Relato sin mito de la Transici¨®n

El d¨ªa en que muri¨® Franco el ni?o Javier Cercas se fue a jugar al tenis. Ten¨ªa 13 a?os y, naturalmente, ninguna conciencia pol¨ªtica. Cercas pelote¨® con su amigo Jos¨¦ Sobrino mientras nac¨ªa una etapa hist¨®rica vehemente, convulsa y conciliadora -la Transici¨®n- que luego inspirar¨ªa una obra memorable: Anatom¨ªa de un instante (Mondadori), Premio Nacional de Narrativa en 2010. ?Qu¨¦ le atrap¨® de aquel momento del 23-F en el que tres pol¨ªticos que traicionaron a los suyos (Adolfo Su¨¢rez, Santiago Carrillo y el teniente general Guti¨¦rrez Mellado) mantuvieron el tipo y la dignidad en un hemiciclo tiroteado? Dice que ha necesitado concluir el libro, sin gramo de ficci¨®n, y otearlo con perspectiva para descubrir bajo su literatura tres motivaciones.

Benjam¨ªn Prado: "Fue admirable, pero no acepto que fuera algo perfecto"

Pis¨®n: "La muerte de Franco fue lo ¨²nico importante que nos ocurri¨®"

Una: "En ese instante empez¨® a mi juicio la democracia y termin¨® no solo la Transici¨®n sino tambi¨¦n la posguerra y la Guerra Civil, puesto que en Espa?a la posguerra no fue m¨¢s que la prolongaci¨®n de la guerra por otros medios". Dos: "Fue el ¨²ltimo instante ¨¦pico de la historia de Espa?a y el gesto de Su¨¢rez, Guti¨¦rrez Mellado y Carrillo qued¨¢ndose quietos en sus asientos mientras los golpistas disparaban, el ¨²ltimo gesto ¨¦pico". Tres: "El 23 de febrero es el punto exacto donde confluyen todos los demonios de nuestro pasado reciente, nuestro asesinato de Kennedy y, como tal, una gran ficci¨®n colectiva urdida a lo largo de 30 a?os, fundamentalmente, por los propios golpistas, por periodistas con mucha prisa y pocos escr¨²pulos y por la fantas¨ªa popular".

No ha escrito su ¨²ltima palabra. A ese periodo que nac¨ªa mientras jugaba al tenis con su amigo Jos¨¦ Sobrino volver¨¢ en la novela que est¨¢ preparando, que arranca en el verano de 1978. Javier Cercas (Ibahernando, C¨¢ceres, 1962) no se asombra por el inter¨¦s que aquellos a?os despiertan en los escritores de su generaci¨®n, nacidos en los sesenta, que tambi¨¦n antes revisitaron la Guerra Civil. "Es un periodo convulso, de grandes cambios, donde adem¨¢s est¨¢n nuestras ra¨ªces hist¨®ricas y personales, y eso lo vuelve interesante. Adem¨¢s, nos hacemos mayores y empezamos a mirar atr¨¢s y a entender que presente y pasado se comunican y se determinan. En todo caso, nuestra visi¨®n de la Transici¨®n ser¨¢ distinta de la de nuestros padres".

Y tanto. Benjam¨ªn Prado (Madrid, 1961) admite sin ambages que su nueva novela, Operaci¨®n Gladio (Alfaguara), combate en cierta medida el mito de la Transici¨®n, rebautizada por los sarc¨¢sticos como la Transacci¨®n. "La Transici¨®n fue muy admirable en muchos casos, pero me niego a aceptar que fuera algo perfecto. Esa idea de que en un a?o se saldaron todas las cuentas de una dictadura de 38 como m¨ªnimo fue una ingenuidad". Operaci¨®n Gladio indaga en un traum¨¢tico episodio de 1977 grabado a fuego en la memoria colectiva: la matanza de cinco abogados laboralistas en la madrile?a calle de Atocha por tres pistoleros de la extrema derecha. ?O hubo m¨¢s trastienda de la que aflor¨® en el juicio? Dado que Benjam¨ªn Prado quer¨ªa hacer una novela de esp¨ªas, en Operaci¨®n Gladio sostiene que s¨ª.

