"El T¨ªbet independiente es posible. Nadie cre¨ªa en el fin de Mubarak"
Lobsang Sangay naci¨® en un peque?o campo de refugiados tibetanos al norte de India. Su padre vendi¨® una de sus dos vacas para que estudiara en una ciudad m¨¢s grande en los Himalayas y en Nueva Delhi. Fue becado para estudiar en la Universidad de Harvard, donde se doctor¨® en Estudios Legales del Este de Asia, y es investigador y profesor.
El domingo pasado los tibetanos en el exilio votaron por tres candidatos a primer ministro, que tendr¨¢ todos los poderes terrenales a los que el Dal¨¢i Lama ha renunciado, aunque este seguir¨¢ siendo el l¨ªder espiritual. El resultado de las elecciones, en las que los tibetanos se han volcado por considerarlas trascendentales, se dar¨¢ a conocer a finales de abril.
"Nadie puede sustituir al Dal¨¢i Lama, aunque solo sea en la pol¨ªtica"
Pero se cree que Sangay ganar¨¢: en las primarias tuvo m¨¢s votos que los otros dos candidatos juntos. Sus principales partidarios son los j¨®venes y los monjes que ven como ventajas su juventud (43 a?os), su educaci¨®n y su proyecci¨®n internacional, aunque se le achaca no tener experiencia en la administraci¨®n en el exilio. ?l se considera "secular, pero respetuoso de la religi¨®n". Est¨¢ casado y tiene una hija de seis a?os. Recibe a EL PA?S en la habitaci¨®n de su sencillo hotel de Dharamsala, la sede del Gobierno en el exilio. Se quita los zapatos y sube los pies al sill¨®n mientras bebe t¨¦ de jengibre con miel y lim¨®n.
Pregunta. ?C¨®mo es posible sustituir al Dal¨¢i Lama, aunque sea solo en la pol¨ªtica?
Respuesta. Nadie puede hacerlo, es una tarea imposible, ni debemos intentarlo. El Dal¨¢i Lama es, y siempre ser¨¢, nuestro l¨ªder. Pero la autoridad pol¨ªtica que sea cedida por ¨¦l, debe ser ejercitada de la mejor manera posible.
P. ?Por qu¨¦ el Dal¨¢i Lama deja el poder pol¨ªtico?
R. Est¨¢ tratando de abrir un espacio para que un l¨ªder electo se vaya creando un perfil y se convierta en el portavoz global de los tibetanos. La transici¨®n puede suceder de un d¨ªa para otro, pero la evoluci¨®n del l¨ªder electo va a llevar un tiempo. El primer ministro tiene que poner los cimientos de la credibilidad pol¨ªtica.
P. ?Por qu¨¦ hay tanta resistencia a que el Dal¨¢i deje el poder?
R. Siempre ha habido resistencia, es muy dif¨ªcil digerirlo emocionalmente. Si se mira atr¨¢s, en la historia de 50 a?os en el exilio -es sobre lo que escrib¨ª mi tesis-, el Dal¨¢i ha ido cediendo poco a poco el poder. Cuando cre¨® el Parlamento, una Constituci¨®n democr¨¢tica y la cl¨¢usula que dice que incluso el Dal¨¢i Lama puede ser destituido, la gente siempre se ha resistido a los cambios. Pero en perspectiva las cosas han funcionado. Esta es una transici¨®n radical, pero conf¨ªo en que, como siempre, ¨¦l estar¨¢ en lo correcto.
P. ?Cu¨¢l es el legado pol¨ªtico del Dal¨¢i Lama?
R. Es muy visionario y brillante. De las comunidades de refugiados en el mundo, los tibetanos son los m¨¢s organizados, eficientes y efectivos con su Gobierno. Tenemos un Parlamento, un sistema judicial y buena administraci¨®n. Tambi¨¦n, nuestra causa se ha vuelto global gracias a ¨¦l.
P. De ser elegido primer ministro, ?ser¨¢ leg¨ªtimo su gobierno dentro de T¨ªbet, donde los tibetanos no han podido votar?
R. El Dal¨¢i Lama es el l¨ªder indiscutible de los tibetanos, dentro y fuera. Al ceder su autoridad pol¨ªtica, tambi¨¦n est¨¢ extendiendo su legitimidad al primer ministro electo. Por otra parte, los tibetanos dentro y fuera est¨¢n conectados: muchos van y vienen.
P. Se le achaca no tener experiencia en la administraci¨®n en el exilio...
R. S¨ª, es cierto, pero el cargo no se basa solo en eso. Las cinco responsabilidades del primer ministro son: entender la situaci¨®n en T¨ªbet, abogar y buscar apoyo internacional, entender a China y su gente, ser agradecido con India (donde est¨¢ la administraci¨®n en el exilio y el mayor n¨²mero de exiliados) y continuar con la relaci¨®n y, finalmente, la administraci¨®n. Tengo ventaja en cuatro y medio de los puntos: administrativamente me apoyar¨¦ en siete ministros y otros funcionarios.
P. ?Tiene miedo a que la relaci¨®n con India cambie?
R. No creo que ocurra. India y China tienen una relaci¨®n compleja. Nueva Delhi seguir¨¢ apoyando a los tibetanos porque toma la causa muy seriamente. En el ¨¢mbito internacional, con la agresividad de China, se ver¨¢ que la causa tibetana es una causa justa.
P. ?Cree que T¨ªbet podr¨¢ ser independiente?
R. Si no crees, no debes luchar por ello. Es posible: hasta hace unos meses se cre¨ªa que Hosni Mubarak morir¨ªa en el poder en Egipto, o, antes, era imposible creer en la desintegraci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
P. Pero Pek¨ªn no reconoce otro interlocutor que el Dalai Lama y no al Gobierno en el exilio...
R. Es el punto donde estamos estancados. Los tibetanos siempre hemos dicho que dialogaremos cuando sea, donde sea. Es un movimiento no violento, que se debe resolver con di¨¢logo. Pek¨ªn tiene que moderar su pol¨ªtica y abrirse al di¨¢logo.
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