Vender o intervenir
El 'caso CAM' alienta el prejuicio de que las cajas est¨¢n m¨¢s da?adas por el 'ladrillo' de lo admitido
La fracasada operaci¨®n de Banco Base, la operaci¨®n financiera que iba a unir Cajastur, Caja Cantabria, Caja de Extremadura y Caja del Mediterr¨¢neo (CAM) es un claro contratiempo para la credibilidad de la reforma financiera en Espa?a. Las circunstancias del fracaso alimentan el prejuicio de que las cajas espa?olas manejan balances opacos, con activos t¨®xicos superiores a lo que se admite oficialmente.
Las asambleas de las cajas asturiana, extreme?a y c¨¢ntabra rechazaron casi por unanimidad la fusi¨®n, una vez comprobado que el saneamiento de la CAM requerir¨ªa m¨¢s de 2.500 millones por una exposici¨®n al riesgo inmobiliario superior a la prevista. El futuro de la fusi¨®n es incierto (es probable que Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria contin¨²en con el prop¨®sito de unirse), pero la CAM queda como un grave problema pol¨ªtico y financiero. O se vende, algo que no podr¨ªa hacerse sin un costoso saneamiento previo, o se interviene, soluci¨®n tambi¨¦n onerosa.
El caso CAM llega cuando se consideraban cubiertas varias etapas decisivas en la reforma de las cajas de ahorros. Lo m¨¢s probable es que la evidencia de la p¨¦sima situaci¨®n de la CAM genere cierta desconfianza hacia los balances de otras cajas, justo cuando est¨¢n en marcha las pruebas de resistencia y cuando los mercados de inversi¨®n parecen acechar cualquier debilidad econ¨®mica, financiera o pol¨ªtica, para disparar las posiciones especulativas cortas contra la deuda de un pa¨ªs.
Todas las operaciones de fusi¨®n deber¨ªan estar tuteladas por el Banco de Espa?a; por tanto, el regulador bancario tiene una responsabilidad en el fracaso. Cuando se monta una operaci¨®n de fusi¨®n en la que participa una caja "de alto riesgo" (y la CAM, como otras, lo era) no es aceptable que se produzcan sorpresas en el esfuerzo de saneamiento requerido. Las dimensiones de los activos da?ados de la CAM tendr¨ªan que haberse conocido por los actores de la fusi¨®n antes de que esta se pusiera en marcha. Pero no solo el Banco de Espa?a debe revisar su tutelaje; tambi¨¦n los directivos de las cajas implicadas deben explicar por qu¨¦ ten¨ªan un conocimiento deficiente de los balances de la CAM con la que iban a fusionarse.
La opci¨®n pol¨ªtica m¨¢s razonable es que las tres cajas prosigan la fusi¨®n, despu¨¦s de reelaborar sus planes ante el Banco de Espa?a, e intervenir la CAM con todas sus consecuencias. Y ello porque no cabe impunidad en la gesti¨®n de una entidad financiera. Si sus balances rompen una fusi¨®n, es necesario saber, intervenci¨®n mediante, qui¨¦nes y a trav¨¦s de qu¨¦ decisiones o errores provocaron un deterioro tan grave en una caja; si esas decisiones se ajustaron a las pr¨¢cticas de una actuaci¨®n prudente y qu¨¦ normas hay que imponer para evitar que se repita otra ruina similar. Las respuestas a estas y otras preguntas revelar¨¢n mejor que cualquier teor¨ªa c¨®mo se financi¨® la burbuja inmobiliaria, qui¨¦nes se lucraron de ella y a qui¨¦n hay que pedir responsabilidades por la sequ¨ªa crediticia que sufren muchas empresas solventes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.