Cuando ocurri¨® el crimen de Atocha, Prado ten¨ªa 16 a?os y la misma falta de conciencia pol¨ªtica que Cercas cuando muri¨® Franco. "Pero s¨ª empiezas a tener conciencia de que existe algo llamado pol¨ªtica. Por alguna raz¨®n la matanza de Atocha se me qued¨® grabada como resumen de una ¨¦poca m¨¢s que como suceso en s¨ª mismo". Hay una frase que escribe Alicia Dur¨¢n, la periodista que protagoniza el libro, robada al propio Prado: "La Transici¨®n fue un triunfo de todos que tambi¨¦n tuvo sus perdedores".

No es el juicio m¨¢s severo de un escritor de los sesenta. Rafael Reig (Cangas de On¨ªs, 1963) reivindica "el derecho a no entregarnos a la homil¨ªa oficial". Su nuevo libro, Todo est¨¢ perdonado (Tusquets), revisa 70 a?os de historia reciente de la mano de una saga poderosa. La Transici¨®n forma parte del marco vital en el que crece la tercera generaci¨®n de los Gamazo. "Hasta ahora eran m¨¢s visibles nuestros hermanos mayores, los que hab¨ªan protagonizado la Transici¨®n y se hab¨ªan beneficiado de ella, pero tambi¨¦n forma parte de nuestras vidas aunque a lo mejor no tenemos una visi¨®n tan complaciente sobre ella", reflexiona Rafael Reig.

Varias novelas de Ignacio Mart¨ªnez de Pis¨®n (Zaragoza, 1960) est¨¢n ambientadas en esa ¨¦poca, a la que regresa en su nueva obra, El d¨ªa de ma?ana (Seix Barral), protagonizada por un confidente de la Brigada Pol¨ªtico Social de la dictadura. "La sociedad espa?ola se ha esforzado por olvidar la violencia pol¨ªtica que acompa?¨® a la Transici¨®n: cerca de 600 v¨ªctimas mortales en muy pocos a?os. Probablemente, son factores como esos (la violencia, la inquietud social, la inestabilidad institucional) los que contribuyen a hacer esa ¨¦poca m¨¢s interesante para el novelista", explica el autor de Dientes de leche. Mart¨ªnez de Pis¨®n ya abord¨® en El tiempo de las mujeres el 23-F, un episodio que determin¨®, a su juicio, "la maduraci¨®n democr¨¢tica de su generaci¨®n, que por unas horas experiment¨® el temor a volver a una dictadura militar". Aparte de lo que inspiran los miedos propios, los escritores tienen un sinf¨ªn de ingredientes evocadores en aquellos a?os sobrados de entusiasmo democr¨¢tico, incertidumbre econ¨®mica y sobreexcitaci¨®n pol¨ªtica.

"Para nuestra generaci¨®n, la muerte de Franco es lo ¨²nico verdaderamente importante que nos ha ocurrido. Pasamos de vivir bajo una dictadura a vivir en democracia. As¨ª expresado, parece sencillo, pero no lo fue en absoluto", plantea Mart¨ªnez de Pis¨®n.

Tambi¨¦n Un momento de descanso (Tusquets), la ¨²ltima obra de Antonio Orejudo (Madrid, 1963), se puede considerar una novela que disecciona una parte de la sociedad de la Transici¨®n: la de los penenes, los profesores universitarios que se beneficiaron de la llegada al poder de Felipe Gonz¨¢lez. "La mediocridad y la corruptela del franquismo fue prolongada por estos j¨®venes penenes que, cuando subi¨® al poder el PSOE, dijeron qu¨¦ hay de lo m¨ªo. Entre ellos hab¨ªa gente valiosa, pero tambi¨¦n mucha morralla", expone.

No cree el autor de Fabulosas narraciones por historia que tantos viajes literarios al mismo and¨¦n hist¨®rico sea solo mero azar. "Los de mi generaci¨®n tienen pendiente hacer la novela de la Transici¨®n, somos los que la hemos sufrido". As¨ª que vaticina: "Vendr¨¢n m¨¢s".