El piloto m¨¢s lento

Pietro Timpini es, con toda probabilidad, el piloto m¨¢s lento que la escuder¨ªa Ferrari tiene en n¨®mina. A modo de iron¨ªa cabe destacar que, en su caso, la marca de Maranello le contrat¨® precisamente por eso, por lento. Tanto Luca Cordero di Montezemolo, el presidente de la compa?¨ªa, como el resto de gerifaltes de la divisi¨®n de f¨®rmula 1 de la marca de los b¨®lidos rojos, valoraron mucho m¨¢s su seguridad al volante que no su velocidad.

Este italiano nacido en Brescia hace 43 a?os es el jefe de camioneros de Ferrari, el encargado de transportar por toda Europa los b¨®lidos de Fernando Alonso y Felipe Massa cuando el gran circo no cruza el oc¨¦ano -en ese caso, como en el Gran Premio de Australia, es la organizaci¨®n la que se hace caso del traslado de todo el material de los equipos-.

Es el encargado de transportar los b¨®lidos durante los viajes por Europa

Al igual que ocurre con la mayor¨ªa de los pilotos del paddock, que no esconden su deseo de llegar a ponerse alg¨²n d¨ªa al volante de uno de los dos cavallinos rampantes, Timpini, un currante y un hombre de pocas palabras, siempre so?¨® con llegar a ser camionero de Ferrari. "Comenc¨¦ en un equipo peque?o hasta que Ferrari me fich¨® hace ya algunos a?os, y luego, ya m¨¢s adelante, promocion¨¦ hasta mi puesto actual", concede el italiano.

El hombre nunca para quieto ni un minuto. Durante las carreras se une al equipo de mec¨¢nicos que cambian los neum¨¢ticos cuando Alonso y Massa entran en el taller, y despu¨¦s, terminada la prueba, se encarga de desmontar todo el tinglado de la escuder¨ªa, las carpas, las autocaravanas y dem¨¢s material, y se vuelve a subir al cami¨®n rumbo a la siguiente cita o aeropuerto de embarque. Cuando peor lo pasa es cuando termina un gran premio o cualquier entrenamiento de pretemporada y se pone a llover. No hay excusa para ¨¦l y sus ayudantes, que en m¨¢s de una ocasi¨®n han pillado un buen catarro.

A la hora de tomar consciencia del trabajo de Timpini, a uno le surgen algunas dudas como, por ejemplo, qu¨¦ cara ponen los conductores que adelantan al flamante cami¨®n de Ferrari, o c¨®mo se detiene uno en un ¨¢rea de servicio para ir al ba?o, con un mastodonte tan goloso como ese. "En el primer caso, la mayor¨ªa de gente que me adelante hace sonar la bocina para saludar y se queda mirando el cami¨®n, cosa que en algunas ocasiones ha provocado m¨¢s de un susto. En cuanto a las paradas, no son demasiado complicadas porque somos varios los que nos turnamos al volante y uno siempre se queda vigilando el cami¨®n", confiera el conductor, que en la cabina del cami¨®n siempre lleva alguna gorra para d¨¢rsela a los hinchas que se encuentra por la carretera. "Como pasa con Fernando o con Felipe en el paddock, nosotros somos la envidia de los dem¨¢s camioneros", zanja Timpini antes de volver al tajo y ponerse a cargar una taja para subirla a su flamante cami¨®n rojo.