Geraldine Ferraro, s¨ªmbolo feminista de Estados Unidos
Fue la ¨²nica candidata dem¨®crata a la vicepresidencia
Cuando la idea de una mujer en la Casa Blanca era improbable, Geraldine Ferraro, fallecida el s¨¢bado en Boston a los 75 a?os a causa de un c¨¢ncer de m¨¦dula ¨®sea, rompi¨® el techo de cristal de la pol¨ªtica estadounidense para aspirar a la vicepresidencia junto con el dem¨®crata Walter Mondale y contra los imbatibles Ronald Reagan y George Bush, en 1984. Abogada especializada en agresiones sexuales y violencia dom¨¦stica, y congresista que luch¨® por los derechos de las mujeres, Ferraro sirvi¨® posteriormente como embajadora de Estados Unidos ante la comisi¨®n de derechos humanos de la ONU y asesor¨® a Hillary Clinton en su campa?a a la presidencia, en 2008.
La elecci¨®n de Ferraro (Newburgh, Nueva York, 1935) no fue, a diferencia de la de Sarah Palin en verano de 2008, ninguna sorpresa. Diversos l¨ªderes dem¨®cratas hab¨ªan pedido durante meses a Mondale que la eligiera como candidata a la vicepresidencia para atraer el voto femenino en detrimento de Reagan. El 20 de julio de 1984 compareci¨® ante los medios y los votantes en San Francisco, siendo ya la mujer que hab¨ªa llegado m¨¢s alto en la pol¨ªtica estadounidense. Hab¨ªan pasado 64 a?os desde que se permiti¨® a las mujeres votar en EE UU. "Me llamo Geraldine Ferraro", dijo, entre aplausos. "Am¨¦rica es la naci¨®n donde cualquier sue?o puede convertirse en realidad".
Asesor¨® a Hillary Clinton en su fallida candidatura a la presidencia en 2008
Cualquier sue?o, de momento, excepto el de llegar a la c¨²pula del poder ejecutivo. Tras la derrota de Modale y Ferraro, Madeleine Albright lleg¨® a la secretar¨ªa de Estado (ministerio de Asuntos Exteriores) en 1997. Hillary Clinton ocupa el mismo puesto desde 2009. Palin intent¨® llegar a la Casa Blanca, desde el lugar opuesto del espectro pol¨ªtico: no como feminista, sino como una madre de familia de valores conservadores. Como en el caso de Ferraro, su presencia en una candidatura no fue suficiente para atraer al electorado femenino norteamericano, reacio a entregar el voto a alguien solo porque sea mujer.
A medio plazo, la presencia de Ferraro en la candidatura dem¨®crata fue un problema para Walter Mondale. La candidata revel¨® sus impuestos pero no los de su marido. Se resisti¨® a hacerlo durante semanas, hasta que le result¨® imposible seguir ocultando que entre ambos ten¨ªan una fortuna de cuatro millones de d¨®lares, algo que contradec¨ªa la imagen de mujer trabajadora de clase media que hab¨ªan elaborado sus asesores de comunicaci¨®n. La Comisi¨®n electoral le impuso una multa por aceptar donaciones de sus familiares por valor de 134.000 d¨®lares, cuando el m¨¢ximo legal hubieran sido 4.000.
Curtida en la pol¨ªtica neoyorquina, elegida en 1978 a la C¨¢mara de Representantes por el distrito de Queens, Ferraro tuvo que superar las cr¨ªticas de sus contrincantes por su supuesta falta de experiencia en asuntos de seguridad nacional y pol¨ªtica internacional. En un debate vicepresidencial, organizado en Filadelfia el 12 de octubre de 1984, George Bush le ningune¨®, centr¨® sus cr¨ªticas en Mondale y proclam¨® victoria segundos despu¨¦s de que acabara el encuentro. En un mitin posterior en Birginham (Alabama), Bush utiliz¨® una expresi¨®n sexista sin darse cuenta de que el micro estaba encendido: "Le dimos una patada en ese peque?o culito anoche".
Tras la derrota, Ferraro, que hab¨ªa dejado su esca?o en la C¨¢mara de Representantes para centrarse en las elecciones, trat¨® de ganar la nominaci¨®n dem¨®crata al Senado por Nueva York en 1992 y 1998. Perdi¨® las primarias en ambas ocasiones. Entre ambas elecciones, sirvi¨® como embajadora de Bill Clinton ante la comisi¨®n de derechos humanos de la ONU. Posteriormente fue una voz escuchada y respetada dentro del Partido Dem¨®crata.
Barack Obama -del que Ferraro lleg¨® a decir, en un pol¨¦mico episodio durante la campa?a presidencial de 2008, que hab¨ªa llegado tan lejos por ser negro- alab¨® el s¨¢bado a Ferraro en un comunicado en el que la recordaba como "una precursora, alguien que rompi¨® barreras para mujeres y para americanos de todas las procedencias". Hillary Clinton ya hab¨ªa reconocido la importancia de Ferraro en 2008 al elegirla como asesora en su fallida candidatura a la presidencia. La sucesora m¨¢s directa de Ferraro, Sarah Palin, tambi¨¦n se deshizo en halagos el s¨¢bado. Pero cuando en 2008 le preguntaron sobre si hubiera preferido a Bush o a Ferraro como vicepresidente, dijo que Bush. Las barreras que Ferraro rompi¨® no las rompi¨® para pol¨ªticos como Palin, parece.
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