice Jos¨¦ Luis Zimmermann, director de la Asociaci¨®n Espa?ola de Econom¨ªa Digital.
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