Catar reconoce al Consejo Nacional de Transici¨®n de los insurrectos

Catar reconoci¨® ayer a los rebeldes del Consejo Nacional de Transici¨®n como representantes leg¨ªtimos del pueblo libio. Se trata del primer pa¨ªs ¨¢rabe en dar este paso y el segundo despu¨¦s de Francia. La decisi¨®n, que se enmarca en la audaz pol¨ªtica exterior del jeque Hamad Bin Jalifa al Tani, sigue al anuncio de que el emirato va a ocuparse de vender el crudo que se produce en el este de Libia, fuera del control de Muamar el Gadafi.

"Este reconocimiento es fruto de la convicci¨®n de que el Consejo se ha convertido, en la pr¨¢ctica, en representante de Libia y de su pueblo hermano", inform¨® la agencia catar¨ª de noticias (QNA, en sus siglas en ingl¨¦s) citando a un funcionario del Ministerio de Exteriores. Seg¨²n el portavoz, esa junta es representativa porque agrupa a delegados de todas las regiones y ha sido aceptada por los libios. Bajo su paraguas, 31 enviados de las principales ciudades libias ejercen de Gobierno de hecho en el este del pa¨ªs.

Es el primer pa¨ªs ¨¢rabe en dar el paso diplom¨¢tico y el segundo tras Francia

Catar fue tambi¨¦n el primer pa¨ªs ¨¢rabe en unirse a las patrullas que imponen la zona de exclusi¨®n a¨¦rea sobre Libia. Adem¨¢s, el domingo, un miembro de ese Consejo encargado de los asuntos econ¨®micos, financieros y de petr¨®leo, Ali Tarhuni, anunci¨® que la compa?¨ªa de petr¨®leo de Catar hab¨ªa aceptado recoger el crudo que se produce en la zona bajo su control y encargarse de su comercializaci¨®n. Antes de la crisis, Libia extra¨ªa 1,6 millones de barriles diarios, casi el 2% de la producci¨®n mundial. Aunque la mayor¨ªa de los pozos est¨¢n en las ¨¢reas rebeldes, las sanciones y la falta de redes estaban impidiendo su salida al mercado.

Ese peque?o emirato de la costa ¨¢rabe del golfo P¨¦rsico (11.500 kil¨®metros cuadrados y apenas 300.000 nacionales) tiene algunas de las principales reservas de gas del mundo. Desde que derrocara a su padre en un golpe incruento en 1995, el jeque Hamad se ha esforzado por modernizar y, sobre todo, poner a su pa¨ªs en el mapa. Su audaz diplomacia se apoya sin duda en los ping¨¹es ingresos de los hidrocarburos, pero va m¨¢s all¨¢. Incluye actuar de mediador en numerosos conflictos o haber lanzado la cadena de televisi¨®n pan¨¢rabe Al Yazira, que promueve la democracia, a pesar de que el emir gobierna como un monarca absoluto.

El secretario general del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo (CCG), Abdulrahman el Atiy¨¢, dijo a Reuters que la postura del emirato respecto a Libia estaba "en l¨ªnea con las decisiones del CCG". Sin embargo, el resto de los miembros de ese club de monarqu¨ªas petroleras espera con cierta inquietud el resultado de la intervenci¨®n internacional. Aunque Gadafi no era santo de la devoci¨®n de ninguna de las familias reales, la misi¨®n aprobada por la ONU no deja de sentar un precedente que en el futuro podr¨ªa volverse contra ellas. Adem¨¢s de Catar, solo Emiratos ?rabes Unidos ha aportado aviones para las patrullas. Ambos son los dos ¨²nicos pa¨ªses del CCG en los que no ha habido ning¨²n amago de protesta hasta ahora.

El Atiy¨¢, de nacionalidad catar¨ª, se?al¨® que "el sistema libio hab¨ªa perdido su legitimidad" y que Catar estaba apoyando "la elecci¨®n del pueblo libio y su protecci¨®n frente a la continua brutalidad del r¨¦gimen".