El r¨ªo grande andaluz

El Guadalquivir es el r¨ªo grande andaluz. Wadi al-Kabir, tal y como lo denominaron los ¨¢rabes. "El gran rey de Andaluc¨ªa, de arenas nobles ya que no doradas", en palabras de G¨®ngora. Nadie puede dudar de su naturaleza profundamente andaluza, ya que m¨¢s del 90% de sus 657 kil¨®metros discurren por nuestra comunidad y en su valle vive m¨¢s de la mitad de nuestra poblaci¨®n.

Arteria de la regi¨®n, ha condicionado la fisonom¨ªa de nuestra tierra y el car¨¢cter de nuestro pueblo. A lo largo de la historia, la riqueza de su cuenca y su condici¨®n de r¨ªo navegable han atra¨ªdo hacia el sur a las civilizaciones tart¨¦sica, fenicia, romana, visigoda, ¨¢rabe y vikinga. Mareas culturales que han dejado huella en sus riberas y sus gentes, conformando con el correr del agua y del tiempo una identidad propia que el devenir hist¨®rico convertir¨ªa en puerta abierta al mundo.

Perseguimos una gesti¨®n transparente y eficiente del Guadalquivir

Desde su desembocadura, a bordo de galeones y naos, se impulsaron grandes descubrimientos geogr¨¢ficos y se abrieron nuevas rutas comerciales y de conocimiento. El r¨ªo nos proporcion¨® una manera de vivir, una cultura milenaria, riega nuestros campos y vertebra nuestra tierra.

Por todo ello, la ambici¨®n y el compromiso pol¨ªtico del Gobierno andaluz sigue siendo conseguir la mejor gesti¨®n posible de un recurso clave para esta comunidad como es la cuenca del Guadalquivir. Prop¨®sito que no ha alterado la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que ha anulado el art¨ªculo 51 de nuestro Estatuto de Autonom¨ªa, fallo que respetamos y acatamos.

Art¨ªculo que, conviene recordar, establec¨ªa la competencia exclusiva de la Junta de Andaluc¨ªa sobre las aguas del Guadalquivir que transcurren por territorio andaluz "y no afectan a otra comunidad, sin perjuicio de la planificaci¨®n general del ciclo hidrol¨®gico, de las normas b¨¢sicas sobre protecci¨®n del medio ambiente, de las obras p¨²blicas hidr¨¢ulicas de inter¨¦s general y de lo previsto en el art¨ªculo 149.1.22 de la Constituci¨®n Espa?ola".

El Gobierno andaluz acata y respeta la sentencia del Tribunal Constitucional, pero tiene la convicci¨®n de que el Guadalquivir es andaluz. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n andaluza, casi cinco millones de personas, vive en los m¨¢rgenes de este r¨ªo. El 90,22% de su cuenca discurre por tierras andaluzas.

El Ejecutivo andaluz y el Gobierno de Espa?a estamos de acuerdo en que existe margen legal para que la voz de Andaluc¨ªa sea importante en el Guadalquivir. La explicaci¨®n es sencilla. Si defendemos una Administraci¨®n p¨²blica m¨¢s ¨¢gil, cercana y ¨²til, parece l¨®gico que la gesti¨®n de un r¨ªo mayoritariamente andaluz tenga la impronta de Andaluc¨ªa.

Hemos de ser capaces de establecer la f¨®rmula constitucional y legal m¨¢s adecuada para abanderar la gesti¨®n de nuestro r¨ªo, para garantizar el protagonismo de Andaluc¨ªa en la toma de decisiones de una manera clara y determinante, haci¨¦ndolo adem¨¢s en el marco que el Tribunal Constitucional ha fijado.

Queda por delante un trabajo arduo, complejo y sin precedentes de arquitectura jur¨ªdica, que habr¨¢ que hacer en el marco de lo dispuesto por el Alto Tribunal: respetando las competencias del Estado, de las otras comunidades aut¨®nomas sobre las que tambi¨¦n discurre el Guadalquivir y la capacidad de gesti¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa sobre sus recursos.

Tendremos que buscar una forma de ejecuci¨®n distinta, consensuada, de entendimiento, que nos permita desarrollar un nuevo modelo competencial y la normativa que lo ponga en marcha con plena seguridad jur¨ªdica. Ahora bien, no se trata de partir de cero.

Durante los dos a?os en los que Andaluc¨ªa ha liderado la gesti¨®n del r¨ªo hemos mantenido un contacto permanente con las otras regiones de su cuenca. Hemos sido escrupulosamente respetuosos con su opini¨®n y sus derechos, a trav¨¦s del Comit¨¦ de Autoridades de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del r¨ªo. Ese es el camino.

El nuevo modelo de gesti¨®n ha de apoyarse, como no pod¨ªa ser de otra manera, en nuestro Estatuto de Autonom¨ªa, que concit¨® un apoyo pol¨ªtico casi un¨¢nime del Congreso de los Diputados y que fue refrendado por el pueblo andaluz. Un texto normativo del que sus art¨ªculos 43 y 50 han sido declarados plenamente constitucionales.

En este sentido, se garantizar¨¢n principios de unidad de cuenca, as¨ª como aquellos otros que ya reservaba el propio art¨ªculo 51 al Estado, tales como la planificaci¨®n general del ciclo hidrol¨®gico, las normas b¨¢sicas sobre la protecci¨®n del medio ambiente y las obras hidr¨¢ulicas de inter¨¦s general. Y, junto a ello, la m¨¢xima capacidad de decisi¨®n de la Junta de Andaluc¨ªa en la gesti¨®n del r¨ªo.

Perseguimos una gesti¨®n transparente y eficiente del Guadalquivir, que combine el respeto a su ecosistema y el progreso econ¨®mico que supone para nuestra tierra como autopista fluvial y motor tur¨ªstico. Un Guadalquivir que es de los que lo contemplan, de los que lo navegan, de quienes riegan con su agua, de los que lo protegen, de los que lo visitan... Un r¨ªo, que como dec¨ªa Federico Garc¨ªa Lorca, "va entre naranjos y olivos" y que ha de ser, como lo ha sido siempre, punto de encuentro de todos y canal de apertura al mundo.

Jos¨¦ Antonio Gri?¨¢n Mart¨ªnez es presidente de la Junta de Andaluc¨ªa.